ENTRETENIMIENTO

Una década sin Amy Winehouse: dos documentales ven más allá de su trágica historia

por Avatar Ariany Brizuela

Fue una de las artistas más talentosas de esta época, con una voz que muchos comparaban con las de grandes figuras del jazz. Pero esa prolífica voz se apagó muy pronto. Hoy, cuando se cumple una década de su muerte por una intoxicación etílica, Amy Winehouse sigue siendo un ícono del jazz, del rhythm and blues y del soul. Falleció a los 27 años de edad tras llevar una vida marcada por excesos, adicciones, depresión y relaciones tóxicas.

El interés por la vida de Amy parece no tener fin. Desde su exitosa pero breve carrera, pasando por su tormentosa relación con Blake Fielder-Civil, marcada por abusos físicos y de sustancias, hasta su trágico final. Su historia ha sido retratada en el documental de Asif KapadiaAmy, que ganó el Oscar al Mejor Largometraje Documental en 2016. Narra la vida de la intérprete de «Rehab» y su lucha contra el abuso de sustancias, tanto antes como después de que su carrera despegara.

Para conmemorar los diez años de su fallecimiento, que se cumplen este 23 de julio, están próximos a estrenarse dos filmes que intentarán ofrecer una versión más profunda de la verdadera Amy, desconocida para la mayoría.

El primero es Reclaiming Amy, documental de la BBC que busca cambiar la narrativa de sombras que eclipsaron su vida a través de la visión de su madre Janis, y varios familiares y amigos, quienes intentarán ofrecer una perspectiva que pocos conocen de la artista británica.

Amy Winehouse & Me: Dionne’s Story es el otro largometraje en el que su ahijada Dionne Bromfield cuenta la relación entre ambas y así reconstruye otra faceta de la intérprete que se presenta como una pieza más de un rompecabezas con límites desconocidos. “Espero que este documental muestre a Amy como algo más que una persona que ha luchado contra la adicción y, en su lugar, exponga a la persona maravillosa que fue mi madrina”, dijo Dionne. El filme se estrenará el 29 de julio por MTV Latinoamérica y luego estará disponible en la plataforma Paramount+.

Amy Winehouse fue una figura que trascendió más allá de la música. Además de ser la autora de grandes temas como «Back to Black», «You Know I’m no Good», «Rehab», «Love Is a Losing Game», «Stronger Than Me» o «In My Bed», la cantante fue un icono de la moda e inspiración de diseñadores y estilistas. Es que su vestuario y maquillaje eran tan únicos como su prodigiosa voz.

Música, desamor y adicciones

Fue en 2003 cuando una joven Amy cautivó al mundo con su álbum debut Frank, titulado así en honor a Frank Sinatra, en el que la cantante desplegó todo su talento en cada una de las canciones y perfilaba como una estrella de la música.

Sin embargo, no fue hasta 2006 que se consagró como una de las artistas más importantes de la industria musical gracias a su segundo álbum Back to Black: vendió más de 20.000.000 de copias alrededor del mundo y puso temas como «Rehab» y «You Know I’m no Good» en todas las radios. Este disco, además, le valió seis nominaciones al Grammy, de las cuales ganó cinco: cinco: Canción del Año («Rehab»), Grabación del Año y Mejor Artista Nueva, entre otras.

Pero a su éxito profesional no lo acompañaba una buena vida. Un año antes, en 2005, la cantante conoció al entonces asistente de producción de videos Blake Fielder-Civil en un bar londinense. En ese entonces, la atracción fue instantánea; sin embargo, la relación se terminó al año siguiente por supuestas infidelidades de su pareja, período en el que Amy aprovechó para escribir su segundo álbum, el cual contiene grandes himnos de ruptura como «Back to Black». «El tema es sobre estar en una relación en la que, cuando terminas, vuelves a lo que conoces. Se trata de que el hombre, obviamente, regresa con su ex y… realmente yo no tenía nada más a lo que volver, así que creo que volví al negro por unos meses”, contó Amy sobre la primera ruptura.

amy winehouse y Blake Fielder-Civil

La separación no duró mucho. Un año más tarde, en 2007, la pareja no sólo retomó su relación sino que la oficializó. Se casaron el 18 de mayo de ese año en Miami. Winehouse, lejos de disfrutar lo que estaba cosechando tras años de trabajo, era fotografiada en las calles de Londres con moretones en su cuerpo, al igual que su esposo, quien llegó a confesar que fue él quien la hizo consumir heroína y crack. Incluso, sus allegados contaron que se arrojaban botellas en medio de discusiones.

Finalmente, la pareja se separó en 2009 por supuestas infidelidades de Blake. Un año después el exesposo de la artista declaró que se sentía “culpable” por el estado de Amy, quien estando en la cima de su carrera debía luchar contra sus adicciones, la bulimia y la depresión.

Un año después del divorcio, la artista habría mantenido una corta relación con el músico Pete Doherty; sin embargo, esto nunca se confirmó, pues Amy atribuía el tiempo que pasaban juntos a gestos de amistad y, además, quería tenerlo como colaborador en un proyecto profesional. Luego, conoció al director Reg Traviss, quien aseguró que cuando conoció a la cantante ya no quería consumir drogas mientras estaba con él. «Ya no era su mundo, no quería saber más nada con eso, empezó a ser su pasado», dijo a The Daily Mirror.

En ese entonces, según Traviss, Winehouse consumía alcohol “de manera normal”, a pesar de que sus presentaciones parecían indicar lo contrario. La última actuación de la cantante muchos la consideraron la peor de su carrera: no pudo ni siquiera cantar y se la notó visiblemente alcoholizada.

Sobre su última relación, su padre llegó a decir que la entrada de Reg a la cotidianidad de Amy “fue como una bocanada de aire fresco”. Sin embargo, la felicidad no duró mucho. Al poco tiempo de separarse de Traviss llegó la tragedia: la artista fue hallada sin vida en su artamento londinense por su guardaespaldas. Una intoxicación etílica fue la causa de su muerte.

Las relaciones tóxicas, sus adicciones y la falta de empatía que tuvo su círculo más cercano -especialmente su exesposo y también su padre, quien era su manager- condujeron a su muerte prematura y la llevaron a ingresar al famoso Club de los 27, que integran Janis Joplin, Brian Jones, Jimi Hendrix, Jim Morrison y Kurt Cobain, quienes murieron, todos, a los 27 años de edad.

Su entorno más cercano no supo responder a las señales que enviaba Amy cada vez que recaía en las drogas y en el alcohol.

Hoy su voz resonará más fuerte en el mundo.