Cuando comenzaron las reuniones para preparar los homenajes por el centenario de Sofía Ímber, familiares y amigos de la gestora cultural y periodista se dieron cuenta de que una generación de jóvenes desconocía su legado. Si bien falleció en 2017, Ímber salió en 2001 del Museo de Arte Contemporáneo, por decisión del fallecido presidente Hugo Chávez, y hacía tiempo que sus programas no estaban en la televisión nacional.
«Hay toda una generación que nunca entró al museo bajo la dirección de mi mamá, que nunca la vio por televisión y realmente su nombre no les dice nada. Salvo que su familia o sus padres hayan estado involucrados con ella, no tienen idea de quién es Sofía Ímber. Definitivamente el legado y la memoria son demasiado importantes como para dejar pasar este aniversario bajo cuerda», explicó Adriana Meneses, hija de la comunicadora y que ha encabezado, junto con su hermana Daniela, los homenajes que se realizarán en Venezuela.
Entre las actividades se encuentran las exposiciones En contexto en el Centro Cultural UCAB, que se inaugura el 8 de mayo, fecha de nacimiento de Ímber, y Habitar la memoria en la galería D’Museo del Centro de Arte Los Galpones, prevista para abrir el 9 de mayo. El 8 también habrá un homenaje en la librería El Buscón del Trasnocho Cultural.
En febrero, Meneses, gestora cultural y curadora de arte, se reunió con el rector de la UCAB, Arturo Peraza, así como con miembros del centro cultural de la institución y de la Escuela de Comunicación Social, quienes se sumaron al homenaje en la Sala Sofía Ímber con la muestra En contexto, donde se podrá ver una cronología de la periodista que incluye una selección fotográfica y volúmenes de arquitectura, arte y diseño.
«Estoy bastante involucrada en eso y también tomamos la decisión de que se consiga el presupuesto para renovar la cátedra Sofía Ímber y Carlos Rangel, ligada obviamente a la Escuela de Comunicación Social», explicó.
La exposición en D’Museo, dijo Meneses, será interactiva y contará con una parte de realidad virtual a cargo del artista visual Ricardo Arispe, así como un mural que terminaron el primero de mayo en la noche. «La exposición llevará tres motores en los que habrá programas de televisión, la parte virtual, obras de arte, caricaturas», detalló. Ambas han sido curadas por la crítica de arte María Luz Cárdenas, que trabajó con Ímber en el Museo de Arte Contemporáneo.
Como parte del centenario, en el Trasnocho Cultural se volverá a presentar la pieza La señora Ímber, monólogo que, basado en el libro del mismo título de Diego Arroyo Gil, es protagonizado por Julie Restifo y dirigido por Javier Vidal. Mientras que la Galería Freites reeditará el libro El Maccsi: un museo diferente, cuya edición previa estuvo a cargo de Abediciones, la editorial de la UCAB.
Entre los planes a futuro para honrar la memoria de Ímber está la realización de un documental sobre su vida que será dirigido por Carlos Oteyza con producción de Cinesa. Meneses indicó que ya el material se entregó, pero por ahora están en la etapa de búsqueda de fondos y trabajando en cómo se presentará la historia.
En cuanto a homenajes fuera del país, Meneses dijo que en la Universidad de Miami se tiene prevista una exposición para noviembre. El archivo de la periodista irá justamente a esta casa de estudios, que se está haciendo cargo de la digitalización del material. «Hay como 3.500 fotos, más la correspondencia con artistas desde los años 40, más los artículos de prensa tanto de mi mamá como de mi papá y de Carlos Rangel, mi padrastro. Es un archivo que tiene los programas de televisión y radio. Es muy extenso y complejo».
La hija de Ímber explicó que tal complejidad se debe a que su mamá no era una figura tradicional del medio artístico: «Dedicó su vida a una institución y al arte. Fue una periodista desde muy temprana edad. Fue una luchadora por los derechos humanos. Una persona que trabajó en todos los medios de comunicación. Están los programas Buenos días, Aló, aló, está Solo para adultos o el programa de radio La Venezuela posible”.
Para Meneses, preparar este homenaje, que han planificado para que se extienda durante tres años, es importante para garantizar que en la memoria colectiva del país esté presente el legado de Ímber en la cultura y la comunicación. Recordó que cuando se hizo la reunión previa para el natalicio, hubo gente que le sugirió enfocarse en el aporte institucional de la promotora cultural. Ella respondió que no podían obviar su trabajo como comunicadora social. «Es un personaje que no podemos clasificar en una sola área», afirmó.
La gestora cultural siente que su mamá está viendo la organización de estos homenajes, aunque cree que, si estuviese viva, también estaría pendiente de los detalles para corregirlos. «Estoy segura de que estaría feliz. Además porque son instituciones cercanas a ella. Desde D’Museo Ana Pina (Vicentini), Zoraida (Irazábal) y Nicomedes (Febres) siempre estuvieron pendientes de ella en los momentos en que no estaba en el museo y cuando se encontraba disminuida físicamente. María Luz ni se diga. La UCAB no solo era cercana sino que se sentía parte de ella», dijo.
A pesar de lo trabajadora que era, Meneses define a Ímber como una gran mamá que siempre estuvo presente en la vida de sus hijos. «Mis hermanos y yo echábamos broma diciendo que ella se aparecía en todas partes. Una presencia que no podías evitar, incluso en los sitios a los que era imposible llegar».
Acompañaba, detalló, a sus hijos en sus decisiones aunque las considerara erradas, cosa que ocurrió muchas veces: «Pero ella estaba ahí. No era esa persona que decía ‘te lo dije’. No. Cometiste tu error, sufrías las consecuencias y ella estaba ahí acompañándote en esas consecuencias que te dijo que iban a ocurrir».