La famosísima Mona Lisa, de Da Vinci, tiene varios rollos de papel higiénico; más arriba está el superhéroe de Stan Lee, Spider Man, en casa, utilizando una laptop mientras está en el baño. Cerca hay un cartel de cine que anuncia que estará cerrado hasta que la vida real no se sienta como una película e, incluso, hay una particular carrera de jinetes que cabalgan sobre inyectadoras y, si se sigue deslizando, la estatua de la libertad ya no sostiene la antorcha, sino una panela de jabón.
Todas estas interpretaciones del covid-19, causado por el coronavirus SARS-CoV-2, se exhiben en el museo virtual dedicado al arte creado durante el confinamiento para evitar la propagación de esta enfermedad que ya ha contagiado a más de 1.900.000 de personas. Ya no caminas entre salas de una galería, sino que deslizas el feed de una cuenta de Instagram: Art Covid Museum, disponible en cualquier momento. Permanece y se actualiza en medio de las interacciones del usuario con amigos y familiares.
Tres creativos en Barcelona: Emma Calvo, de 25 años de edad; Irene Llorca, de 27 años, y José Guerrero, de 28 años, están detrás de este museo que abrió sus puertas el 19 de marzo. Al trabajar en publicidad, están al tanto de las tendencias del arte y el diseño, relata el equipo por correo. “Debemos saber quiénes son los mejores artistas del momento y estamos obligados a desarrollar un ojo crítico para hacer bien nuestro trabajo”, indican.
Por ello no es extraño que vieran un movimiento que estaba sucediendo entre el volumen de información sobre la pandemia. “Fue justo en esos primeros días de la cuarentena cuando observamos cómo en redes sociales aumentaban los casos de gente creando expresiones artísticas y compartiéndolas. Al ver esa tendencia pensamos que sería una pena que ese testimonio se perdiera”, explican.
Al principio, el trío de jóvenes buscaba las obras en cuentas que ya conocían o exploraban en la red, pero cuando comenzaron a ser conocidos las obras llegaban a ellos, ya sea por un Google Form o bajo la etiqueta #covidartmuseum.
“Las obras seleccionadas reflejan vivencias u observaciones sobre covid-19 o sobre la cuarentena con las que todos nos podamos sentir identificados”, afirman. “Y, claro, también cuidamos cada vez más la calidad del diseño o de la técnica artística que se utilice”.
El museo tiene 248 obras, que se traduce en la cantidad de publicaciones en la cuenta que suma más de 25.000 seguidores. Reúne, en su mayoría, intervenciones digitales de imágenes y fotografía, pintura y dibujos.
“La verdad es que el proyecto está creciendo muy rápido y nos absorbe muchísimo de nuestro tiempo”, dicen.
El objetivo es ser un archivo que recoge el testimonio de qué se pensó. Sin embargo, el trío agrega que le “gustaría que fuera un punto de encuentro entre artistas y otros profesionales de la creatividad en el que surgieran proyectos y relaciones fructuosas”.
Cuando termine el confinamiento se tiene planificado exhibir una selección de 10 obras, bajo la curaduría de Natalia Alonso. Esta exposición nació de una alianza con la plataforma Arteinformado, dedicada a la difusión del arte iberoamericano.
“Desde hace años y, a través de la plataforma en la que le damos visibilidad a artistas, nosotros hacemos este trabajo. Normalmente con proyectos comisariados, con una temática común y ligadas a la actualidad. Se seleccionan obras de varios artistas y se escribe un texto crítico y lo difundimos a nuestro público, que son coleccionistas, galeristas”, explica Carlos Guerrero, director de Arteinformado.
Ya tienen experiencia previa realizando exposiciones digitales. Hasta ahora han presentado 18, con temáticas como el calentamiento global y el feminismo. Incluso, paralelamente a la exhibición con Art Covid Museum están preparando una comisariada por Rodrigo Carreño.
Se trata de cuARTEntenta, que también nació en Instagram como una iniciativa para difundir el trabajo de artistas durante el confinamiento y en la que la enfermedad no es la única temática. Hasta ahora más de 85 artistas han participado con cerca de 400 obras.
“Ambos proyectos han tenido bastante receptividad”, dice Guerrero. Además, considera que las prácticas digitales de galerías y museos, que ya se estaban realizando previas al confinamiento, continuarán.
“Cada vez son más los coleccionistas que, antes de acudir a una exposición, revisan la información de la exposición o del artista y luego acuden a ver la obra. Los museos van a apostar cada vez más por lo virtual porque les permite llegar a públicos que de otra forma nunca llegarían, y es posible que esos públicos, un día u otro, estén en la puerta del museo”, dice.