Sucedió en el resplandeciente auditorio del Palacio de la Ópera en Berlín, un 24 de febrero de 1968. El tenor italiano Luciano Pavarotti (1935 – 2007) interpretaba «El elixir del amor», aquella ópera de Gaetano Donizetti que cuenta sobre el romance entre una bella joven y un campesino, con una pócima mágica de por medio, que supuestamente los unirá para siempre. Cuando terminó de cantar «Una furtiva lágrima», la pieza más reconocida de la ópera, el auditorio completo se puso de pie para aplaudirlo durante 67 minutos. Aquel se convirtió en el aplauso más largo del mundo durante más de 20 años.
El tenor italiano es uno de los músicos líricos más importantes de la historia contemporánea, no solo por su indiscutible virtuosismo, sino también por su labor de filántropo, y por su rol en acercar la ópera al público general; Pavarotti acostumbraba colaborar con artistas tan populares como Michael Jackson, Barry White y Frank Sinatra.
Hace 10 años que murió a causa de un cáncer al páncreas, en su casa en la ciudad de Módena, Italia. Su legado está más vivo que nunca, y en Emol dejamos tres tributos que se le han hecho en los últimos años, en tres formatos distintos.
Un disco: «The Great Luciano Pavarotti»
Con motivo de su décimo aniversario de muerte, Sony Classical lanzó una recopilación de tres CD en homenaje al tenor italiano. Entre las rarezas que este disco incluye está el primer concierto que el artista dio en su ciudad natal, en la Piazza Grande de Módena, donde interpretó grandes éxitos de su obra, incluyendo conocidas arias de tenor como «Lucia di Lammermoor» y «Rigoletto»y canciones italianas como «O sole mio» y «Torna a Surriento».
Además incluye el concierto de Navidad que dio junto a Plácido Domingo y José Carreras, en el Konzerthaus de Viena, en 1999. «Los Tres Tenores», como se hacían llamar, se presentaron en esa oportunidad junto al Coro de niños y la Orquesta sinfónica de Viena.
Un libro: «Pavarotti ed io»
En abril de este año, el peruano Edwin Tinoco, quien fue asistente personal de Pavarotti durante 13 años, lanzó un ejemplar que narra la vida tras bastidores del divo italiano, sus manías más extrañas y sus genialidades. Ambos se conocieron en un lujoso hotel en Lima, donde Tinoco trabajaba encargado de las comidas, congeniaron de inmediato y se hicieron grandes amigos. «Tino es imprescindible para mí, lo es todo, menos el amor, porque a los dos nos gustan mucho las mujeres», alcanzó a decir el italiano en vida.
El ejemplar, cuenta por ejemplo, de la vez en que sobre un escenario en Perú, Pavarotti agradeció al «pueblo chileno», y curiosidades como que acostumbraba viajar con cerca de 40 maletas, y que pedía en los hoteles sábanas blancas y cubrir las ventanas con papel aluminio para que no entrara luz. También cuenta de la vez en que la esposa de Pavarotti, Adua Veroni, se encontró cara a cara con la amante del tenor, Nicoletta Mantovani, en el hall de un hotel en Londres, en 1995.
Una película: «Pavarotti – El último tenor»
Esta película dirigida por Adam Sweeting & Francis Hanly, es un documental que acompaña a Pavarotti, en sus presentaciones y encuentros familiares durante 2003 y 2004. Es la primera vez que Pavarotti aceptó que un equipo de TV documentara su vida privada.
La película incluye el reencuentro triunfal con los Tres Tenores, en Bath y su despedida en el Met de Nueva York. Entre los momentos familiares hay imágenes exclusivas del bautismo de su nuevo bebé, y de su boda. Cuenta con entrevistas al artista y a varios admiradores famosos y amigos del tenor, como Bono de U2, Dustin Hoffman y Lionel Richie.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional