El actor Kit Harington interpreta desde hace casi una década a Jon Snow en la exitosa serie de HBO Game of Thrones, un personaje que le ha traído alegrías pero también frustraciones. La presión que ha sufrido el británico con el que sin duda ha sido el papel de su vida le ha llevado a tener que requerir de ayuda médica y asistir a terapia.
En una entrevista con la revista Variety, el actor reconoció que durante los primeros años de su juventud no atravesó buenos momentos y habló de las dificultades que transitó en diversas ocasiones a lo largo de este tiempo.
«Sentí que tenía que ser la persona más afortunada del mundo cuando en realidad me sentía muy vulnerable. Pasé un mal momento, como creo que a mucha gente le puede pasar a los veinte años. Empecé terapia y comencé a hablar con la gente. Me sentía muy inseguro y no estaba hablando con nadie. Tenía que estar agradecido por lo que tenía, pero me sentía increíblemente preocupado acerca de si podía siquiera actuar», reconoce ahora el intérprete.
Harington hace referencia a un momento concreto de la serie, cuando Jon Snow fue asesinado en el último capítulo de la quinta temporada. «Cuando eres el centro de la incógnita de las series más importantes del mundo, la atención es aterradora», contó el actor.
«Hay gente preguntándote por la calle ‘¿Estás muerto?’, y, al mismo tiempo, tienes que guardar las apariencias y que nadie se entere. Todas tus manías -y yo soy muy maniático- aumentan», añadió.
Es la primera vez que Harington reconoce que necesitó ayuda profesional, aunque ya había hablado en alguna ocasión sobre el estrés que supuso para él alcanzar la fama que le dio el personaje.
«Lo pasé mal en la segunda y en la tercera temporada. La serie empezaba a tener mucha repercusión y yo estaba muy obsesionado con lo que se pensara de mí. Al final me di cuenta de que no podía hacer mucho en ese sentido y de que lo importante era concentrarme en mi trabajo», dijo.