No había desorden. Tampoco largas colas o filas que evidenciaran un evento multitudinario capaz de colapsar las arterias viales de Caracas. Lo que sí había era un número graneadito de personas entrando, en sus vehículos y a pie, a las instalaciones del Teatro Teresa Carreño. Este jueves 8 de septiembre, Noel Schajris se presentaría en la Sala Ríos Reyna en solitario, regalándole a la ciudad una excusa para seguir amando las baladas románticas y para nunca darse por vencidos en el amor.
Schajris pisó Venezuela hace 2 días. 48 horas que le sirvieron no solo para visitar la capital y disfrutar de la gastronomía criolla que tanto alaba sino para hacer una pequeña gira de medios que lo reencontraría con su público. Aprovechó, también, para realizar una visita puntual y significativa a la sede del El Sistema.
Así pues, la cita para su espectáculo estaba pautada para las 7:00 pm. Sin embargo, eran las 7:30 y aún, a las afueras del teatro, había personas sobrellevando la espera tomándose fotos en las glam cams dispuestas en los pasillos o bebiendo cervezas frías para apaciguar el calor. Sí, había muchísimo.
Llamaba la atención que el flujo de gente -justo en la entrada principal del teatro- no era, tal vez, el esperado. ¿Se habían vendido las entradas? Hacía solo tres meses, Noel se presentó con dos sold outs absolutos (que se lograron en tiempo récord) en el Poliedro de Caracas. Esto como parte de su gira Una última vez con Sin Bandera. ¿Qué pasó entonces en esta oportunidad? ¿Está muy cercana la nueva fecha para un concierto propio?
En las taquillas, a pesar de eso, informaron que la venta fue buena y que aún seguían vendiendo entradas para el espectáculo que iniciaba en cuestión de minutos.
El show va a comenzar
7:45 pm. Sonó la campana en el momento justo. La paciencia se agotaba y las ganas se acrecentaban. Los que aún seguían llegando, apuraban el paso y sonreían porque lo hicieron justo a la hora: al fin, se daría inicio al espectáculo de Noel Schajris.
Se apagaron las luces después de una corta bienvenida hecha por la voz de la grabación de una Sala Ríos Reyna que aún seguía sin llenarse. Nadie se esperaba al personaje que aparecería a continuación.
Wilmer Ramírez entró en escena. Entre cejas levantadas y miradas de extrañeza, el actor y humorista venezolano fungió de presentador del espectáculo. Nadie entendía cómo o por qué, pero después de un simpático preludio cargado de humor, no solo animó a los presentes, también les recordó por qué sigue siendo de los cómicos más queridos del país.
Agradeciendo a los productores del show dio paso al único telonero de la noche: Lion Lázaro, quien fuera alguna vez el miembro más joven de la agrupación venezolana Calle Ciega.
El músico cantó ritmos pegajosos, entre los que destacaron géneros como la salsa, el merengue y reguetón romántico de Chino y Nacho. En su repertorio musical también se asomaron Marc Anthony, Héctor Lavoe y Willie Colón, siendo estos dos últimos quienes encendieron al público gracias a su icónica canción «Aguanile».
Lázaro también interpretó algunos de sus temas inéditos como «Sabes que te amo», single que forma parte de su nueva producción discográfica. Su carisma y pasos de baile le garantizaron no solo aplausos sino el cariño de un público escéptico al principio, pero rebosante de buena energía y aceptación al final de su presentación.
¿Y Noel Schajris?
8:50 pm. Seguía llegando gente; continuaban comprando entradas en las taquillas. ¿Cómo era posible? ¿Cómo se regó la voz de que estaban aún disponibles? Un misterio… Uno que contribuiría a que la sala estuviese, a esta hora, completamente llena. Al menos en los palcos y balcones.
Mientras grupos de personas atravesaban las puertas para ingresar a la sala, un enorme telón negro ensombreció las luces y la escena musical de Lion Lázaro. Sonaban -como si se tratase de una prueba de sonido- guitarras, acordes de un piano, platillos de una batería, carraspeos y susurros. Iban y venían algunos técnicos a afinar detalles en tarima mientras corría el reloj. Movían pantallas, apuntadores, luces, cables y micrófonos. ¿Por qué se tardaban tanto?
Muchos aplausos, en varias tandas, fueron necesarios para que, al fin, saliera Noel a escena. Y la espera, por la reacción desaforada del público, valió la pena.
9:07 pm. It’s show time.
El rey de la interacción
«¡¿Qué hubo Venezuela?!», un grito emocionado con un leve acento argentino, pero 100% familiar salió al escenario. Justo en ese momento se convertiría en el objeto del afecto de alrededor 2.000 hombres y mujeres que fueron a verlo, escucharlo, sentirlo.
Ataviado de blanco, resaltó no solo en tarima sino entre sus 4 músicos quienes estaban vestidos de negro. Atípicamente, salió con su celular, grabó un largo video para sus redes y tomó algunas selfies para luego saltar sorpresivamente hacia el foso central del TTC y correr entre el público sonriendo.
«Ustedes son muy especiales, gracias por tanto cariño y por recibirme por primera vez aquí en el Teresa como solista», afirmó Noel Schajris antes de darle inicio al concierto con su primera canción: «No te pertenece», «Vacío», «Será» de Ricardo Montaner; «Y No fue suficiente» y «A medio vivir» de Ricky Martín hicieron el primer viaje del artista a través de algunas canciones propias y en su mayoría covers de artistas que admira.
El virtuoso
En el ámbito musical, virtuoso es una persona con habilidades o capacidades técnicas extraordinarias para tocar un instrumento musical. Noel Schajris entra en esta categoría.
Entre falsetes y notas difíciles de alcanzar en vivo, demostró que su voz está hecha del más puro sentimiento. Suena exactamente igual, e incluso mejor, que en sus grabaciones de estudio. Además, así como lo es él, sus músicos estuvieron impecables con cada canción. De teclados saltan a saxofones y guitarras, órganos de aire, panderetas y más.
Se sentaba mucho con el público, su interacción era casi tan importante como su música. Le gritaban muchos te amos, a los que siempre respondió. Además, conoce el argot del venezolano de cabo a rabo -o eso dio a entender- porque en sus conversaciones con el público usó palabras como chama y cónchale como si se tratase de un aporte lingüístico o cultural para las masas.
«Y llegaste tú» y «Suelta mi mano», grandes éxitos de Sin Bandera tomaron rienda del espectáculo para ese momento de la noche. No lo dejaban cantar y cuando eso pasaba, él resolvía tocando -como nunca antes se había visto- su enorme piano blanco.
Canciones como «Quién como tú», «Infinitamente tuyo» y «No veo la hora», reinaron en el espacio. Sobre todo, esta última que hizo de trampolín para saltar fuera del escenario y nuevamente unirse a sus espectadores. Regalar abrazos, dar besos y terminar de cantar dentro del patio donde estaba la mayor aglomeración de personas era su motor.
«Me va a extrañar» de Ricardo Montaner y «Mi historia entre tus dedos» de Gianluca Grignani se volvieron a convertir en clásicos; todo gracias al piano que, al parecer, se convertiría en su mejor amigo esa noche. «Cuando amas a alguien» y «Sirena» fueron el catalizador de algunas fanáticas quienes, sin tapujos, se colearon entre el personal de seguridad y se lanzaron a la tarima para abrazar a su ídolo.
Noel Schajris y su piano
Pasadas las 10:30 pm y vaticinando el final del romántico show, hasta los músicos dejaron sus lugares en el escenario y se sentaron en la tarima para escuchar la melodía que Noel le regalaba al público venezolano junto a su mejor amigo: el piano.
Silencio. Apreciación. Suspiros. Grabaciones. Lágrimas. Bravo.
Luego interpretaría la canción del final: «Te elegiría a ti», en acústico, como nunca antes lo había hecho.
Una falsa despedida que duró menos de 1 minuto dio cabida a media hora más de show en donde un mix de las canciones más exitosas de Sin Bandera se asomaron para dejar ronco a más de uno, enamorar a muchos y sanar el despecho de otros pocos.
«Kilómetros», «Te vi venir», «Mientes tan bien», «Que lloro» y «Entra en mi vida» fueron responsables de que toda la sala estuviese de pie durante. Celulares grabando, manos celebrando, gargantas gritando y miles de corazones latiendo al unísono junto a Noel Schajris le pusieron punto final a un concierto que dejó a más de uno con ganas de más.
Despidiéndose una vez más de Caracas y preparándose para realizar sus próximas presentaciones en Margarita (sold out) y Puerto la Cruz, dejó el escenario no sin antes recorrerlo de extremo a extremo, regalando sonrisas y palabras de agradecimiento por el apoyo que sintió del público caraqueño.
«Cantó muy pocas canciones propias. Eso fue bastante chimbo». Este fue uno de los comentarios que se repitió más al salir del recinto. «Sí, pero con ese carisma, esa entrega esa voz y ese talento, hubiese cantado solo una canción y eso sería suficiente», fue la réplica que también se oyó.
Noel Schajris sabe entregarse a su público y si es el de Venezuela, más. «¿Cómo no? Ustedes son parte de mí y así será toda la vida. Amo mucho a este país que me ha brindado tanto y eso me hace amarlos a ustedes. ¡Nos vemos pronto!».