El Nobel Mario Vargas Llosa escribió y protagonizó en 2015 junto a Aitana Sánchez Gijón Los cuentos de la peste en el Teatro Español y poco después escribió un cuento, un inédito que ahora publica la revista Letras Libres ambientado en aquellos días y en el que la actriz tiene el papel principal.
Sánchez Gijón es «la musa teatral» del escritor (Arequipa, Perú, 1936) y en El hombre de negro la eleva un peldaño más al otorgarle una característica que es en sí misma un rendido tributo a la capacidad actoral de la madrileña.
En el cuento, adelantado a EFE por la publicación que edita en España Daniel Gascón, Vargas Llosa hace meta literatura incluyéndose él en el relato y al resto de actores con sus nombres reales, aunque cambia el del director -Joan Ollé, en la realidad-.
Antenor Montalvo es un actor en horas bajísimas al que el director Pedrito Adrianzén propone que sea en Los cuentos de la peste, «el hombre de negro».
Se trata de un personaje que no forma parte de la trama, que no habla, que no hace absolutamente nada en ella pero que aparece todo el tiempo con el objeto de recordar al espectador que lo que están viendo es teatro y que el teatro es el simulacro de la vida.
No ha sido una ocurrencia del director proponerle el papel sino de Sánchez Gijón: «Dijo que de todos los actores que conocía el único capaz de no existir en un escenario eras tú», le explica Adrianzén a Montalvo.
Durante las ocho semanas que estará en cartel la obra, con la que la crítica «no será muy buena, tampoco muy mala» aunque cada día se agoten las entradas, el hombre de negro tendrá ocasión de presenciar un fenómeno maravilloso protagonizado por Sánchez Gijón que a él, desesperado como estaba al comenzar, le dará una nueva razón para vivir.
Los cuentos de la peste, basada en ocho relatos del Decamerón, fue la cuarta producción del Teatro Español de una obra teatral del Nobel tras El loco de los balcones, Kathie y el hipopótamo y La Chunga, también protagonizada por Sánchez-Gijón.
Sánchez Gijón interpretaba en Los cuentos de la peste los papeles de espectro y amante sadomasoquista, Pedro Casablanc a Bocaccio, Marta Poveda a Filomena, Óscar de la Fuente a Pánfilo y Vargas Llosa al conde Ugolino.
El argumento de la obra, como recordaba entonces el propio autor, es esencialmente teatral porque se trata de un grupo confinado en un espacio que no tiene otra salida que la fantasía si quiere escapar de la circunstancia fatídica de la epidemia de peste bubónica que tuvo Florencia en 1348, cuando se estima que murieron 30.000 ciudadanos.
El hombre de negro, de cinco páginas y con ilustraciones de Armando Fonseca, se publica en el especial de verano de la revista Letras Libres en compañía de retratos de Daniel Bell y Tony Judt, aproximaciones al cine y la filosofía, reflexiones sobre política contemporánea, y relecturas de Victor Hugo y de Éric Rohmer.