Amnistía Internacional (AI) le pidió este lunes al canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, y a sus asesores una respuesta más contundente ante la situación que enfrenta Venezuela. La organización no gubernamental por la defensa de los derechos humanos se sumó al planteamiento que ya le había hecho al gobierno en duros términos la organización Human Rights Watch.
Nin Novoa recibió ayer a una nutrida delegación encabezada por la abogada Erika Guevara Rosas, quien dijo a El País que lo que ocurre en Venezuela «es una responsabilidad compartida de los países» y que el gobierno del presidente Nicolás Maduro «ha intentado instaurar una narrativa en términos de guerra fría para eludir su gravísima responsabilidad» en la situación que padece el país.
Guevara señaló que las proyecciones indican que para fin de año 4 millones de venezolanos pueden estar necesitando refugio y cuestionó «la represión a los jóvenes, a los maestros, el desabastecimiento, la falta medicamentos básicos, en particular para las enfermedades crónicas».
La activista pidió que Uruguay «toque puertas y realice ofrecimientos genuinos de ayuda humanitaria» porque la crisis venezolana ya es regional a esta altura. Amnistía también le planteó al canciller la «grave» situación de Nicaragua y dijo que Uruguay debe «tener un rol fundamental para liderar soluciones» ante «las graves regresiones en materia de derechos humanos en la región». «En la mayoría de los países de la región hay gravísimas violaciones a los derechos humanos», aseguró la abogada.
Con respecto a Uruguay, las preocupaciones de Amnistía se centran en la situación carcelaria y en el «limbo jurídico» de los cubanos que llegan al país ya que la organización percibe que hay «rezago en la solicitud de refugios». De todas formas, Guevara destacó que en Uruguay la situación en cuanto a derechos humanos es notoriamente mejor que en la mayoría de los países de la región.
Guevara escribió luego en Twitter, junto a una foto del encuentro con el canciller: «Nos reafirman el compromiso del gobierno del Presidente Tabaré Vázquez de mantener su condena permanente contra las violaciones de DD HH de Daniel Ortega».
El director de Human Rights Watch, el chileno José Miguel Vivanco, escribió en Twitter: «El silencio de Uruguay sobre la dictadura de Maduro es desolador».
«Hoy, 17 de julio, le envié una carta al canciller Nin Novoa para instarlo a adherirse a una declaración conjunta en la ONU de condena al régimen de Maduro».
El subsecretario de Relaciones Exteriores, Ariel Bergamino, respondió al comentario: «Uruguay ha tenido una posición clara y la ha expresado en los organismos competentes. Quienes sostienen que es una posición ambigua, carecen de información adecuada o intentan mostrar una realidad que no es tal», enfatizó.
«No se trata solamente de señalar lo que pasa, sino también de ayudar creando un clima adecuado para que los países superen las situaciones que padecen, que afectan especialmente a los sectores más desposeídos», agregó.
La oposición ha cuestionado con frecuencia lo que considera es una actitud blanda del gobierno con el régimen de Maduro. Venezuela vive una crisis signada por la hiperinflación y el desabastecimiento de comida y medicamentos que generó la salida del país de centenas de miles de personas.