Turquía ataca objetivos en Irak y Siria. Según un comunicado de las fuerzas kurdas, los ataques aéreos de Ankara dejan al menos 12 personas muertas, incluidos 2 niños. Otras 25 resultaron heridas.
Las embestidas fueron perpetradas contra el norte y el este de Siria y estuvieron dirigidas a infraestructuras civiles, concentraciones de personas y fuerzas de seguridad, aseguró un comunicado de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), brazo armado de la administración autónoma kurda en Siria.
«Además de áreas pobladas, los aviones de combate turcos y vehículos aéreos no tripulados (drones) atacaron panaderías, centrales eléctricas, instalaciones petroleras y puestos de control de las fuerzas internas de seguridad», subrayaron las fuerzas kurdas en la nota.
Un total de 42 sitios civiles fueron atacados con cazas y drones, agregaron las FDS.
El Ministerio de Defensa de Turquía sostuvo que sus fuerzas mataron a 59 militantes kurdos en el norte de Siria y en Irak, y 32 objetivos fueron destruidos “con éxito”.
El atentado que desencadenó los ataques de Turquía en Siria e Irak
Las autoridades turcas remarcan que actuaron en respuesta al ataque el 23 de octubre en la sede de Industrias Aeroespaciales Turcas (TUSAS), cerca a Ankara. Ese hecho dejó al menos cinco personas muertas y 22 heridos.
Aunque horas después del atentado el ministro del interior turco, Ali Yerlikaya, apuntó contra el extinto Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), hasta el momento ningún grupo se ha atribuido el letal ataque.
“Ningún miembro de la traicionera organización terrorista podrá escapar de las garras de los soldados turcos (…) No es una coincidencia que este sitio fuera el objetivo», afirmó el ministro de Defensa turco, Yasar Guler, en referencia a TUSAS.
Desde Kazán, Rusia, donde asiste a la cumbre de los Brics, Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía, condenó el ataque en rueda de prensa junto a su homólogo ruso Vladimir Putin.
Los hechos se registraron cuando dos asaltantes, un hombre y una mujer, atacaron con fusiles automáticos y explosivos la sede de TUSAS, cerca a la capital turca.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, aseguró que se confirmó que el atacante masculino era un miembro del PKK, mientras que la mujer aún no había sido identificada.
Tras lo ocurrido, fue reforzada la seguridad en la sede de la industria aeroespacial y el nivel de alerta se elevó a «naranja» en los aeropuertos turcos, señaló a Reuters una fuente de la aviación.
En contexto: el gobierno turco y el PKK mantienen enfrentamientos de larga data
Encabezadas por las Unidades de Protección Popular Internacional (YPG en kurdo) e incluyendo combatientes árabes, las FDS han sido un socio importante para la coalición liderada por Estados Unidos contra el autodenominado Estado Islámico. Controlan una cuarta parte de Siria, incluidos los campos petrolíferos y áreas donde están desplegados unos 900 soldados estadounidenses.
Pero Turquía afirma que el YPG es una organización terrorista que está estrechamente vinculada al PKK.
El ataque del miércoles en territorio turco se produjo un día después de que un aliado clave de Erdogan asegurara que el líder encarcelado del PKK, Abdullah Ocalan, podría ser autorizado a hablar en el Parlamento de Turquía, si anuncia el fin de la insurgencia del grupo, a cambio de la posibilidad de ser liberado.
Y es que el líder del Partido del Movimiento Nacionalista, Devlet Bahceli, hizo esta sorprendente sugerencia tras las especulaciones de los medios de comunicación en las últimas semanas sobre nuevos esfuerzos para poner fin a la insurgencia del PKK, en la que han muerto más de 40.000 personas.
El PKK tomó las armas hace 40 años con el objetivo inicial de crear un Estado kurdo independiente. Posteriormente moderó sus objetivos para buscar mayores derechos kurdos y una autonomía limitada en el sureste de Turquía, de mayoría kurda.
Por el momento se desconoce si el ataque del miércoles afectaría a la oferta de Bahceli o si tiene la intención de descartar cualquier movimiento de ese tipo.