El gobierno argentino decidió enviar gendarmes para proteger la embajada en Caracas, donde están refugiados seis dirigentes cercanos a la líder opositora María Corina Machado. Así lo informaron a La Nación fuentes del Ministerio de Seguridad, que depende de Patricia Bullrich, que dijeron que el viaje de los gendarmes está “en preparación”.
En el gobierno se negaron a dar información adicional. Fuentes de la Cancillería agregaron que no estaban dispuestos a brindar datos que pudieran incrementar el riesgo de los refugiados venezolanos.
La situación es cada vez más tensa entre los gobiernos de Javier Milei y Nicolás Maduro. Los dirigentes opositores están alojados desde el lunes en la residencia oficial de la embajada argentina en Caracas. Según fuentes de la Cancillería, están sin luz ni agua, presuntamente por obra del gobierno chavista. Fuentes cercanas a los refugiados señalaron que desaparecieron los fusibles de la electricidad, hecho que atribuyen a empleados de la empresa estatal Corpoelec.
Refugiados en la embajada
“Nuestra gratitud con el gobierno de Argentina y sus instituciones por su protección y solidaridad democrática en estas horas de persecución y arremetida en Venezuela”, escribió hoy, vía X, Pedro Urruchurtu, uno de los refugiados en la sede diplomática.
Urruchurtu, de 33 años de edad, es el encargado de las relaciones internacionales del partido Vente Venezuela, impedido de participar en las elecciones del 28 de julio, en las que Maduro buscará la reelección hasta 2030. Es uno de los que pidió asilo en la embajada argentina, luego de que Maduro denunció en un acto público que dos miembros de ese partido se habían “infiltrado” allí con intenciones de matarlo.
La preocupación por la integridad de los refugiados fue compartida por la coalición opositora.
“Repudiamos las acciones tomadas desde el poder en contra de la Embajada de Argentina, cortando el suministro eléctrico luego de que el gobierno de ese país se pronunciara a favor de los ciudadanos que queremos elecciones libres y justas en Venezuela”, expresó la coalición que incluye al partido de Machado.
“Estas acciones también pueden representar represalias en contra del gobierno argentino por acoger a compañeros de las fuerzas democráticas que son arbitrariamente perseguidos por oponerse al régimen de Nicolás Maduro”, advirtieron dirigentes de oposición.
Hasta la decisión de enviar gendarmes, una de las salidas que se estaba negociando era la de un salvoconducto, tal como prevé la Convención de Viena, para que los dirigentes refugiados puedan llegar a la Argentina en el menor tiempo posible.
Resguardo de la sede
Además de Urruchurtu, los dirigentes Magalí Meda, Claudia Macero, Humberto Villalobos y Omar González están asilados en la residencia de la embajada. El nombre de la sexta persona permanece sin conocerse.
La reacción de Maduro es de silencio. Fuentes cercanas al chavismo deslizaban esta mañana que el presidente venezolano podría acceder al pedido y dejar salir del país a los asilados en la residencia de la sede diplomática, encabezada por el encargado de negocios, Gabriel Volpi.
“Maduro no quiere más problemas. Si se quieren ir, que lo hagan”, dijo una fuente cercana al gobierno venezolano. Fue antes de que el gobierno argentino confirmara su decisión de enviar gendarmes.
La canciller Diana Mondino tuiteó hoy: “Esta Argentina siempre estará del lado de todos aquellos que quieran trabajar y vivir en libertad”. Y en su conferencia de prensa de este miércoles, el portavoz Manuel Adorni afirmó estar a “años luz” del presidente venezolano. Pidió “elecciones democráticas y limpias” en Venezuela y abogó por una “pronta solución” de la situación de los asilados.