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Colombia: En Venezuela apagan radares para sacar vuelos de narcos

por Avatar GDA | El Tiempo | Colombia

Una investigación iniciada en diciembre de 2016, que ya permitió la captura de siete personas en Colombia, le dio a la Fiscalía de ese país indicios sobre la identidad de un oficial de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela que forma parte de una organización dedicada al tráfico de cocaína.

La red, que tenía capacidad para mover más de 300 kilos de cocaína en cada cargamento, había logrado llegar a un oficial venezolano con poder de manipular los radares de la zona fronteriza para permitir el paso de los cargamentos de cocaína desde Colombia, según la investigación de fiscales de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales.

Investigadores del ente acusador señalaron que la red tenía laboratorios de cocaína en La Gabarra (Norte de Santander) y pasaba la droga por tierra a territorio venezolano, en donde en un ”hotel” (hangar clandestino) estaban las aeronaves que trasladarían la droga a Honduras, Guatemala y Belice, con destino a México y Estados Unidos.

“Las avionetas se movían legalmente porque iban sin droga, pero cuando entraban a Venezuela el funcionario de la Guardia Nacional apagaba los radares para que entraran y hacía lo mismo cuando salían”, señaló la Fiscalía en la imputación de cargos contra los capturados en Colombia.

Se trata de Héctor Julio Rubiano Montegro, alias Boyaco, considerado el jefe de la red; Víctor Julio Leal García, alias Suspicio; Luis Fernando Acosta González, alias Pana; Atalíbar Ariza González, alias Caimán; Juan Carlos Pardo Alvarado, alias Adrián; Julio César Echeverri Narváez, alias Olafo, y Jorge Eliécer Torres Prieto, alias Memo

La Fiscalía logró documentar ocho envíos de cocaína en los que se habrían movilizado cerca de 5 toneladas de cocaína. “Todo esto en complicidad de la GNB. Porque está implicado un integrante de la guardia venezolana a quien se referían como ”el Sol”, indicó organismo investigador.

En la investigación se lee que Víctor Julio Leal García, alias Suspicio, «era muy importante» para la red «porque era el encargado de la producción, es el dueño de los laboratorios en La Gabarra y tiene los contactos en Venezuela para mover los cargamentos».

En otra conversación se escucha a Julio César Echeverri hablando por un teléfono satelital de un movimiento de droga con un piloto y hacen referencia al enlace en el país vecino, quien «es un integrante de la Guardia de Venezuela que les organiza todo lo concerniente a los radares para que estos pilotos puedan salir».

En octubre de 2017 otro de los capturados identificado como Julio César Echeverri Narváez, alias Olafo, habla de abrir una nueva ruta porque tienen otros aviones y señala que los radares los tienen asegurados con un “sol de primera, con alto poder militar” y que eso lo tienen asegurado con pagos de 650.000 dólares. 

Los investigadores trabajan en la plena identificación del uniformado venezolano vinculado con la organización, asunto que ya llamó la atención de las autoridades de Estados Unidos. 

La Fiscalía señaló que en febrero de 2017 una nave de la organización cargada de droga fue derribada en Venezuela, porque sus integrantes no pagaron a los encargados de los radares.

En el expediente aparece también documentado que un taxista de Bogotá pagado por la red se encargaba de transportar a los contactos de la organización en el exterior cuando llegaban a Colombia, entre ellos un mexicano identificado como Alberto Muñoz Delgadillo, que logró escapar del operativo y quien sería uno de los financiadores del grupo.

Investigan si asesinó a ladrones

En medio de la investigación, la Fiscalía tuvo acceso a una grabación en la que Rubiano Montegro, considerado el jefe de la red, habla de un robo y se evidencia que habría ordenado asesinar a quienes le hurtaron sus pertenencias.

En una grabación del 7 de enero de 2018 dice que va a llamar a un miembro de su familia para que avise a la policía y reporte el robo, pero que diga que solo se llevaron cien millones de pesos, cuando, dice la Fiscalía, hay evidencias de que el monto del robo habría llegado a 1.500 millones de pesos. En la grabación mencionan que los ladrones serían personas conocidas.

En otra comunicación, el 31 de enero, la esposa de Rubiano Montenegro le dice que contrató a una bruja que por 7 millones de pesos le iba a hacer un trabajo para proteger sus bienes, pero que ella le había dicho que con su esposo no podía hacer nada “porque él tenía muchos muertos”. El señalado narco responde que supuestamente estaba haciendo las cosas bien y que “son ellos o nosotros (…) esos manes no van a descansar”.

Incluso dice que ya una persona cercana se había aproximado a los supuestos ladrones para intentar comprar una de las joyas que le habían robado de su casa.

La Fiscalía señaló que al parecer “mandó a asesinar a las personas que le hicieron el robo a la casa». «Eso se está investigando, estamos mirando el tema porque aquí hablaban de muertos y hacían alusión a esa situación”.

Su esposa lo robaba

En otro de los audios se escucha hablar a la esposa de Víctor Julio Leal García, alias Suspicio, otro de los capturados, quien le cuenta a una familiar que le sacó “otros 50 millones de pesos” a su cónyugue y que repartió de a 5 millones de pesos entre personas de confianza para que le guardaran el dinero.

La mujer argumenta que él tiene tanta plata que no se da cuenta de lo que le ha sacado “ni sabe dónde meterla”.

Mencionó que dos personas cercanas le ayudaron a “tener los cajones para que ella pudiera gatear y sacar la plata”.