El actor británico Tom Hardy ya es un héroe para muchos niños aficionados del personaje de Marvel Venom, uno de los más reconocidos del universo de Spiderman, y que vuelve a la pantalla en su tercera y última entrega para ser un modelo “con el que los niños puedan conocerse así mismos”.
El enemigo del trepamuros más famoso del mundo retornará el próximo 24 de octubre a las salas con Venom: El último baile, interpretado una vez más por Hardy, quien en una entrevista con EFE en México defendió la importancia de los referentes heroicos para que los jóvenes puedan desarrollar su “imaginación y creatividad”.
“Creo que la naturaleza simbólica de los superhéroes para los niños (…) nos permite que estos se puedan identificar con la superación de dificultades o sentimientos como la esperanza y cumplir sus sueños. No de la manera que se hace el defender, por ejemplo, un equipo de fútbol, sino como alguien a quien al apoyarlo se sientan empoderados o les aliente”, explicó.
Al igual que los jóvenes aprenden a conocerse y convivir consigo mismos, el simbionte Venom es un ser alienígena con comportamiento de parásito que necesita ser huésped en el cuerpo de un ser vivo, que trata de entenderse y conocer a Eddie Brock, el personaje encarnado por Hardy con el que se fusiona.
Una nueva aventura en México
Los dos juntos tras haberse enfrentado a numerosos villanos en Venom (2018) y Venom: Let There Be Carnage (2021) huirán a México en esta ocasión, lugar donde inesperadamente para los dos les aguardan nuevas amenazas.
A pesar de que las comparaciones son odiosas, el actor no pudo evitar plantearse si la máscara característica del luchador mexicano sirvió como inspiración al dibujante del antihéroe, que como en anteriores historias continuará sembrando “semillas de destrucción”.
“Creo que lo que siempre es interesante de un antihéroe es que un héroe prototípico siembra las semillas de su propia destrucción, por lo que se prepara para el fracaso sin saberlo, y luego le pasa algo y aprende. Mientras que un antihéroe hace ambas, se prepara para recibir las semillas de la destrucción, pero luego lo niega haciendo algo diferente”, comentó el intérprete.
Como el blanco y negro del traje de Venom, para Hardy los humanos tienen “un lado bueno y uno malo”, así que en este filme se podrá ver cómo el personaje tiene que decidir una vez más entre su versión más “animal”, una en la que siempre se quiere satisfacer los deseos, aunque esté ese componente racional legítimo que dice “no puedes comportarte así, debe haber algún tipo de orden en el caos”.
El actor, quien explicó que todavía “disfruta” haciendo películas de superhéroes, viajó no a México sino a España, concretamente a Alicante y Cartagena, donde rodó algunas de las escenas junto a la directora debutante del largometraje Kelly Marcell, guionista de las anteriores partes.
Marcell y Hardy confesaron a EFE que los españoles fueron “muy acogedores” durante el largo tiempo que estuvieron en el rodaje, en el que participaron un millar de profesionales locales, y expresaron su deseo de volver al país.
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