Víctor Drija regresa a las pantallas; no será actuando, sino haciendo lo que más le gusta: bailar. No estará solo en este nuevo proyecto. Él y su familia serán coaches en el programa Así se baila que la cadena Telemundo.
La oportunidad –cuenta Drija– se dio de manera espontánea. Al primero que contactaron fue a su padre, Antonio Drija, para que fuera el director artístico y coreógrafo principal. Luego le extendieron la invitación a los demás integrantes de la familia. «Como sabían que el baile nos une y que tenemos muchos años trabajando en esta industria quisieron incorporarnos a todos», dice.
El primer episodio de Así se baila, un show en vivo, se estrena el sábado 11 de septiembre. Por eso, la dinámica de ensayos es ardua, de lunes a sábado. Desde hace dos semanas los coches –Anita Vivas, la madre; George, su hermano, y Víctor– practican con las parejas que serán parte del show. «A cada integrante de la familia le toca ser coach de una pareja, excepto a mi papá, quien supervisa el trabajo de todos, y coreografiar otras piezas que les tocan a los participantes», explica el también cantante de 36 años de edad.
Sin embargo, ellos no son los únicos coaches. Drija explica que por el número de parejas, diez en total, necesitaban más personas, por lo que su padre incorporó al proyecto a coreógrafos de su confianza. Cada coach está a cargo de dos parejas.
Trabajar con su familia ha sido una experiencia que ha disfrutado al máximo. «Mi padre es el coreógrafo principal y mi madre es su mano derecha. Entonces, le reportamos a ellos dos, con todo el respeto que se merecen», dice Drija.
Aunque no puede hablar sobre su experiencia en los ensayos con las parejas, asegura que el ambiente en el set es de mucha superación. «Los participantes llegan todos los días con la actitud de querer hacerlo mejor y hemos visto el progreso desde el día uno hasta hoy. Entonces, eso quiere decir que van a seguir adelante, no vemos ningún participante que esté solo por compromiso, todos están entregados al proyecto», afirma Drija.
Así se baila es la primera participación de Víctor Drija en la televisión de Estados Unidos. Sus expectativas son las de siempre: divertirse, aprender y crecer. «Estoy en mi zona, la música, el arte. Esto también me ha servido como una pausa de la música, aunque he tenido que hacer conciertos en paralelo, y me ha puesto a retomar cosas que tenía muchos años sin hacer como coreografiar otras piezas que no son las mías”.
Para el actor y cantante, que saltó a la fama con la serie juvenil Somos Tú y Yo, cada proyecto en el que ha trabajado le ha abierto las puertas a otras oportunidades, y este no será la excepción. «Estoy seguro que esto traerá algo de mayor beneficio. Ahora estoy viviendo el día a día, disfrutándolo y entregando lo mejor de mí. Cuando uno hace eso logras conectar con otros y se generan nuevas oportunidades», dice.
Para Drija el baile es una manera de interpretar la música y los sentimientos con el cuerpo. «Creo que el bailarín es un músico y su instrumento es el cuerpo. Entonces, imagina unir eso con una rutina de baile interesante, que combina diferentes ritmos porque todos te llevan a algo», indica.
La familia lo es todo para Víctor Drija. Por eso, se siente agradecido de pertenecer a un grupo tan especial y hacer lo que más disfruta con ellos. «Mi familia es muy especial, es diferente. Siempre he sentido el apoyo de ellos y el cariño con el que me acompañan. Los proyectos vienen y van, las oportunidades también; un día estás en la cúspide y al otro en un proceso de reposo, pero lo único permanente es la familia. Así es como nosotros lo sentimos. Eso es lo que más me gusta, que estamos el uno para el otro».
En estos momentos, además del programa de baile, también le está dedicando tiempo a su carrera musical. Hace poco lanzó el tema «Momento» junto a Gabylonia. Al principio, pensó que la colaboración con la rapera no se daría, pues cuando la contactaron y le enviaron la canción dijo que no lanzaría nada de música hasta 2022. Pero al escucharla cambió de opinión. «Me contó que sintió una conexión especial porque sentía que había un mensaje real en ella. Entonces, nos escribió y nos dijo que si quería participar. Para mí era muy importante porque yo sabía que ella iba a aportar mucho a la canción».
Actualmente, Víctor Drija trabaja en más música aunque por los momentos no planea lanzar un álbum. «El mes que viene sale una canción con Víctor Muñoz, tenemos años de amistad, pero nunca habíamos hecho algo juntos. El momento llegó».
Dice que es difícil escoger entre la música y el baile. Lo que más disfruta es hacer ambas a la vez. «Creo que cada uno tiene su espacio y su momento, pero donde ambas coinciden es cuando estoy dando un concierto en vivo». Sobre la actuación dice que no está buscando nada, pero escucha propuestas. «Si llega una oportunidad no me cierro a la idea. En el momento en el que se dé la oportunidad estoy dispuesto y tengo mi maleta lista», afirma.
Hace seis años se instaló en Miami por compromisos profesionales. «Me fui de Venezuela porque estaba haciendo música por acá. Entonces, en esas idas y venidas se fue haciendo habitual que no estuviese fijo en ningún sitio, luego finalmente me quedé», recuerda.
De Venezuela lo que más extraña es el ritmo de Caracas, su gente y ver el Ávila mientras maneja. «Son cosas que parecen sencillas pero que a mí me llenaban mucho». También echa de menos dar conciertos en el país, pero espera volver pronto. «Ya quiero que el covid nos deje hacer shows nuevamente y que se normalice un poco todo para poder compartir de nuevo con la gente», dice.
Lo más difícil de su proceso migratorio, dice, fue dejar de ver tan seguido a su abuela mientras estaba viva, así como entrar y entender la industria musical de otro país. «Es más difícil entrar en el radar de las personas porque hay que competir con los artistas locales y otros que son muy grandes. Mantenerse en órbita ha sido lo más complicado», asegura.
Desde que se convirtió en papá, Víctor Drija ha tenido que equilibrar su vida personal con la profesional. Asegura que ha aprendido a priorizar cada aspecto de su vida. «Ahora dejar de compartir con mi bebé para salir es solo porque estoy seguro de que de esa reunión saldrá algo bueno. Si no es así no iría. Prefiero estar con mi hijo la mayoría del tiempo», finaliza.