ENTRETENIMIENTO

Thalía: María la del Barrio es una novela de culto, como El chavo del 8

por Avatar GDA | La Nación | Argentina

Con más de 35 años de carrera y 15 discos de estudio, la mexicana radicada en Miami Thalía disfruta de seguir creando y buscando la forma de acoplarse a los ritmos que están de moda. Hace duetos con artistas urbanos como Maluma, Lali, Natti Natasha y, en este nuevo álbum, con Farina, Sofía Reyes y Mau y Ricky. No tiene planeado parar e incluso se divierte imaginando un no tan lejano show con ella como un avatar.

Casada desde 2000 con el exdirectivo de Sony, Tommy Mottola, con quien tuvo a Sabrina Sakaë y a Matthew Alejandro, Thalía se anima a un disco que habla de amor. «El tracklist está diseñado con esta historia de amor, desamor, de metamorfosis y felicidad absoluta y te lleva a través de la lírica y la música», detalla.

—¿Cuál es la idea de este nuevo disco?

—Estoy muy contenta porque este disco me ha servido como de desintoxicación para mi corazón. Es un disco de sanación, de liberación en el que hice un clavado interno para ver, pues, todo ese transcurrir en mi vida del amor, del desamor y hacer finalmente una metamorfosis. De ahí la palabra compuesta «desamor» y «fosis». Creo que todos en algún momento hemos pasado por estas situaciones y este disco al componerlo, al crearlo, al cantarlo, al producirlo, mezclarlo, masterizarlo… Se me hizo como un viaje interno al momento en que conoces a alguien, el momento en que sientes las mariposas en el estómago, cuando estás a ciegas en el amor. También cuando se te cae la venda, cuando te das cuenta, cuando te separas, cuando te rompen el corazón, cuando tratas una vez más, cuando te das cuenta que definitivamente no funciona hasta que llegas a entender que el amor empieza por uno mismo. Si no te amas, entonces, no puedes encontrarlo afuera.

—¿Cómo es eso de estar siempre experimentando con nuevos ritmos? Exploraste desde el pop latino, salsa, dance, bachata, cumbia, reggaetón, música urbana…

—Thalía tiene esa esencia pop pero también me gusta interactuar con diferentes géneros musicales. Lo he hecho en toda mi discografía y este disco no se queda atrás. Se grabó con diferentes productores colombianos, en Nueva York, en Miami, Los Ángeles, en Brasil… Es un viaje increíble este disco.

—¿La pandemia de alguna manera fue una suerte de musa?

—No creo que fuera tan así, pero sí fue como una catarsis que a mí, en lo personal, me hizo indagar y ser más productiva en ciertas cosas. Yo en plena pandemia, como madre tratando de que mis hijos hicieran la escuela online y tratando de imprimir cosas que no podía, dije: «Tengo que hacer un disco infantil. Debo lanzar algo con videos para los chicos y para quienes los cuidan, para que todos tengan un outlet» y lo lancé en plena pandemia. Entonces creo que, al ser productiva, me ha hecho verle algo amable a todo esto.

—En este nuevo disco colaboras con Mau y Ricky y Sofía Reyes. Antes cantaste con Lali. ¿Cómo es trabajar con las nuevas generaciones?

—Me encanta, me encanta meterme en el universo de otros cantautores y de eso se aprende. Siempre a lo largo de esta carrera me ha gustado mucho trabajar con diferentes artistas y definitivamente en este disco me encantó trabajar con Mau y Ricky, Sofía Reyes, Farina, Jhay Cortez, Tainy, Banda MS. Son tantos diferentes estilos, pero yo encuentro la forma de que todo caiga en mi universo y lo vuelvo mi universo, entonces es muy reconfortante y me encanta aprender de todos ellos. Me encanta aprender de mis compañeros en esta industria.

—¿De qué te acuerdas de los tiempos de María la del Barrio?

—Es una gran telenovela que marcó historia y que me abrió a tantos países y se tradujo a tantos idiomas… Fue un éxito en Brasil, Grecia, Indonesia, Filipinas, en todos lados. Con las redes sociales se da el factor de los memes y se da el factor de la extracción de ciertos pedacitos que se pueden usar para hacer un TikTok. Eso me encanta porque estoy fresca y estoy activa en el colectivo de la gente. Tanto María la del Barrio como también Marimar y María Mercedes son novelas de culto, que van pasando de generación en generación, como El chavo del 8.

—¿Cómo era la Thalía de ese entonces comparada con la de hoy?

—Esos personajes fueron como una extensión de mi personalidad: Marimar era una chica de la costa que era así como enamoradiza, sensible, linda, y traviesa, entonces es como una extensión de una parte mía que está muy vigente en mi personalidad. O María la del Barrio, que era una rebelde que decía las cosas como eran y que no se dejaba mandar por nadie y que sacaba lo suyo cómo y cuándo quería. Eso también es una parte mía, entonces era como sacar mi personalidad y era como hacer terapia, me encantaban esos personajes.

—¿Pensaste en hacer una cuarta María?

—Siempre han habido ofertas de 20 mil cosas como esta o como la bioserie. Pero no sé, hay cosas que de pronto no hay que tocar. Otra María, ¿para qué? Fueron icónicas, dejémoslo como lo que son, y una bioserie como que no se me antoja. Se me antoja pero no, no ahorita, maybe más adelante. Llevan ya 8 años ofreciéndomelo, desde que empezó la moda de las bioseries.

—El mundo cambió y hoy una presentación de disco es virtual como las notas y casi todo lo demás, ¿cómo vives esta nueva normalidad de la industria?

—Siento que gracias a las redes sociales, a zoom, a este tipo de comunicación, estás más cerca, más presente que antes. Creo que nos hemos acostumbrado con este tema que venimos arrastrando de la pandemia, a esto, a que tenemos la oportunidad de estar con nuestros artistas favoritos más cerca a través de las redes. Ya no es tan determinante la situación de ir a cada país a la promoción, ahora lo haces inmediato. Si tú lanzas una canción, lanzas un disco, en ese momento tú te vas global, cosa que si te vas a los 80, 90, si salía en México mi canción tardaba un mes en llegar a Sudamérica y como tres meses en llegar a España.

—¿Te imaginas dando shows por streaming?

—Es algo que ya se venía dando con las redes y con el Instagram live, con el Facebook live. Hoy los shows por streaming son lo que hay. Creo que en algún momento, en un futuro no muy lejano, me imagino que se podrán dar conciertos con tu avatar. Creo que vas a poner un avatar y lo vas a poder mandar a mil lugares a dar un concierto al mismo tiempo.

Con su cuerpo adornado con joyas y perlas, una daga junto al corazón, una corona y mucho brillo, Thalía sonríe en lo que parece la estética de desAMORfosis. Es una princesa kitsch que cuenta con más de 7 millones de oyentes en Spotify, ha recibido varios reconocimientos como los Premios Lo Nuestro al álbum del año y a la canción del año, en 2007, y el Premio Billboard de la Música Latina en el año 2014.

Ahora ya mostró parte de este viaje con sencillos que presentó a modo de adelanto, como «La luz» (Myke Towers), «Ten cuidado» y «Mojito y Tick Tock» (Farina y Sofia Reyes).