«Las fuerzas de seguridad han revelado información de inteligencia y numerosos documentos encontrados en la Franja de Gaza que confirman la afiliación militar de seis periodistas de Al Jazeera en Gaza con las organizaciones terroristas de Hamás y de la Yihad Islámica«, indicó el Ejército israelí en un comunicado, en el que cita con nombres y apellidos a los periodistas.
En la nota, indican que los documentos encontrados sobre estos seis periodistas gazatíes incluyen «cuadros de personal, listas de cursos de formación para terroristas, directorios telefónicos y documentos de salarios de terroristas».
Para Israel, estos documentos «constituyen una prueba inequívoca de que estos individuos actúan como agentes militares de las organizaciones terroristas en la Franja de Gaza» y son altavoces de «la propaganda a favor de Hamás» especialmente en el norte de la Franja a través de Al Jazeera.
Al Jazeera condenó «con vehemencia las recientes acusaciones infundadas hechas por las fuerzas de ocupación israelíes contra sus periodistas que operan en el norte de Gaza» y consideró que estos hechos «inventados» representan «un intento flagrante de silenciar a los pocos periodistas» que quedan en la Franja.
El medio también denunció que estas «acusaciones infundadas» surgen después de que la cadena «expusiera» posibles crímenes de guerra cometidos por Israel durante la guerra en Gaza, y recordó que el canal catarí es «el único medio internacional que documenta la crisis humanitaria» en el enclave palestino.
La organización islamista Hamás, que gobierna en Gaza, respondió a ello con un comunicado en el que acusó a Israel de intentar «asesinar moralmente» y «demonizar» a los periodistas palestinos con este tipo de anuncios, y tildó de «falsa narrativa» su acusación.
Hamás aseguró que Israel ha utilizado listas de heridos para presentarlas como listas de miembros de la organización y que ha manipulado datos «generales y que no son importantes ni tienen relación alguna» con la organización.
Las acusaciones de Israel contra los periodistas de Al Jazeera se producen después de que en las últimas tres semanas las tropas israelíes recrudecieran su ofensiva en el norte de la Franja, causando ya más 700 muertes, miles de heridos atrapados y decenas de miles de desplazados, según datos de la ONU.
Al Jazeera informó el martes que Israel está impidiendo la «evacuación médica urgente» de dos de sus periodistas que resultaron gravemente heridos en ataques israelíes en la Franja hace dos semanas.
El 22 de septiembre, Israel también ordenó el cierre de la oficina del canal en Ramala, en la Cisjordania ocupada, tras irrumpir con soldados en la sede donde incautaron y destrozaron equipos.
Durante el allanamiento de la oficina, los soldados arrancaron un cartel de la periodista Shireen Abu Akleh, a quien un soldado israelí mató hace dos años mientras cubría una redada militar en Cisjordania ocupada.
Tras el cierre de la oficina de Ramala, la organización no gubernamental Amnistía Internacional acusó a las autoridades israelíes de «otro ataque descarado contra el derecho a la libertad de expresión» y de dar un «golpe demoledor» a la libertad de prensa.
Al Jazeera es uno de los canales con mayor despliegue y periodistas en la Franja, adonde el gobierno israelí no permite el acceso a la prensa internacional.