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Consejos para tomar fotos como profesionales con el celular

por Avatar GDA | El Tiempo | Colombia

Las empresas fabricantes de los teléfonos inteligentes se esfuerzan para mejorar los componentes y las funciones que ofrecen las cámaras. Uno de los principales usos del celular es tomar fotografías.

Ya no es necesaria una costosa cámara profesional para tener buenos resultados. Pero se requiere más que el dispositivo: es fundamental, por un lado, conocer la parte técnica y las limitaciones que ofrece el celular y, por el otro, tener en cuenta algunos conceptos básicos.

La combinación de estos aspectos permitirá obtener imágenes de buena calidad e impacto. Los siguientes consejos le serán útiles en el proceso:

Un buen encuadre

Andrea Espitia, fotógrafa profesional y docente, explica: “Lo primero es hacer un entrenamiento visual para saber si lo que yo veo comunica algo. Lo segundo, mirar cómo compongo una imagen para que el encuadre sea equilibrado, para que sea correcta la proporción y que no se vaya ni a la derecha ni a la izquierda, ni que tampoco quede mucho espacio arriba”.

Se recomienda aplicar la ley de los tercios, que consiste en dividir la imagen con dos líneas verticales imaginarias y dos horizontales. La mayoría de celulares dejan activar la cuadrícula (grid). Esta teoría de composición señala que debe ubicar los puntos de interés o los objetos más importantes de la foto en las intersecciones de esas líneas.

“En esos puntos se ponen los elementos que le interesan y que quiere que llamen la atención. Por ejemplo, el campanario de una iglesia o la cara de una persona”, explica Raúl Henao, director del programa de fotografía e imagen digital de la Fundación LCI.

Nunca usar el ‘zoom’

Usar el zoom de la cámara de su celular significa perder calidad de imagen. Los especialistas recomiendan nunca acudir a esta herramienta. “Como tienes un lente angular, cada vez que se amplía la imagen cortas calidad y se pixela”, explicó Espitia.

Henao señala que lo más importante es observar, tener un tema, darle énfasis y simplificarlo. “Si va a hacer una foto en un restaurante mexicano, incluya elementos de la cultura, como un sombrero. En la simplificación quite elementos que no estén aportando y concéntrese en lo que corresponde al tema. Si no le gusta lo que ve, acérquese más y disfrute el momento del disparo”, sugiere.

“A veces, la mejor imagen no está a la altura de los ojos sino arrodillándose o subiéndose a una mesa. Hay que evitar la comodidad de hacerlo desde donde estoy parado”, agrega. Así mismo, aconseja tomar la foto con la mayor calidad que permita el celular.

“Si va a hacer un detalle pero no hubo forma de acercarse más al objeto, es mejor hacerlo en el computador. También se puede hacer el recorte posterior en el celular, pero sobre el archivo y no con el zoom digital”, dice.

Configuración manual

Los celulares permiten configurar parámetros como la apertura del diafragma (que controla la cantidad de luz que entra a la cámara), el ISO (que regula cuán sensible a la luz es el sensor) y la velocidad (el tiempo que permitimos que pase la luz).

“Estos tres valores generan todo tipo de efectos. La velocidad se encarga del movimiento, el diafragma se ocupa de la profundidad de campo y el ISO permite compensar una luz escasa o exagerada”, explica Espitia.

Manipular la velocidad también genera efectos. “Las velocidades altas son las que te congelan el movimiento, y con las bajas haces barridos”, explica Espitia.

Si quiere hacer un efecto de congelado, hay que aumentar la velocidad, pero si quiere una larga exposición (como la que traza el recorrido de un auto), hay que disminuirla. En el caso del ISO, aumentarlo permitirá tomar una foto con muy poca luz, pero se perderá calidad de la imagen. Cuanto menor sea el valor, menos luminosa será la escena, pero de más calidad. Juan Manuel Vargas, reportero gráfico de El Tiempo, aconseja que en condiciones de luz normales (en exteriores), la velocidad se deje en 160 y el ISO quede en 200.

El foco y la luz

Los expertos coinciden en que es muy importante aprovechar la herramienta de enfoque de los dispositivos. “Debe tocar la pantalla y dejar presionado en el punto principal. Eso no solo lo enfoca, sino que permite subir o bajar el tono”, dice Henao. “Por ejemplo, cuando una foto está ‘reventada’ de luz, se oprime el punto de foco y se baja”, agrega Espitia.

Aplicaciones y filtros

Cada vez es más común el uso de aplicaciones como Instagram o Snapchat para agregar filtros y retocar imágenes. Sin embargo, los profesionales recomiendan evitar estas herramientas. En caso de querer usar los filtros, Henao recomienda guardar una copia del disparo original. Espitia aconseja el uso de ‘apps’ como Snapseed, que permiten agregar filtros predeterminados con una pérdida mínima de calidad de resolución.

Otros consejos

Para buenas selfis, Raúl Henao, director del programa de fotografía e imagen digital de la Fundación LCI, recomienda usar siempre el ‘palito’ para selfis (‘selfie stick’). “Cuando enciendes la cámara, la primera posición del lente es gran angular, y cuando te haces un retrato en gran angular se ve la nariz más grande y otros defectos, por la distorsión que produce el gran angular. Con el ‘palito’, el lente va a estar en una posición de gran angular, pero no tan cerca”, dice Henao.

Las cámaras de los celulares siempre funcionan mejor en exteriores, es decir, para fotografiar paisajes, calles o exteriores de día, porque están calibradas para eso.

Ajustar el balance de blancos es clave. “En general, todos mantenemos la cámara en balance de blancos automático, y es el celular el que está haciendo el cambio. Pero a veces, cuando hay una combinación de luces, hay un problema: en lugares cerrados, el automático duda si se va hacia la fuente de la ventana o hacia la fuente de las luces. La idea es usar el balance de blancos en función de la fuente de luz, si es natural o artificial”, señala Henao.

Activar el modo de alto rango dinámico o HDR permite abarcar el mayor volumen posible de niveles de exposición en todas las zonas de la imagen, para que unos lugares no queden más oscuros o claros (por ejemplo, en un paisaje queda más iluminado el cielo que la montaña). “Es como si tomaras dos fotos, una perfecta del pedazo del cielo y otra perfecta del pedazo de la tierra, y la cámara se encarga de mezclar las dos y de entregarte una medición perfecta de las dos”, explica Henao.