Los colectivos chavistas son los señalados de haber creado caos, durante el sábado, en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Se les acusa de promover los disturbios, de no haber permitido la entrada de ayuda humanitaria, de estar detrás de la quema de dos camiones en el puente Francisco de Paula Santander y de haber disparado contra manifestantes.
Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, fue una de las autoridades que acusó directamente a estos grupos de generar violencia en los cruces fronterizos.
Pero, ¿qué son los colectivos y por qué tienen tanta influencia en Venezuela?
“Son grupos de hampones fuertemente armados que tienen licencia para matar y detener con total impunidad». Así define José Miguel Vivanco, el responsable para América de Human Rights Watch (HRW), a los colectivos.
En la misma línea están los líderes de la oposición venezolana y Luisa Ortega, la ex fiscal general del país vecino, quienes los describen como paramilitares y como grupos de civiles armados al margen de la ley, respectivamente.
Nicolás Maduro, en cambio, los presenta como grupos sociales que trabajan por la educación y que se mueven dentro de organizaciones comunales promovidas por Hugo Chávez.
Por su parte, la cadena británica BBC informó que muchos colectivos son pacíficos y que juegan un papel político “asociado a una larga tradición de izquierda”, pero también que muchas ONG denuncian que estos grupos “controlan con armas e impunidad algunas zonas” de Venezuela.
Los colectivos son llamados para dispersar manifestaciones, cuando éstas se presentan.
Su historia
Según le cuenta a la BBC Lisandro Pérez, quien se presenta a sí mismo como un líder, los colectivos resurgieron en los primeros años de la primera década de los 2000, “como una necesidad política”.
El sector 23 de enero, en Caracas, es cuna de muchos de estos grupos.
Algunos de sus principales objetivos son consolidar al gobierno en los barrios venezolanos y defender la revolución bolivariana.
Sus miembros dicen que no utilizan armas, aunque sí las tienen, y que, de ser necesario, las usarán. Sin embargo, siempre buscan mantener la paz.
Reconocen que las autoridades los llaman para que ayuden a dispersar manifestaciones y así evitar que haya daños en los bienes públicos, pero que no son represores.
Cuando aparecen, lo hacen vestidos de negro y con capuchas, y algunas de las personas que hacen parte de ellos fueron, o son, policías.
“Los colectivos son impunes en todo. Pueden tomar una acción y el gobierno lo respeta”, le señaló a la BBC un hombre que hace parte de estos grupos.
El medio argentino Infobae comenta que el gobierno venezolano financia a los colectivos por intermedio de planes sociales y quienes hacen parte de ellos aseguran que su único jefe es Maduro.
Una mirada distinta
Parte de la población del país vecino relaciona a los colectivos con violencia.
Este sábado, puntualmente, varios políticos opositores denunciaron en Twitter que los colectivos estaban atacando con armas de fuego a manifestantes y otros diputados, también opositores, declararon que fueron agredidos por estos grupos. Ambas situaciones se presentaron en el estado Táchira.
Otra situación que se registró fue que un militar que desertó aseveró, en un video difundido por el canal RCN, que Nicolás Maduro había dado la orden de “sacar a los colectivos y a los presos de las cárceles a las calles para masacrar al pueblo”.
Se les atribuyen varias muertes en protestas, entre ellas las de la joven Paola Ramírez, quien fue asesinada, con un disparo en la cabeza, durante una manifestación en el año 2017.
Infobae también asegura que los colectivos tienen “fusiles portátiles de origen ruso (AK) y granadas de gases lacrimógenos”.
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