Con más de 300 muertos en tan solo cuatro días, Siria vive nuevamente el recrudecimiento de la guerra. Grupos rebeldes iniciaron una incursión en la provincia de Alepo, en el noreste sirio. Se trata de la ofensiva más fuerte en los últimos años en contra del presidente Bashar al-Assad y que ahora avanza por más zonas estratégicas, como Hama. Otra crisis en Medio Oriente. ¿Qué está pasando en Siria?
Es el golpe más duro para el presidente sirio, Bashar al-Assad, en años.
Rebeldes liderados por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) iniciaron una incursión en la provincia de Alepo, en el norte de Siria, en oposición a al-Assad. Centenares de personas han muerto por las hostilidades entre los rebeldes y el Ejército sirio en cuestión de días. De esta manera, los ecos de la violencia resuenan nuevamente en este país de Medio Oriente.
La guerra estalló en Siria en 2011, hace ya 13 años, en medio de una ola de protestas en todo Medio Oriente. En ese momento, ante una creciente represión, diferentes grupos opositores formaron milicias armadas para enfrentarse al gobierno sirio, tomando territorio en el proceso.
No obstante, en los últimos años, Siria, que reporta más de 500.000 muertos y millones de desplazados, ha vivido una silenciosa guerra, minimizada ante el conflicto ucraniano y la guerra en Gaza.
A continuación, los puntos clave para entender lo que está ocurriendo en Siria.
1. Ataque sorpresa
Los ataques de esta semana iniciaron en una ofensiva sorpresa lanzada por grupos disidentes, la más atrevida en años desde el inicio de la guerra civil en el país, en 2011. Las fuerzas lideradas por HTS han incursionado en por lo menos una docena de ciudades y territorios en la provincia noroccidental de Alepo, un bastión del presidente Bashar al-Assad.
Hasta ahora, el accionar de los rebeldes ha tenido éxito. Este sábado, 30 de noviembre, el Ejército sirio aseguró que decenas de sus soldados murieron en un importante ataque de las fuerzas rebeldes.
Los combatientes opositores han obtenido el control de la ciudad de Alepo y de su aeropuerto, según un comunicado emitido por la sala de operaciones de la central aérea y una fuente de seguridad.
El Ejército sirio, que recibe el apoyo de fuerzas de Rusia, reconoció el avance de las fuerzas de la oposición, ratificando su paso por gran parte de la ciudad de Alepo.
«El gran número de terroristas y los múltiples frentes de enfrentamiento llevaron a nuestras fuerzas armadas a implementar una operación de redespliegue destinada a fortalecer las líneas de defensa para absorber el ataque, preservar las vidas de civiles y soldados y prepararse para un contraataque”, señalaron las fuerzas sirias.
Adicionalmente, dos fuentes opositoras aseguraron que los rebeldes también tomaron el control de la ciudad de Maarat al-Numan, en la gobernación de Idlib. De esta manera, ahora toda la región está bajo su control.
También este sábado, agencias de noticias rusas, citando al Ministerio de Defensa de ese país, informaron que la Fuerza Aérea de Rusia llevó a cabo ataques contra los opositores en apoyo al Ejército sirio.
Al respecto, el Centro Ruso para la Reconciliación de las Partes en Combate en Siria -dirigido por el gobierno del país- aseguró que los ataques con misiles y bombas pretendían atacar los grupos «de los militantes, centros de comando, almacenes y centros de artillería” en las provincias de Alepo e Idlib.
Añadió que al menos 300 de los rebeldes murieron en los ataques.
El Ejército del presidente sirio, Bashar al-Assad, negó, por su parte, que sus soldados se hayan retirado de la provincia de Hama, un bastion rebelde en el centro-norte de Siria, ante el avance de los rebeldes islamistas, respaldados por Turquía, mientras que afirmó que los está bombardeando con apoyo de la aviación de Rusia.
Así mismo, Türkiye Today señala que el Ejército turco se retiró de la provincia de Hama y que ahora centran sus esfuerzos en el sur, específicamente en Homs. El medio turco añade que, citando fuentes locales, las fuerzas del Gobierno sirio también se preparan para retirarse de Homs, afirmaciones que aún no han sido verificadas.
De confirmarse, el avance de los rebeldes podría cambiar el rumbo de la trayectoria del conflicto, consolidando así uno de los mayores logros para la oposición de Al-Assad.
Con todo y eso, Bashar al-Assad está dispuesto a dar la pelea. En una llamada con su homólogo emiratí, Mohamed bin Zayed, al-Assad dijo que “Siria continúa defendiendo su estabilidad e integridad territorial contra todos los terroristas y sus partidarios y es capaz, con la ayuda de sus aliados y amigos, de derrotarlos y eliminarlos sin importar cuán severos sean sus ataques terroristas».
2. ¿Por qué ahora?
Medio Oriente atraviesa en este momento diversos conflictos en múltiples frentes. Con la incursión israelí en curso en la Franja de Gaza -desencadenada por los ataques de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023- y el fuego cruzado entre Hezbolá y las fuerzas israelíes, el contexto sirio había estado hasta ahora lejos de ser el protagonista de la región.
Sin embargo, la incursión de los rebeldes de HTS en los últimos cuatro días revive los horrores de la violencia que ha vivido Siria en el pasado.
Pero, ¿por qué el recrudecimiento de la violencia ocurre en este momento?
En diálogo con France 24 y desde Israel, Jana Beris, periodista y analista de Medio Oriente, indica que “los rebeldes lanzaron esta nueva ofensiva al evaluar la situación y comprender que los grandes aliados del régimen sirio, o sea Hezbolá e Irán, están ahora mucho más débiles, especialmente Hezbolá que por más que proclame su supuesta victoria ante Israel, sufrió un durísimo golpe”.
Lo anterior es importante, ya que, según Beris, “en la guerra contra el presidente Al-Assad contra los rebeldes, Hezbolá participó activamente y el apoyo iraní fue clave. Hezbolá envió muchos hombres a combatir junto a Assad”. Con todo y eso, “ahora no lo hará”.
3. ¿Quién y dónde?
Para entender a profundidad el contexto actual sirio, es necesario saber la naturaleza de quiénes están detrás del recrudecimiento de la violencia.
Hayat Tahrir al-Sham es un grupo yihadista sirio considerado como una organización terrorista por Estados Unidos, Rusia -cercana al gobierno de Assad-, la ONU y otros países.
Abu Mohamed al-Golani surgió como líder de esta rama siria de Al Qaeda en 2011, durante los primeros meses de guerra en el país. Su intervención fue catalogada como no deseada por muchos miembros de la oposición siria, que esperaban que la lucha contra al-Assad no se viera contaminada por el extremismo violento.
Sin embargo, desde los primeros años de su surgimiento, Golani y HTS se atribuyeron la responsabilidad de mortales atentados, prometieron atacar a las fuerza occidentales y cosificaron propiedades de minorías religiosas.
Años después, Hayat Tahrir al-Sham rompió vínculos con Al Qaeda en 2016. Desde entonces, Golano ha tomado medidas extremistas en su territorio y se presenta a sí mismo cada vez más como protector de otras religiones.
De acuerdo con el investigador Aaron Zelin, HTS y su líder han buscado rehacerse en los últimos años, buscando promover un gobierno civil en su territorio junto con su accionar militar.
En ese sentido, los rebeldes de este grupo islamista tomaron el control de la parte oriental de la ciudad de Alepo en 2012. Desde entonces, ese territorio se convirtió en el símbolo del avance de los grupos armados opositores y, por supuesto, de HTS.
Dicha ciudad es uno de los centros de comercio y cultura de Medio Oriente. Antes de la guerra, albergaba a más de 2,3 millones de personas.
En 2016, el símbolo de la oposición siria fue sitiado por las fuerzas gubernamentales, respaldadas por ataques aéreos rusos. Con proyectiles, misiles y bombas de barril de fabricación rusa, el Ejército de Al-Assad arrasó metódicamente los barrios de la ciudad e hizo que los rebeldes se rindieran ese año.
Así pues, el inicio de la participación rusa en el conflicto fue el gran punto de inflexión de la guerra, permitiéndole a Al-Assad retomar el control de este disputado territorio.
4. El capítulo más reciente de una violenta historia
La guerra en Siria lleva 13 años con Al-Assad en el poder durante todo este periodo, mientras que las fuerzas opositoras han hecho todo tipo de intentos para derrocarlo. Este fuego cruzado ha cobrado la vida de más de 500.000 personas y ha ocasionado que más de 6,8 millones de sirios hayan dejado su país.
Con todo y eso, el presidente sirio no controla la totalidad de la nación. El 30% del territorio de Siria no está bajo el control de Al-Assad, sino en manos de fuerzas de la oposición y tropas extranjeras. Estados Unidos, por ejemplo, tiene cerca de 900 elementos al noreste del país, lejos de Alepo, como una medida de prevención para protegerse contra un posible resurgimiento del Estado Islámico.
Tanto Washington como Israel llevan a cabo ataques ocasionales en Siria contra las fuerzas gubernamentales y las milicias aliadas de Irán. Turquía, por su parte, también cuenta con soldados desplegados en suelo sirio y ejerce una considerable influencia en las fuerzas de oposición que asaltan en la actualidad Alepo.
Así pues, la violencia se toma una vez más esta nación de Medio Oriente. Y, aunque es difícil prever el futuro de la escalada, lo que sí es seguro es que Siria está rumbo a un escenario de más inestabilidad.
Y es que, si los rebeldes logran continuar expandiéndose por el país e hipotéticamente derrocando a Al-Assad, el poder no llegaría a un escenario mucho mejor.
Según Beris, “si se tratara de rebeldes defensores de la democracia y la libertad que logren derrotar a un régimen asesino y dictatorial como el sirio, diría que se abre un horizonte de gran esperanza y de luz. Esta no es la situación. Los rebeldes son islamistas sunitas extremistas, no demócratas”.
5. El rol de Rusia y Turquía
Este recrudecimiento de la violencia en Siria, como ya se ha visto en otros conflictos en Medio Oriente y el resto del mundo, pone en relieve la complejidad de la geopolítica detrás de la guerra.
En este caso en particular, Al-Assad es apoyado por Rusia e Irán, mientras que Turquía ampara a algunos de los grupos de la oposición al noreste sirio, en donde hacen presencia las fuerzas turcas.
De esta manera, una vez más el contexto sirio mide las fuerzas entre Ankara y Moscú. Con todo y eso, su participación en este conflicto no es algo reciente. De hecho, ambos países mediaron un alto el fuego en 2020 que frenó otra escalada de violencia en el noreste sirio.
Desde entonces, los enfrentamientos en Siria habían disminuido.
No obstante, la génesis del conflicto sirio se fundamenta en su mayoría -como en el resto de la región- en una diferencia religiosa.
Para Beris, la analista sobre Medio Oriente y periodista entrevistada por este medio, “aunque los rebeldes no hayan sido enviados por nadie y aunque tengan su propia agenda, está claro que esto es un enfrentamiento entre el Islam chiita radical y el Islam sunita radical”.
Un escenario en el que “Rusia, en efecto, está del lado de Irán”. “No es nuevo. Un mosaico muy complejo”.
Con Reuters, AP, EFE y medios locales
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