Dos meses después de haber sido hospitalizado tras una misteriosa “complicación médica” de la que muy poco se sabe, Jamie Foxx “está bien”, o al menos eso afirmó su compañera de elenco en el filme ¡Papá, deja de avergonzarme!, Porscha Coleman.
El domingo, la actriz le dijo a Entertainment Tonight que tuvo la oportunidad de hablar con “gente muy cercana” al actor que le confirmó que su evolución continúa siendo favorable. “Está descansando”, afirmó. “Está bien. Y va a volver. Confíen y crean”, agregó.
Coleman, de 37 años, remarcó que Foxx, de 55, “siempre ha valorado su privacidad”, razón por la cual no dio mucha información a la prensa sobre su estado de salud. “Por si no se han dado cuenta, Jamie Foxx siempre ha mantenido un perfil bajo, incluso cuando se trataba de sus relaciones románticas”, expresó.
La actriz también contó que estuvo pendiente de su colega en todo momento. “Una vez que me enteré de la noticia, por supuesto que me acerqué a su entorno, pero la forma en la que Foxx está manejando todo esto es la forma en la que él tiene que hacerlo”, reflexionó.
Desde que se conoció la noticia de su hospitalización, Coleman no fue la única persona cercana a Foxx en salir a hablar. Hace unos días, Mike Tyson cometió una infidencia al hablar de la salud de su amigo. En un episodio del podcast Valuetainment, el exboxeador reflexionó sobre su proyecto biográfico, el cual iba a ser protagonizado por el actor, y puso en duda su continuidad: “Ya sabes, Jamie tiene una edad similar a la mía, así que para que pudiera interpretarme en distintas etapas de mi vida iban a hacer lo que hicieron con [la película] Benjamin Button. Iban a hacerlo parecer más joven”, comenzó explicando.
“[Foxx] no se siente bien. Sí, tuvo un derrame cerebral”, disparó, pero inmediatamente se dio cuenta de que con su comentario estaba cometiendo una infidencia, sobre todo teniendo en cuanta que la propia hija del actor salió hace un tiempo a condenar a los medios que especulaban sobre el estado de salud de su padre. Entonces, reculando un poco sobre sus palabras, Tyson aclaró: “No sé qué le pasó. No podemos anticipar nuestro próximo aliento. No sabemos cuándo vamos a morir… Después de que nos vayamos, pueden pasar cosas malas. Si no lo sabemos a estas alturas, no quieren que lo sepamos”.
A comienzos de mayo, la hija del artista, Corinne Foxx, dijo que su padre estaba “fuera del hospital” al que ingresó en Atlanta inicialmente para recibir atención médica” y mencionó que el intérprete se estaba recuperando de sus dolencias. El actor había sido ingresado a la clínica el 11 de abril con un cuadro grave, que ponía en riesgo su vida, según trascendió. La estrella sufrió una “complicación médica” mientras estaba en esa ciudad filmando la película Back in Action, producción coprotagonizada por Cameron Diaz y Glenn Close que se estrenará en Netflix.
Poco después se supo que la estrella, de 55 años, realiza su rehabilitación en un centro de Chicago conocido por sus servicios de atención de accidentes cerebrovasculares, lesiones cerebrales traumáticas, lesiones de la médula espinal y cáncer. Así lo confirmó el medio TMZ, que señaló que la estrella se encuentra en un centro que es conocido entre lo mejor del país en medicina física. El tratamiento en este centro también está disponible para lesiones y dolencias comunes, como aquellas relacionadas con los deportes o la artritis grave.
El portal también publicó fotos de integrantes de la familia del ganador del Oscar, incluidas sus hijas Corinne y Anelise, en su visita al centro para pasar tiempo con su padre durante sus días de recuperación en Chicago.