Encanto, la nueva película de Disney inspirada en Colombia sobre la familia Madrigal, fue un proyecto muy especial y personal para el animador venezolano Jorge Ruiz Cano. Nacido en Maracay, hijo de venezolana y colombiano, el animador de 38 años de edad asumió el reto de darle vida a los personajes de la cinta y hacer que la magia ocurriera.
Desde que llegó a Disney, hace nueve años, ha afrontado muchos retos, pero ninguno como este. Luego del estreno mundial de la cinta el 24 de noviembre, Ruiz Cano está orgulloso del resultado logrado. Encanto está disponible en las salas de cine del país.
La principal inspiración de Disney para el desarrollo de Encanto fue la cultura colombiana y el realismo mágico. La cinta narra la historia de la familia Madrigal, quienes viven en una «Casita» en las montañas de Colombia, rodeada y bendecida por la magia. Gracias al encanto que la caracteriza, la casa le otorga dones mágicos a los miembros de la familia para que ayuden a los aldeanos del pueblo. Cuando llega el momento, todos los miembros reciben un don; todos menos uno, Mirabel.
La joven de quince años debe enfrentarse al conflicto de ser normal en una familia excepcional, donde ver el futuro, controlar el clima, cambiar de forma o hablar con animales son habilidades comunes. Sin embargo, todo cambia para los Madrigal cuando el encanto que protege a la «Casita» corre peligro. Es entonces cuando Mirabel decide buscar la forma de salvar la magia y a su familia, en un intento por comprender, además, cuál es su lugar en el mundo y su misión.
Con una bonita banda sonora, compuesta por Lin-Manuel Miranda y Germaine Franco, Disney cuidó todos los detalles en Encanto. Incluso sus directores, Byron Howard y Jared Bush, en compañía de varios miembros de la compañía viajaron a diferentes zonas de Colombia, como Bogotá, Cartagena, Santander o Quindío para realizar un exhaustivo trabajo de investigación sobre su cultura. Un esfuerzo del que participó el animador venezolano Jorge Ruiz Cano.
Guardianes de la cultura
Hacer que cada miembro de la familia Madrigal cobrara vida y se moviera de acuerdo con su personalidad y habilidades no fue un trabajo sencillo. Ruiz Cano comenta que eran más de 100 animadores trabajando, de manera remota por causa de la pandemia, para lograrlo.
«Como animador del departamento de animación debo dar la ilusión de vida a los personajes. Les damos actuación y especificaciones a personajes que son producto de ese mix de inspiración basado en nuestro mundo y nuestros sabores. Tuvimos que hacer mucha investigación para dar la ilusión de vida. Además yo, como venezolano con un papá colombiano, sentía la presión de darle veracidad a los personajes», comenta.
En Encanto, además, tuvo el privilegio y la fortuna de ser parte desde hace tres años del proyecto de investigación que se realizó para poder producir la cinta. «Pude preparar arepas con Byron Howard y Jared Bush, directores de la cinta. Ellos estaban curiosos, olían la masa, preguntaban de dónde venía. Eso nos da una idea de desde dónde se formó esta historia», relata.
También tuvo la oportunidad de acceder a los guiones, los cuales traducía para hacerse una idea de cómo se sentían los personajes. «En el proyecto fui parte de lo que llamamos Grupo Familia, éramos los guardianes de la cultura, por decirlo así. Nosotros compartíamos todas nuestras experiencias. Es una película inspirada en nuestra gente, en nosotros. Para mí fue un privilegio participar», afirma.
Encanto simbolizó un gran reto tanto para Ruiz Cano como para el resto del equipo ya que tuvieron que hacer todo de manera remota. «Nosotros somos bastante específicos con los personajes y en la familia hay mucha diversidad. Todos están inspirados en lugares diferentes, uno son más costeños, otros son más de Bogotá y, por ende, se ven y se sienten diferente. El reto fue bastante grande, cada uno se mueve diferente», explica.
El experto, actual profesor de animación y Storytelling del California Institute of the Arts, señala que en las escenas de baile tuvieron que lograr que cada personaje se moviera distinto. «Cada uno, por sus habilidades y su personalidad, tienen un tumbao diferente. Teníamos que conocer los personajes, saber de dónde vienen y a dónde van mentalmente para lograrlo», revela.
Y añade: «Fue un reto y tenía mucha presión, pero celebro muchísimo el resultado de esta película basada en nosotros. Este proyecto fue muy personal para mí. Tuve el privilegio de estar familiarizado con la historia y la cultura de la cinta».
El reto de trabajar para Disney
Encanto no es la primera película de Disney en la que Jorge Ruíz Cano trabaja haciendo que sus personajes cobren vida. Egresado del Instituto de Arte de Fort Lauderdale y la Academy of Art University, desde muy joven tuvo interés en la animación, la escultura y la actuación. Emigró a Estados Unidos cuando tenía 16 años con el sueño de trabajar como animador en Disney. Finalmente, en 2012, lo logró: se convirtió en asistente de animación en la película Frozen, ganadora del Oscar a Mejor Película Animada.
A partir de allí trabajó en varias cintas reconocidas de la Casa del Ratón como Grandes Héroes, Zootopia, Moana, Raya y el último dragón y Ralph, el demoledor. Además, trabajó en otras reconocidas compañías como Industrial Luz & Magic, Blue Sky Studios, Electronic Arts, TellTale, Activision y Pixar.
«Trabajar para Disney siempre simboliza un reto. Yo voy avanzando como artista y animador y el reto siempre cambia. A veces el reto es lo complejo que es lograrlo o el reto fue lo especial que resultó mi primer proyecto cuando llegué; o cuando estaba en el medio que hacía live animation que estaba familiarizándome con todo. Son proyectos y desiertos creativos diferentes, pero vamos a ver qué pasa ahora. Veremos cuál es mi próximo gran reto», concluye.
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