El escritor Pablo Vierci, autor del libro La sociedad de la nieve en la que se basa la película de J.A. Bayona, cree que lo que vivieron sus protagonistas demuestra que el hombre no es un lobo para el hombre y que en la peor situación imaginable no surge «la jauría, sino la compasión y la misericordia».
El escritor y periodista uruguayo es amigo desde su juventud de muchos de los que viajaban en aquel avión que el 13 de octubre de 1972 se estrelló en los Andes, ya que había estudiado junto con ellos e incluso jugado en el club de rugby con el que el equipo viajaba a Chile a jugar un partido.
Treinta y seis años después, los 16 sobrevivientes contaron sus experiencias a Vierci en el libro La sociedad de la nieve, una novela «coral» que la editorial Alrevés publica en España días después de que la adaptación cinematográfica de J.A. Bayona haya ganado 12 premios Goya, una cinta que es también candidata a Mejor Película Extranjera en los Oscar.
«Hay 16 vivos porque hay 29 muertos, porque ofrecieron su cuerpo para que los demás pudieran sobrevivir», aseguró en una entrevista con EFE Vierci, que destaca que ese ofrecimiento fue el «ejemplo de generosidad más extremo» que conoce.
Para demostrarlo están ahí sus testimonios, tanto los de los supervivientes como los que dejaron en cartas varios de los que no regresaron y que son «indelebles y eternos».
Y destaca el hecho de que la película de Bayona se cuente desde el punto de vista de Numa Turcatti, que murió sólo 11 días antes de que fueran rescatados, porque el foco se puso en los supervivientes, pero «¿y los 29?», se pregunta Vierci.
Cree que los supervivientes «crecieron muchos años» en esos 72 días que estuvieron en condiciones infrahumanas y que la sociedad de entonces dio «un paso gigante» porque no hubo «ningún reproche»: hubo una «aceptación universal» de lo que habían vivido en la nieve, de cómo se habían «ofrecido en vida» a sus compañeros para que pudieran sobrevivir, en una época anterior a la existencia siquiera de la donación de órganos.
Porque, dice, «hay que mirarlo al revés: no como ‘yo me alimento del cuerpo de un muerto’, sino como ‘yo te ofrezco mi cuerpo para que tú sigas'».
El escritor recibió en 2011 un correo electrónico de J.A. Bayona en el que le decía que su libro era «uno de los relatos más impresionantes, inspiradores y reveladores» que había leído nunca y que aquello que había leído o visto anteriormente sobre el tema no era «más que la punta del iceberg de lo que realmente sucedió allí» por lo que creía que su viaje «debería ser contado en la gran pantalla con la misma intensidad».
Para Vierci, esta carta fue como «un meteorito trasatlántico» que le hizo el efecto de un «torpedo emocional» y aunque tenían otras propuestas para la adaptación audiovisual, comenzó con Bayona una colaboración para la puesta en marcha de esta película en cuyo rodaje ha acompañado al director.
Trabajaron muchos años en la versión que Bayona quería hacer y entrevistaron a los sobrevivientes y amigos y familiares con los que no volvieron y estos depositaron su confianza en ellos sin que nunca pidieran conocer nada de antemano, recuerda.
Vierci dice que Bayona le describe como «el guardián y custodio de la historia» y él lo es, asegura el autor, de que todo esto «fuera absolutamente auténtico», porque entonces así «se llega a la esencia y si se llega ahí, es universal».
Y para que fuera auténtico, debía de rodarse en español, «en uruguayo», dice Vierci, que recuerda cómo Bayona luchó para que así fuera.
Además de la película, ha explicado, han rodado una «postpelícula» con entrevistas de Bayona a los 16 supervivientes sobre el efecto que les produjo ver la cinta.
Sobre la gran acogida de La sociedad de la nieve que él siempre ha sido el «optimista», quizá por ignorancia de los procesos de las academias de cine y que sostuvo desde el principio que era una película ganadora: «juega en una liga de que es distinta, no mejor ni peor, pero es la liga emocional, la liga transformadora, es como una experiencia», aunque reconoce que en Hollywood «hay otro tema», que es que esté rodada en español.