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El Partido Laborista gana con mayoría absoluta los comicios británicos y pone fin a 14 años de gobierno conservador

Por France24
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Oficialmente, el Partido Laborista consigue mayoría parlamentaria y coloca a Keir Starmer como virtual primer ministro británico. Según el conteo gubernamental, los laboristas de centroizquierda superaron ampliamente los 326 escaños en la Cámara de los Comunes necesarios para obtener la mayoría y formar gobierno, materializando una noche de victoria para Starmer y de humillante derrota para el ahora primer ministro saliente, Rishi Sunak.

El Partido conservador del todavía primer ministro británico, Rishi Sunak, fue derrotado en las elecciones parlamentarias de Reino Unido por primera vez en 14 años. 

Keir Starmer, líder laborista, se convierte ahora en el virtual primer ministro británico y, a unas horas de asumir el cargo, aseguró este viernes 5 de julio que «la gente ha hablado, y está lista para el cambio».

En una declaración tras conocer el resultado de la votación en su circunscripción del centro de Londres, Starmer, que obtuvo 18.884 votos, aseguró que es hora de «acabar con la política de la interpretación y volver a la política del servicio público».

«La gente ha hablado esta noche aquí y en todo el país, y está lista para el cambio. Han votado. Ahora nos tocar a nosotros dar resultados», señaló.

Starmer compareció con una gran sonrisa, acompañado por su mujer, y animado por sus simpatizantes, mostrándose entusiasmado por las que hasta ese entonces eran predicciones sobre una mayoría laborista en el Parlamento. Ahora, esas predicciones son una realidad.

El líder se comprometió a «servir a todas las personas» de su circunscripción, hayan votado por él o no.

«Hablaré en su nombre, los respaldaré, lucharé de su lado cada día», agregó tras conocer los resultados de la votación, que le colocaron ampliamente en primera posición, por encima de un candidato independiente y de los Verdes.

Los Tories, como se conoce a los conservadores, cayeron ante el Partido Laborista (centroizquierda), que logró un demoledor resultado, lo que lleva Keir Starmer al poder, en reemplazo del conservador Sunak, cuyo partido perdió la mayoría en el Parlamento y sufrió un revés histórico.

Tras ganar su propio curul al norte de Inglaterra, Sunak admitió este viernes 5 de julio la derrota del Partido Conservador y reconoció que «el Partido Laborista ha ganado las elecciones» generales celebradas el jueves.

Sunak, que conserva su escaño de diputado, se disculpó por la derrota histórica para su formación y asumió su responsabilidad, al tiempo que adelantó que en las próximas horas dejará la jefatura del Gobierno. 

El conteo oficial, cuyo proceso es lento, aún no ha terminado, pero las estimaciones ya habían vaticinado la mayoría absoluta por parte de los laboristas y una derrota histórica de los ‘Tories’ en los comicios del 4 de julio.

Los resultados a boca de urna de las elecciones legislativas en Reino Unido celebradas el 4 de julio de 2024 muestran una victoria histórica para el Partido Laborista, que acaba con 14 años de hegemonía conservadora. © France 24

Para la 01:00 GMT del viernes (02.00 hora local), los laboristas consiguieron 9 de los 10 primeros escaños adjudicados en el conteo oficial y horas después se reveló que los liderados por Starmer habían conseguido la mayoría absoluta. Se espera que a lo largo de la madrugada británica se vaya develando el partido ganador en el resto de escaños.

Ya desde la publicación de los primeros sondeos tras el cierre de urnas, todo indicaba que el líder laborista sería el nuevo primer ministro británico, desplazando al Partido Conservador de Downing Street por primera vez desde 2010 y sellando, además, una de las peores derrotas electorales en la historia de los ‘Tories’, que queda con 131 curules.

Por el lado de las minorías parlamentarias, el Partido Liberal-Demócrata obtuvo 61 asientos; el populista Reform UK, liderado por el ultraderechista Nigel Farage, llega al Parlamento tras conseguir 13 escaños; los Nacionales Escoceses ganan 10 curulesPlaid Cymru, independentistas galeses, 4 escaños; y Los Verdes se quedan al fondo de la lista con 2, según las estimaciones.

Con estos resultados preliminares, Starmer se consolida virtualmente como el nuevo líder del Gobierno británico, quedando muy cerca de los escaños obtenidos en 1997 por el laborista Tony Blair y consagrando un resultado histórico para la centroizquierda del Reino Unido.

«A todos los que han hecho campaña por los laboristas en estas elecciones, a todos los que nos han votado y han depositado su confianza en nuestro Partido Laborista, que ha cambiado: gracias.», escribió el líder laborista en su perfil de X, agradeciendo el voto popular confiado a su representación política.

Starmer, antiguo fiscal y abogado defensor de los Derechos Humanos de 61 años, se convertirá en el primer líder laborista en triunfar en unas elecciones generales desde el 2005, con la promesa de revertir las crisis económicas, políticas y sociales que construyen el legado de los últimos 14 años de los ‘Tories’.

Momentos después de que el recuento oficial le otorgara la victoria en su circunscripción particular para entrar a la Cámara de los Comunes, el líder laborista expresó que el electorado británico había votado por su representación para cambiar la situación en el país, cosa que Starmer promete llevar a cabo.

Después de que todos los asientos sean oficialmente designados, será hasta la mañana del 5 de julio cuando, tras la publicación de los resultados, Rishi Sunak entregará su dimisión ante el rey Carlos III y dará paso a la consagración de Starmer como nuevo primer ministro.

El Partido Laborista derrota al Partido Conservador

El Reino Unido acudió este 4 de julio al llamado a las urnas adelantado tras la convocatoria de Sunak, en medio del descontento con el mandato de su partido en la Cámara de los Comunes.

Tras su convocatoria, la debacle conservadora se ha materializado en las urnas, al alcanzar poco más de 100 escaños en la cámara baja del Poder Legislativo británico.

Aunque el desempeño Tory estuvo por encima de lo pronosticado en algunas encuestas previas a la elección, algunas vaticinando que obtendría menos de 100 asientos, sigue siendo el peor resultado electoral en los 190 años de historia del Partido Conservador.

Los resultados de un sondeo a pie de urna en las elecciones generales del Reino Unido se muestran en la BBC Broadcasting House de Londres el jueves 4 de julio de 2024. Foto: Oli Scarff / AFP

Sunak llamó a elecciones seis meses antes de lo presupuestado, el pasado 22 de mayo, después del desastroso desempeño de su partido en las elecciones locales, el peor en los últimos 40 años.

Aunque el premier parecía decidido a remontar la desconfianza popular en su contra durante las semanas posteriores a su anuncio, el sentimiento de derrota parecía inundarlo en la víspera de los comicios, cuando hizo un llamado público a evitar una «supermayoría» laborista en la Cámara de los Comunes.

El malestar popular con la facción conservadora tradicional en Reino Unido puede ser explicado a través de una radiografía de los últimos 14 años de Gobiernos ‘Tories’. El estancamiento económico, la ineficacia del Brexit, el auge en la inmigración y el descuido del sistema de salud público son las claves para comprender el desencanto popular en contra de los conservadores.

La pauta de austeridad implementada por el ex primer ministro conservador David Cameron como respuesta a la crisis de 2008 ha empeorado sustancialmente la calidad de vida de la clase media y baja al interior del país, quienes se quejan de los altos precios de la vivienda y la canasta básica británica, a pesar de los alardeos conservadores por haber controlado la inflación en la última década.

«El crecimiento ha sido lento para todos: ricos y pobres, viejos y jóvenes. Esto significa que, aunque la desigualdad de ingresos se ha mantenido estable, los avances en la reducción de la pobreza absoluta han sido dolorosamente lentos», mencionó Tom Waters, director asociado del Instituto de Estudios Fiscales, a finales de mayo.

Además, los votantes británicos castigaron electoralmente a los conservadores por el mal manejo del sector sanitario. El Servicio Nacional de Salud (NHS) es un pilar para el bienestar de la ciudadanía británica que no puede costear los altos precios de la salud privada en el país, lo que lo convierte en pieza clave para el electorado al momento de depositar su voto en las urnas.

Para el mes de abril, existía una lista de espera de unos 7,6 millones de pacientes que esperan por tratamiento en el sector público, según datos oficiales. El número de pacientes en espera se triplicó desde el 2010, año en que los Tories regresaron a encabezar el Gobierno británico.

Las secuelas económicas del covid-19, los escándalos personales dentro del partido – que llevaron a la dimisión de Boris Johnson y la penosa administración de Liz Truss, que duró 45 días como primera ministra – y el papel de Londres en las guerras de Ucrania y Gaza fueron otros factores que explican la catástrofe electoral conservadora.

La ultraderecha se cuela en el parlamento

Otro de los puntos clave  de los resultados preliminares en Reino Unido es la irrupción de Reform UK en la preferencia popular. Liderado por el polémico ultraderechista Nigel Farage, Reform UK logró obtener representación dentro de la Cámara de los Comunes por primera vez en la historia, adjudicándose 13 escaños, según las estimaciones, y superando las predicciones previas a los comicios.

El voto favorable a los ultras británicos también juega un rol importante en la derrota histórica de los Tories, ya que su discurso antiestablishment habría arrebatado del terreno conservador a los votantes más radicales de las filas conservadoras, mermando su base electoral.

Reform UK presume una plataforma política basada en la figura de Farage, que esgrima una retórica xenófoba y racista que apunta a la población inmigrante como el causante real de los grandes males que lastran al Reino Unido en la actualidad. Fórmula popularizada en otras coaliciones ultras en Europa, como Agrupación Nacional (RN) en FranciaVox en España y AfD en Alemania.

«La revuelta contra el establishment está en marcha», escribió Farage en su perfil de X, acompañado de un video con su figura agradeciendo a sus votantes por los «enormes» resultados de su partido en las elecciones británicas.

Farage, de 60 años, es uno de los euroescépticos más contrastados de la política británica. Aunque tuvo sus primeros pasos en la política dentro del Partido Conservador, decidió renunciar a su militancia en 1992 tras la firma del Tratado de Maastricht con la Unión Europea, criticando el acercamiento británico con el bloque continental.

Tras su salida de la representación Tory, Farage fue uno de los fundadores el Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), por el que fue electo para el Parlamento Europeo en 1999. Para 2006, ya era el líder de la representación política más euroescéptica del escenario británico, sentando las bases narrativas para el referéndum del 2016, donde fue pieza clave para consumar el Brexit.

Después del referendúm, Farage renunció a UKIP, con el objetivo de fundar su propio partido, el Partido del Brexit, en abril de 2019. Ya consumada la salida de la Unión Europea, el partido cambio su nombre a Reform UK, representación que hoy ha conseguido sus primeros escaños dentro del Parlamento.

El partido ultra británico defiende imponer una política de «inmigración cero» para el Reino Unido, restringiendo todos los movimientos migratorios «no esenciales», además de defender el bloqueo de las pequeñas embarcaciones que entran al país lleno de personas en situación de movilidad que buscan refugio en territorio británico.

Aunque son parte de las minorías en el Parlamento, la entrada de Reform UK a la cámara baja le otorga una visibilidad nunca antes experimentada para la representación ultra. Un fenómeno que podría evolucionar a semejanza de lo ocurrido en otras partes de Europa y que suma a la normalización de la ultraderecha en la política del viejo continente.

Por Maximiliano Pérez Gallardo

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