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Sandra Bullock contó su experiencia en la nueva película para Netflix

por El Nacional El Nacional

Sandra Bullock levantó su teléfono celular y grabó a una multitud que entonaba la canción del feliz cumpleaños. Eran miles de fanáticos que le cumplieron la cita para ser los primeros en ver su película Bird Box: a ciegas, para la plataforma de Netflix y que supone su debut en streaming.

“Estoy aquí y dejé a mis hijos en casa; soy muy mala madre, así que les pido que les manden una felicitación a ellos”, dijo luego de saludar. La respuesta fue tan poderosa que la actriz de 54 años de edad dejó que se asomaran un par de lágrimas durante su visita a la Cómic Con de São Paulo, Brasil.

Bird Box: a ciegas es una película de un poco más de dos horas que cuenta el conflicto de una mujer que tiene que lidiar con una extraña situación que lleva al mundo al caos y la destrucción, lo que a su vez implica tener que limitar uno de los sentidos para sobrevivir.

Entre el thriller psicológico y el drama fatalista, la película revela a una Bullock que escapa del molde de la comedia romántica, que por muchos años ha sido el foco de su fama, para convertirla en una guerrera que afronta muchos obstáculos en su afán por proteger a quienes están a su alrededor.

“Tiene esos elementos de tensión y un poco de suspenso, pero en realidad expone el drama de Malorie (su personaje): una mujer que pasa por algo terrible para luego encontrar un poco de estabilidad. También es una producción que trata de rescatar esa idea de solidaridad y amor que aflora en la personas cuando viven una situación extrema”, recalca la actriz en una entrevista con El Tiempo de Colombia.

Contada en dos tiempos, Bird Box: a ciegas expone otras temáticas, como el miedo a quienes no pertenecen a un circuito social establecido, el racismo, la intolerancia; todo, en el marco de la aventura y la acción y de la mano de la realizadora danesa Susanne Bier, artífice de En un mundo mejor, que ganó el Óscar en el 2010 en la categoría de mejor película de habla no inglesa.

“Nunca he tenido problema con que una historia sea contada por un pene o una vagina”, bromea la actriz, haciendo referencia a que esta aventura fuera dirigida por una mujer y al hecho de que la protagonista lleva casi todo el peso dramático. En el proyecto también la acompañan Sara Paulson, John Malkovich y Tom Hollander.

“Lo que realmente me encantó es que es una historia llena de muchas capas y, sobre todo, analiza esa idea de que las personas tendemos a alejarnos por el miedo, cuando en realidad estamos para crear conexiones muy fuertes con los demás”, precisa Bullock, ganadora de un Óscar a mejor actriz por The Blind Side.

“Tememos acercarnos al otro (…) Eso es algo que siempre ha existido desde el principio de la humanidad. “Sin embargo, cuando todo se trastoca, esas mismas personas son capaces de batallar con su miedo y dejar de esconderse”.

El caos, la aniquilación y esa determinación de la que habla Bullock aparece como una especie de metáfora en un violento recorrido en un río que hace referencia a la manera como encara la protagonista las adversidades. “Se trata de ese duro viaje que hacemos en la vida. Hay momentos de calma y de muchos sobresaltos”, agrega.

En una de las imágenes promocionales (para aquellos que no han visto la película) aparece Bullock con un par de niños que, a su vez, representan la esperanza y la idea de un futuro mejor.

En buena parte de las escenas de Bird Box: a ciegas, Malorie interactúa con varias personas que revelan diferentes facetas de la condición humana: Hay egoísmo, solidaridad, ternura y locura.

“Todos tienen miedo de mirar a un mundo en el que la bestia de sus temores u obsesiones los puede aniquilar. Pero, gracias al trabajo de Susanne Bier, en la historia también nos movemos a un terreno emocional muy profundo”, explica.

“Para mí también era interesante hacer parte de una película en la que asumiera el reto de ser una especie de heroína ruda y contundente cuando lo situación lo amerita”, revela.

Durante la proyección a puerta cerrada en la Cómic Con, los fanáticos aplaudían cada vez que ella disparaba, luchaba contra los rápidos de un río embravecido o salvaba a quienes el destino había puesto en su ruta por la vida. El aplauso y las lágrimas también se mezclaban en esa montaña rusa de giros inesperados que configuró Susanne Bier.

Para mí también era interesante hacer parte de una película en la que asumiera el reto de ser una especie de heroína ruda y contundente cuando la situación lo amerita

“Otra cosa que marca la diferencia en Bird Box: a ciegas es que ofrece una mirada diferente del personaje masculino. Claro, es una película de una heroína, pero su pareja Tom (Trevante Rhodes) rompe el molde de lo que conocemos como protagonista masculino”, explica.

Para ella, “responde a lo que se espera de él (es violento cuando le toca defenderse), pero también es un hombre bueno”.

“Tom genera una interesante relación con Malorie. Él le ofrece la dosis de esperanza, el amor y la ternura que mi papel no puede expresar del todo. Es el tipo de perfil masculino que se tiene que promover más en las historias que se llevan a la televisión o el cine; es en serio, es una imagen que tenemos que ver más a menudo”, opina Bullock emocionada.

Luego de películas como Gravedad, en la que también lidiaba con situaciones extremas, pero en el espacio, así como en ‘Las estafadoras’ (‘Ocean’s 8’), una comedia con toques de acción dominada por estrellas femeninas, la protagonista confiesa que no puede esconder la emotividad ante la respuesta que ha recibido en su nueva aventura con Netflix.

“La mejor forma de explicar eso se notó en la Cómic Con de Brasil; fue indescriptible ver las reacciones de la gente, sobre todo por algunos momentos de silencio, creo que en ese punto se logró esa conexión de la que tanto hablo. Fue impactante”, reflexiona la actriz, quien agradece seguir siendo relevante en un medio artístico que parece mutar cada vez más rápido en su atención por las nuevas generaciones.

Además, puntualiza que esa idea de un mundo que siempre se vende en pantalla como un organismo que tiende a la autodestrucción no es lo suyo. Ella apuesta por una mirada más positiva lejos de las cámaras y de la ficción que tanto la hizo sufrir.

“Soy absolutamente optimista, creo que la humanidad es buena, pero es esa mezcla de ignorancia y miedo lo que lleva a que las cosas no funcionen bien. Al final, la bondad tiene que brillar, tenemos que abrirnos a los demás y, claro, nunca terminar escondidos en un búnker”, concluye sonriendo.