La casa de Humberto Ortega Saavedra, exjefe del Ejército nicaragüense y hermano del presidente Daniel Ortega, fue cercada por agentes de policía. El hecho se dio luego de que el militar retirado desde 1995 señaló que el mandatario «no tiene sucesores» en el poder, mermando la credibilidad de la vicepresidenta, Rosario Murillo, y de sus hijos.
Nueva represalia del régimen de Daniel Ortega. El diario local La Prensa reportó que la fuerza policial nicaragüense emprendió un operativo el 19 de mayo en la casa de Humberto Ortega Saavedra, una de las figuras claves de la revolución sandinista, para requisar sus celulares y computadoras. Además, fue citado para un «encuentro» en la sede de la Policía Nacional.
El operativo fue liderado por el comisionado Vladimir Cerna, quien le comunicó al hermano del presidente que no se encuentra ni detenid, ni en prisión domiciliaria. Sin embargo, lo exhortó a comunicarle a la policía cualquier «cualquier movimiento» que vaya a realizar.
La embestida policial en contra de Humberto Ortega Saavedra ocurrió horas después de que se publicara una entrevista suya en el medio argentino Infobae. En ella, el hermano del presidente expuso contundentes críticas en contra de la administración de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, a la que el mandatario ha calificado explícitamente como la «copresidenta» de Nicaragua.
En la conversación con Infobae, Humberto Ortega Saavedra puso en duda la continuidad de la «dinastía Ortega» ante un eventual fallecimiento de su hermano, de 78 años de edad. El militar retirado descartó una posible continuidad liderada por Murillo o hasta por el hijo de la pareja presidencial, Laureano Ortega Murillo.
«Sin Daniel no hay nadie, porque, con todo y todo, Daniel es el único líder, histórico, que aún conserva los créditos de esa lucha (…) Mucho menos uno en particular, y más difícil en la familia. Hijos que no han tenido el acumulado de una lucha política. Ni Somoza pudo establecer a su hijo«, expresó el antiguo general de la revolución sandinista en la entrevista publicada el 19 de mayo.
Un histórico comandante desafía a Rosario Murillo
Humberto Ortega Saavedra nació el 10 de enero de 1947 en Chontales, en el centro de Nicaragua, y fue una de las figuras más importantes para el derrocamiento del dictador Anastasio Somoza en 1979. Después de conseguir instaurar un gobierno encabezado por la guerrilla del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Ortega Saavedra fue uno de los nueve comandantes que dirigieron el país durante el período de la guerra civil entre 1979 y 1990.
Ya como jefe del Ejército nacional, Humberto Ortega Saavedra tomó otro papel clave en el proceso de paz consumado en 1990, que prometía una transición a la democracia en Nicaragua, agitada por décadas de lucha en contra de Somoza y las fuerzas reaccionarias impulsadas por el gobierno estadounidense, los contras.
Tras su salida del gobierno sandinista en 1995, Humberto Ortega Saavedra se retiró a su casa en la periferia de Managua, distanciándose de su hermano, que poco a poco acumulaba más poder. Desde entonces el general sandinista retirado ha sido sumamente crítico desde su trinchera.
Los hermanos Ortega no son antagónicos, sino que tienen distintas visiones de cómo administrar el poder. Él dice no ser enemigo del régimen nicaragüense ni de la oposición, «aunque tengo puntos de vista encontrados con ellos», sostuvo Fabián Medina, periodista nicaragüense en el exilio que entrevistó a Humberto Ortega Saavedra para Infobae
Otros disidentes sandinistas han confirmado que la relación entre Humberto Ortega Saavedra y su cuñada nunca ha sido cercana. Aunque descartan diferencias personales, muchas voces creen que Murillo percibe al hermano de su esposo como un rival político que quiere arrebatarle el control del FSLN apenas exista la necesidad de buscar un reemplazo de Daniel Ortega.
«La afirmación del general es una ofensa y un desafío personal para Rosario Murillo, quien se ha prestado desde hace años como la otra gobernante de Nicaragua y como la sucesora de Daniel Ortega en el poder», expresó Dora María Téllez, excombatiente sandinista que se encuentra en el exilio por su postura crítica en contra de la administración Ortega-Murillo.
Humberto Ortega Saavedra es considerado una de las figuras políticas más respetadas por el Ejército nicaragüense que aún no se ha ido al exilio, por lo que sus constantes diferencias con Rosario Murillo, que cada vez acumula más legitimidad en la cúpula gobernante, son percibidas como una amenaza por la vicepresidenta del país centroamericano.
Con EFE y medios locales.