Ben Affleck regresó a un centro de rehabilitación para tratar su alcoholismo, debio a que consideró que necesita más tiempo para no tener una recaída en la bebida.
Una fuente cercana al actor dijo a Mirror que Affleck quiere estar sobrio para cuidar a sus hijos Violet de 12 años de edad, Seraphina de nueve y Samuel de seis, que tuvo con la actriz Jennifer Garner, con quien acaba de oficializar su divorcio y con quien comparte la custodia de los tres menores.
«Esto no es solo una enfermedad que se cura de una sola vez (…) Ben tiene y siempre estará trabajando duro para mejorar. Quiere trabajar, ver a sus hijos y centrarse en su recuperación», dijo el informante.
Por ello es que, el también director, se quedará la mayoría de las noches en la clínica de Malibú para recibir ayuda médica. «Iba a mudarse y se convertiría en un paciente ambulatorio, pero volvió a internarse», aseveró la fuente.
El pasado 22 de agosto, Jennifer Garner decidió llevar a su ahora ex esposo hasta un centro para que trabajara en su adicción a la bebida, donde permaneció durante 40 días.
Affleck fue captado por los paparazzi recibiendo una caja de cervezas afuera de su domicilio, dando cuenta de su recaída. El sitio TMZ informó que el actor se había caído de su camioneta tras una ingesta desmedida de alcohol.
Tras salir, el intérprete de Batman expresó el agradecimiento a su familia y a sus fanáticos por el apoyo brindado.
«Luchar contra cualquier adicción es una lucha de por vida y difícil. Debido a eso, uno nunca está realmente dentro o fuera del tratamiento. Es un compromiso a tiempo completo. Estoy luchando por mí y por mi familia», confesó en una declaración que compartió en Instagram.