Con medidas drásticas de seguridad frente a la segunda oleada del coronavirus en España, San Sebastián abre este viernes su festival internacional de cine, en el que habrá menos estrellas que otros años y varias películas repescadas del festival de Cannes.
Siguiendo el ejemplo de la Mostra de Venecia, recientemente concluida, San Sebastián celebrará su gran cita anual del 18 al 26 de septiembre.
Eso sí, habrá 23% menos de pases que en 2019 para permitir accesos más ordenados según los organizadores, quienes reconocen que el evento no podrá celebrarse en las mismas condiciones que en los años anteriores.
La mascarilla será obligatoria en todo momento, los aforos se reducirán, quedando entre 40% y 60% según las salas, y los fans se quedarán con las ganas de aclamar a sus estrellas, porque no habrá alfombra roja para el público en el hotel María Cristina, donde se alojan los cineastas.
Las restricciones de viajes impedirán a muchos cumplir con la tradición de presentar sus películas, por lo que habrá menos caras conocidas y ausencias notorias, empezando por la de Woody Allen.
El viernes, el veterano director neoyorquino estrenará mundialmente Rifkin’s Festival, ambientada en el propio festival de San Sebastián, después de unos últimos años amargados por las viejas acusaciones de abusos por parte de su hija adoptiva Dylan Farrow.
Dramas familiares
Tras la anulación del festival de Cannes en mayo a causa de la epidemia, la ciudad vasca acogerá en sus distintas secciones 17 títulos inicialmente programados en la Croisette.
Seis de ellos compiten por la Concha de Oro, el máximo galardón, en Sección Oficial.
Ahí estarán los amores adolescentes de Été 85 (Verano del 85), del veterano director francés François Ozon, el drama familiar True mothers de la japonesa Naomi Kawase, y Druk/Another round, la historia de un experimento etílico entre profesores dirigida por el danés Thomas Vinterberg.
Entre las 13 cintas en competición oficial concurren también los argentinos Eduardo Crespo con el melancólico drama familiar Nosotros nunca moriremos, y Pablo Agüero con Akelarre, una historia de brujas en el País Vasco del siglo XVII.
El cierre, fuera de concurso, correrá por cuenta de Fernando Trueba con El olvido que seremos, adaptación de la novela testimonial homónima del colombiano Héctor Abad Faciolince.
En Horizontes latinos, nueve cintas competirán por ser la mejor película latinoamericana con temáticas centradas en amores, dramas familiares y tragedias personales.
Habrá producciones de Argentina como Mamá, mamá, mamá, de Sol Berruezo y El Prófugo de Natalia Meta, así como de Chile (La Verónica, de Leonardo Medel, Visión nocturna de Carolina Moscoso) e igualmente las mexicanas Selva trágica de Yulene Olaizola, recién proyectada en Venecia, y Sin señas particulares, de Fernanda Valadez.
El jurado de la Sección Oficial estará presidido por el italiano Luca Guadagnino, quien presentará fuera de concurso el estreno mundial de su serie televisiva We are who we are, sobre dos adolescentes en busca de su identidad sexual.
Lo acompañarán la productora española Marisa Fernández Armenteros, el cineasta mexicano Michel Franco (León de Plata en Venecia con su distopía Nuevo orden), y la directora de vestuario sueca Lena Mossum.
Homenaje a Mortensen
Como en ediciones anteriores, las series tendrán una presencia destacada, empezando por Patria, la adaptación de la exitosa novela homónima de Fernando Aramburu sobre la violencia de la organización separatista armada vasca ETA.
La producción en ocho capítulos, que la plataforma HBO estrenará el 27 de septiembre en Europa y Latinoamérica, genera una alta expectación precisamente en una de las ciudades más castigadas por los crímenes de la extinta organización.
Otra muy esperada será la coproducción hispanochilena Inés del alma mía, un drama histórico ambientado en el Perú Virreinal dirigido por el cubano Alejandro Bazzano y el chileno Nicolás Acuña.
El español Rodrigo Sorogoyen (Que Dios nos perdone, El Reino), presentará a su vez su serie Antidisturbios, la historia en seis episodios de un desgraciado desahucio en Madrid.
En reconocimiento a su carrera, el actor norteamericano Viggo Mortensen, de 61 años, recibirá el jueves 24 el premio Donostia, en una gala en la que se proyectará Falling, su debut como director.