En Twitter bautizaron sin demora la noticia con la misma fórmula que se utiliza para etiquetar cada escándalo desde Watergate, durante la presidencia de Richard Nixon: Cocainegate. La Casa Blanca dijo que se halló una bolsa con cocaína en el Ala Oeste el domingo pasado, un anuncio que desató un vendaval de especulaciones sobre el origen de la droga –que incluyeron a Hunter Biden, hijo del presidente, Joe Biden, quien ha lidiado con problemas de adicción– y activó una investigación del Servicio Secreto.
El hallazgo de cocaína en la residencia oficial y la sede del Poder Ejecutivo consumió la última rueda de prensa de la vocera presidencia, Karine Jean-Pierre, quien se preocupó por remarcar que ningún miembro de la familia presidencial estuvo el fin de semana en la Casa Blanca, y que la zona donde se encontró la droga es “muy transitada”.
“El lugar donde esto fue hallado es una zona muy transitada. Es la parte por donde pasan muchos visitantes hacia el Ala Oeste. No tengo nada más. No voy a especular sobre quién fue”, apuntó la vocera. “Pero el Servicio Secreto está investigando esto, está investigando lo que pasó el fin de semana. Confiamos en que llegarán al fondo de esto”, agregó.
Karine Jean-Pierre evitó dar más detalles a pesar de las reiteradas preguntas de los periodistas en la sala de prensa de la Casa Blanca. Tampoco quiso decir si el gobierno de Biden llevará adelante su propia investigación, o si el Servicio Secreto revisará los protocolos de seguridad de la residencia oficial ante el hecho de que una persona logró atravesar todos los controles de seguridad con una bolsa con cocaína. En más de una ocasión, Karine Jean-Pierre reiteró que el Servicio Secreto quedó al frente de la investigación y que la administración de Biden decidió dejar que la agencia vaya al fondo del asunto sin adelantarse al resultado de su trabajo.
Interrogantes en la Casa Blanca
En medio de la investigación a cargo del Servicio Secreto, una de las incógnitas por develar, además de quién dejó la cocaína en el Ala Oeste, era el lugar preciso en el que fue hallada. Una de las versiones que brindaron los medios fue que la cocaína fue descubierta en un área de cubículos para almacenar dispositivos electrónicos ubicada en una de las entradas al Ala Oeste, una zona a la cual muchas personas tienen acceso autorizado, incluido el personal del gobierno federal, y también quienes realizan las visitas guiadas. Al ser una zona transitada, y aun cuando existen cámaras de seguridad, puede ser difícil identificar a la persona que dejó la droga en ese lugar, indicaron agentes federales al sitio Político.
El hallazgo de cocaína sacudió la tranquilidad de la Casa Blanca durante el fin de semana largo del 4 de julio, el feriado más popular en Estados Unidos, cuando el país se detiene disfrutar de las tradicionales “barbacoas” y los espectáculos de fuegos artificiales que se repiten de ciudad en ciudad. Como es habitual, Biden y su familia pasaron el fin de semana en Delaware y regresaron a la residencia oficial el lunes para participar de las celebraciones. Por la noche, los Biden asistieron al espectáculo de fuegos artificiales sobre el Mall de Washington desde el balcón de la residencia oficial. Allí se vio a Hunter Biden, quien lidió con reiterados problemas de alcoholismo y adicción, una presencia que rápidamente llevó a comentaristas ultraconservadores y al expresidente Donald Trump a apuntar contra el hijo del mandatario.
“¿Alguien realmente cree que la COCAÍNA hallada en el Ala Oeste de la Casa Blanca, muy cerca del Salón Oval, es para el uso de alguien más que Hunter y Joe Biden?”, escribió Trump este miércoles en su red social, Truth Social, sin brindar evidencia alguna. “Pero miren, los medios de comunicación falsos pronto comenzarán a decir que la cantidad encontrada fue muy pequeña y que no era realmente COCAÍNA, sino aspirina, y la historia se desvanecerá”, insistió.
Al ser consultado sobre esta acusación, Andrew Bates, otro vocero de Biden, dijo que notaba “una creciente frustración proveniente de ese rincón” y enumeró alguno de los logros del gobierno de Biden.
Kayleigh McEnany, quien fue vocera de Trump en la Casa Blanca, descartó que la cocaína fuera de Hunter Biden porque el viernes había dejado la residencia oficial para pasar el fin de semana en Camp David con el resto de la familia, y era “inconcebible” que la droga pasara inadvertida durante tres días.