«Dos horas no cabales», así advierten los actores la extensión de la obra Silencio vengo a pedir. Pero la quietud que el nombre indica es lo de menos; música en vivo, rimas y cantos son el abreboca de una puesta en escena que promete risas hasta el último aplauso. Esta es la primera pieza que La Caja de Fósforos presenta (sobre las tablas) desde el comienzo de la pandemia de covid-19. El esperado regreso de la agrupación que hace vida en la Concha Acústica de Bello Monte ocurrió el 16 de abril de 2022. Aunque, una vez dentro de del pequeño y acogedor espacio, la audiencia se viaja hasta el siglo XV y la época colonial latinoamericana en una remozada sala de teatro.
Bajo la dirección de Orlando Arocha, y con el apoyo de la embajada de España, seis historias cortas, o entremeses, del Siglo de Oro español reflexionan sobre el ser humano, sus circunstancias y la vida en Silencio vengo a pedir. Así, en las obras de los dramaturgos españoles Miguel de Cervantes, Lope de Rueda y Luis Quiñones de Benavente; y en la narrativa del colombiano Luis Vargas Tejada actúan, en diferentes roles, Margareth Aliendres, Rafael Humberto Carrillo, Jesús Das Mercês, Antón Figuera, Orlando Paredes, Abilio Torres, David Vázquez Heredia y Luvin Zabala.
De acuerdo con Arocha, la idea detrás de la puesta en escena, también inspirada en las pinturas de El Bosco, era conectar al público con los grandes clásicos del teatro. «Nos parece que era el momento correcto después de, digamos, esta debacle cultural o de esta caída en la vida cultural que habido en el país. Una solución era presentar grandes clásicos que pusieran en contacto al público con esas obras poderosas, y que de ahí naciera una nueva relación con el teatro», propone el director, quien además destaca que las obras del Siglo de Oro español tamizan situaciones como el engaño, el hambre y la injusticia a través de una divertida risa irónica.
«Creo que en el primer minuto el público se siente un poquito sorprendido porque no sabe hacia dónde va esto, pero una vez que entramos en Cervantes y que se empieza a contar una historia de una muchacha que se casa con un viejo, ahí van entrando en el humor, en la sagacidad y la agudeza de Cervantes. De ahí en adelante el público corre perfectamente bien con Lope de Rueda. Luego, hay que remarcar que hay música de la Colonia y latinoamericana: desde México, pasando por Venezuela, Colombia y Perú que amenizan e integran todo ese texto. Es un acervo cultural que tenemos. Y eso ayuda a que el público disfrute mucho la obra, cosa que nos lo hacen saber con sus aplausos», afirma.
El montaje les tomó cinco meses, un proceso que para el director fue agradable, pero severo y riguroso a la vez. En parte, porque se emplea un lenguaje complejo propio del castellano antiguo; y, además, porque algunas piezas están narradas en verso. Luego, explica Arocha, quisieron sobrepasar el tema del tiempo: hacer contemporáneas las obras que se remontan, incluso, al tiempo del descubrimiento de América.
Los entremeses, en ocasiones, se escribían para ser presentados en los interludios de obras largas por lo que debían ser concisos. Y por más que no dejan una moraleja, llevan al espectador a reflexionar. «Yo creo que lo importante son las cosas propiamente teatrales. Los clásicos nos enlazan siempre con lo mejor del teatro porque, si han pasado tantos años, y siguen ahí vigentes, es porque tienen algo que decirnos todavía. Enlazarnos con los clásicos nos puede ayudar a avanzar. Sobre todo, unos clásicos que nos hablan de la sociedad de su época de una manera contundente, irónica, crítica, pero que a la vez saca la risa del público», subraya Arocha.
Después del Siglo de Oro español, la comedia francesa
Una vez que termine la temporada de Silencio vengo a pedir, La Caja de Fósforos continuará con una obra escrita por el dramaturgo italiano Carlo Goldoni sobre el icónico autor de comedias francesas, Molière. Y siguiendo la pista del escritor francés, tres dramaturgos venezolanos, Gustavo Ott, Ana Melo y Elio Palencia, presentarán textos inéditos que giran en torno al autor de Tartufo.
La agrupación también realizará una serie de talleres que responden a la crisis que vive el teatro venezolano en la actualidad. Comenta Arocha que solo en La Caja de Fósforos, más del 70 % de su equipo ha salido del país. Como invitado, Gaël Rabas, director especializado en comedia francesa, dictará un taller para apreciar a Molière desde la comedia del arte italiano. Además, ofrecerán cursos de actuación y dirección tanto en modalidad presencial como virtual.
«Se nos han ido muchas personas, actores, directores, escenógrafos, vestuaristas. Y creo que es hora de replantearnos nuestra posición. De hecho, nuestros elencos cada vez son más abiertos, hay gente nueva que entra y queremos empezar con los talleres y con las nuevas obras para ayudar a apuntalar el teatro venezolano y orientarlo. Creo que el encuentro con los clásicos es un es un punto clave. También vamos a seguir con nuestra línea contemporánea y va a haber muchas sorpresas que todavía están en formación», puntualiza el director.
La temporada de Silencio vengo a pedir termina este fin de semana. Las funciones son el viernes a las 6:30 pm y sábado y domingo a las 4:00 pm en La Caja de Fósforos, ubicada en Colinas de Bello Monte. La entrada tiene un costo de 5 $, tienen diferentes métodos de pago, y puede ser comprada en el teatro o reservada a través del correolacajadefosforos@gmail.com.