En 2006, Viniloversus –en ese entonces una agrupación de amigos adolescentes– ganó el Festival Nuevas Bandas, que se celebró en la Concha Acústica de Bello Monte. Dieciséis años y cinco discos después, la banda regresó al lugar donde comenzó todo para reencontrarse con su público, ese que los ha acompañado desde sus inicios.
Aunque la cita era a partir de las 6 de la tarde, muchos llegaron pasado el mediodía para ser los primeros y escoger la mejor ubicación.
El show –una producción de Cusica, parte de una serie de conciertos previos al Cusica Fest– comenzó puntual con la presentación de Tomates fritos, que durante una hora se paseó por clásicos como “Granola”, “Nadaré hasta llegar” o “Tripolar”. Aunque la participación de la banda integrada por Boston Rex, Carlos “Kike” Franco, Rodrigo Vera y Max Martínez no fue una sorpresa, su inclusión se anunció pocas semanas antes del concierto.
Boston Rex, vocalista de Tomates fritos | Foto Julio Lovera
Las gradas de la Concha Acústica no estuvieron llenas hasta poco antes de que Viniloversus subiera a escena, cerca de las 8:30 pm. Aunque días antes daba la impresión de que no se habían vendido suficientes entradas, pues aún había boletos disponibles, aproximadamente 3.000 personas asistieron al concierto, según datos de la producción. Hubo hasta quienes viajaron desde el interior del país del país para ver a la banda, que lo agradeció.
Una luz roja poco a poco fue cubriendo el escenario para dar paso a una cuenta regresiva que precedía al sonido pesado y poderoso de Viniloversus que cayó como un “Yunque”, tema con el que abrieron. Sin descanso y mediar palabras, la banda siguió con “Las historias” e “Implosión”.
“Buenas noches, Caracas. Estamos muy felices de estar aquí”, dijo Rodrigo antes de continuar con “Tu ambición”, “Ultravioleta” y “Azteca”. El show tuvo pocas pausas, Viniloversus se centró en ofrecer un espectáculo pesado, enérgico y sin dar tregua a un público ávido de música. La banda hizo un recorrido por los temas más emblemáticos de su carrera y destacó algunos de los temas de su disco Days of Exile (2017). “Esta fue nuestra carta de presentación cuando nos fuimos del país (a Estados Unidos)”, añadió el cantante antes de interpretar “Broken Cities”.
Rodrigo Gonsalves, vocalista de Viniloversus | Foto Julio Lovera
En el show también hubo espacio para los invitados. La primera fue Samantha Dagnino, con quien cantaron “Carpe diem”, y el segundo fue El otro polo, con quien llegó el momento acústico de la noche para interpretar “Canción de amor”, que originalmente hace Simon Grossmann. Gonsalves aprovechó la energía, más suave e íntima, para destacar la calidad de la movida musical venezolana. “En Venezuela hay muchas bandas talentosas, qué bueno que la movida cultural se esté recuperando. Apoyen al talento local”, dijo
Además del sonido fuerte y poderoso, el show de Viniloversus se caracterizó por los efectos visuales que acompañaron su presentación. Mucho rojo y blanco, juegos de luces a contraluz, fuego y visuales verticales del grosor de las líneas de la Concha acústica.
Este show fue especial, no solo porque se realizó en el lugar donde el grupo ganó el Nuevas Bandas sino porque es el primer concierto de Viniloversus luego del Cusica Fest, en 2019, y tras una larga y compleja etapa para la movida musical venezolana que, debido a la crisis política, económica y social del país, permaneció apagada durante varios años.
Durante poco más de dos horas, Viniloversus ofreció un show en el que interpretó 30 canciones con las que puso a bailar, cantar y gritar a un público ávido de conciertos y en el que hubo espacio para la experimentación, con poderosos solos de guitarra, y para pequeños guiños, como el que le hicieron a “Vocabulario básico”, de Rawayana, en un fragmento de “Dos secretos”.
Contrario a la expectativa de algunos, la banda se despidió con “Amnesia invocada” y no con “Ares”, uno de los temas más emblemáticos del grupo y que se convirtió en un himno de protesta en las manifestaciones antigubernamentales de los últimos años. “Fácil, uno de los mejores conciertos del año”, comentaban satisfechos en un grupo de amigos mientras salían de la Concha. Lo reconoce la banda: el en vivo de Viniloversus es uno de sus mejores atributos.
