En búsqueda de un mejor porvenir, los migrantes venezolanos afrontan riesgos físicos, económicos y emocionales, que los hacen dudar en medio del camino sobre si era mejor quedarse o partir. Ese éxodo ha tenido, además, un impacto demográfico y financiero debido a que se ha perdido mano de obra productiva, mientras que miles de familias se han resquebrajado.
La disyuntiva previa a las elecciones del 28 de julio para muchos ciudadanos era si salir del país era una solución a su situación o si podrían volver. Pero, la incertidumbre, con versiones encontradas sobre los resultados y la presión internacional para transparentar el proceso, tiene a miles de migrantes sin saber qué hacer.