Venezuela y China

El caluroso verano de Beijing enmarcó el debut internacional de la Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta (OSJJL) que ofreció, junto con la Orquesta Sinfónica Nacional de China, un concierto en formato orquesta binacional como inicio de las celebraciones de los 50 años de relaciones diplomáticas entre China y Venezuela.

El Beijing Concert Hall abrió sus puertas a las 7:30 pm el lunes 17 de junio para recibir al público que disfrutó durante una hora y media la potente interpretación de un exigente repertorio integrado por obras chinas y latinoamericanas, muestra del intercambio cultural, y que a su vez permitió a la agrupación desplegar su excelencia musical lograda a través del trabajo realizado desde su fundación en 2018.

La primera parte fue dirigida por la maestra Jing Huan, quien previamente fue condecorada con la banda tricolor Tocar, Cantar y Luchar, que otorga El Sistema, por su participación en la Orquesta Binacional Venezuela China. Inició con la ejecución alegre y enérgica de la obertura del Festival de Primavera, de Li Huanzi, a la que le siguieron Dance of Yao People de Liu Tieshan y Mao Yuan; Dance of Golden Snake de Er Nie; y Jazmine Flowers, una de las composiciones chinas más conocidas en todo el mundo.

Venezuela y China

Margariteña, de Inocente Carreño, puso las notas al comienzo de la segunda parte del concierto, que fue dirigida por el maestro Christian Vásquez. Siguió la obra Sensemayá, del mexicano Silvestre Revueltas, y Santa Cruz de Pacairigua, de Evencio Castellanos, que emocionó a todos los asistentes. Venezuela, de José Luis Armenteros y Pablo Herrero; y Alma Llanera, de Pedro Elias Gutiérrez y Rafael Bolívar Coronado fueron lo bises.

«Tocaron con mucha emoción y mostraron su altas técnicas profesionales», expresó la maestra Huan al finalizar el concierto. «Tengo una alta admiración por El Sistema, que es reconocido en todo el mundo y estoy agradecida por haber tenido el placer de trabajar con ellos. Estoy muy feliz», resaltó.

Entretanto, el maestro Vásquez afirmó: «Estamos muy contentos con el resultado. Es una demostración de que la música es universal, no hace falta hablar el mismo idioma para poder comunicarnos entre nosotros».

Música para la paz

Giuseppe Yoffreda, embajador de Venezuela en China, destacó el papel de la música y la cultura en la cooperación internacional y la unión de los pueblos. «El reforzamiento del intercambio cultural y educativo entre Venezuela y China, es parte de la ruta que se han trazado los líderes de ambos países, de cara a la celebración de los 50 años de relaciones diplomáticas», explicó. También agregó que está prevista la visita de una delegación de músicos chinos a El Sistema, para participar en una serie de actividades el próximo mes de septiembre.

Asimismo, Hua Chunying, viceministra de Relaciones Exteriores de la República Popular China, elogió el papel de El Sistema en el desarrollo y la inclusión social. «El Sistema da más esperanza sobre la paz y la armonía en el mundo», agregó. «Quiero felicitar a Venezuela por promover un modelo que ha cambiado la vida de muchos jóvenes a través de la música en los últimos 50 años».

Venezuela y China

Por su parte, Eduardo Méndez, director ejecutivo de El Sistema, señaló que esta ha sido una oportunidad para demostrar el poder de la música. «Es un lenguaje de unidad, de cooperación, de convivencia, de sinergia. El Sistema es embajador de Venezuela en el mundo a través de su cultura, su música, su metodología, sus directores y sus músicos», añadió.

Un emocionante segundo día

El martes 18 de junio, segunda jornada de la visita a China de la OSJLL, comenzó con un reconocimiento al maestro Christian Vásquez por parte de Cherry Chan, presidenta de la Joven Orquesta Sinfónica de Guangzhou, una de las principales formaciones juveniles de China que acoge músicos de entre 9 y 20 años de edad, quien se mostró emocionada por la presentación de la Orquesta Sinfónica Juan José Landaeta y expresó su deseo de una colaboración conjunta en el futuro.

A las 7:30 p.m., el maestro Vásquez levantó la batuta para dar inicio a una exuberante y poderosa interpretación de La noche de los mayas, de Silvestre Revueltas, que un emocionado público ovacionó por 5 minutos. Tras el intermedio, fue el turno de la Sinfonía Fantástica de Héctor Berlioz, que sumergió a los asistentes en un viaje delirante. El público no dejó de aplaudir y el director volvió al escenario para la interpretación de un bis electrizante integrado por Tico Tico, de Zequinha de Abreu; Mambo de West Side Story de Leonard Bernstein; Jazmine Flowers, una composición tradicional china; y Triqui traqui, la versión caribeña de Paul Desenne de Tritsch tratsch polka de Johan Strauss II. La noche, llena de aplausos, cerró con Alma Llanera.


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