Con el traje blanco y los dos moños clásicos de la princesa Leia, Kristin Grady va por el Paseo de la Fama de Hollywood recolectando firmas, determinada a conseguir allí una estrella para la fallecida Carrie Fisher, una de las protagonistas de Star Wars.
Cree que el estreno del noveno y último episodio de la historia original de George Lucas le da el impulso que necesita para lograrlo. Solo que no es tan sencillo, hay unas reglas, un protocolo para solicitar el reconocimiento que le juegan en contra.
El Paseo está ubicado en una parte de la acera del bulevar Hollywood, en Los Ángeles. Allí reposan en el suelo más de 2.600 estrellas con los nombres de celebridades de cine, televisión, teatro y música.
Del elenco principal de Star Wars, Mark Hamill (Luke Skywalker) y Harrison Ford (Han Solo) tienen su estrella allí. Pero no Fisher…, tampoco George Lucas, el creador de la historia.
«Es absurdo», dijo Grady, de 33 años de edad. «Las dos estrellas que realmente importan, que resalta el hecho que Carrie Fisher no tenga una, son Harrison Ford y Mark Hamill. Las dos estrellas masculinas de Star Wars tienen su reconocimiento, pero la estrella femenina de Star Wars, no», agregó.
«No se trata solo de conseguirle a Carrie el reconocimiento que absolutamente se merece, se trata de hacer cambios sistemáticos para las mujeres en Hollywood», aseguró.
Grady colecta las firmas cerca del Teatro Chino, donde se realizó la premiere mundial de la película que pone fin a la saga Skywalker creada por Lucas hace más de 40 años.
Además del disfraz de Leia, lleva consigo una carpeta con la planilla, en la que ya recolectó cerca de 6.000 firmas y una pequeña pancarta en la que se lee #AStarForCarrie.
Varios firmaron entusiasmados, algunos hasta sorprendidos de que Fisher no tuviera ya una estrella en Hollywood.
Al morir, los fanáticos improvisaron una estrella en el Paseo para rendirle homenaje con la inscripción: «Que la fuerza siempre esté contigo». Y un año después le dedicaron una placa en el Teatro Chino.
«Genial»
Luego que una petición para remover la estrella del presidente Donald Trump fuera aprobada por el concejo municipal de West Hollywood, Mark Hammill tuiteó en junio: «Sé quién debería reemplazarla… #AStarForCarrie».
Fue la inspiración para la etiqueta que lleva Grady en su pancarta.
Ana Martínez, portavoz de la Cámara de Comercio de Hollywood y organizadora de las ceremonias del Paseo de la Fama, felicitó la tenacidad de Grady, pero aclaró que la colecta de firmas puede ser un callejón sin salida.
«Tendría que ser nominada con el permiso de su familia y presentar la solicitud en el quinto aniversario de su muerte», explicó, descartando cualquier excepción.
Fisher murió de un infarto en diciembre de 2016, por lo que solo se podría aplicar a la estrella en 2021.
Además, Martínez destacó que Fisher nunca aplicó a una estrella. «No sabemos siquiera si quería una».
La estrella en el Paseo de la Fama precisa, además, de una contribución del homenajeado de 50.000 dólares para la ceremonia y el mantenimiento.