TEATRO

Niebla de violencia y control anula a la mujer en escenas

por Avatar

Ella y él comenzaron su relación como un retrato de amor. Sin embargo, con el paso del tiempo la individualidad femenina se desdibujó. El control sistemático se apropió de la vida de la mujer, quien envuelta en un círculo de sumisión involuntaria perdió su alma. Polvo es una pieza de teatro que habla sin cortesías sobre los golpes, físicos y hablados, que reciben millones de mujeres alrededor del mundo y sobre la incapacidad de alzar la voz por parte de la víctima, que al final termina por perder todo rasgo humano para convertirse en un objeto.

Un famoso fotógrafo y una maestra conviven en un hogar inmaculado y gris. El único atisbo de color y vida se presenta en forma de un vestido azul con el que ella se pasea sobre el frío suelo de mármol. Desde el primer momento en que uno posa la mirada sobre el otro, se percibe la necesidad de control en los ojos de él. Los actores Rossana Hernández y Elvis Chaveinte encarnan a la pareja, que dirigida por Diana Volpe, logra dar cuenta del germen de un problema que afecta a las mujeres en cientos de rincones de cualquier país del mundo.

La Caja de Fósforos, cuyo equipo realizó el primer festival de dramaturgia europea en 2017, retoma los textos de un dramaturgo europeo. El italiano Saverio la Ruina, autor de Dissonorata, escribió una obra que revela en escena las heridas de una pareja y muestra cómo la sumisión y control hacen que una mujer pierda su individualidad.  

“El autor explica que lo que quiere es mostrar otra cara de la violencia, no solo la física, sino esa que es como un polvo. Cuando se entra a un cuarto que ha estado cerrado por mucho tiempo y se abre una ventana, en el haz de luz se ve un ligero polvillo. Ese es el ente que él se imagina y que da nombre a la pieza. Esa niebla la va envolviendo a ella y no le permite ver la realidad”, explica Volpe.

Hernández, dirigió a mediados del año pasado la pieza Emilia, en la que también se trataba la violencia de género sobre las tablas. “Es un tema que me interesa. En Polvo es muy interesante porque se muestra una violencia solapada”, dice la actriz, quien agrega que lo más complicado en la construcción de su personaje fue encontrar la vulnerabilidad necesaria para dejarse envolver en los juegos de dominación de su contraparte masculina, que resulta ser su esposo en la vida real.

“La gente cree que porque somos pareja es más sencillo, pero puede ser mucho más complicado”, dice Chaveinte, quien tuvo que parar en ensayos por no poder continuar con las humillaciones de su personaje. “Me ponía en su posición y me sentía terrible. Me preguntaba: ‘¿cómo puede existir gente así?’, pero es algo que pasa a diario y mucha gente prefiere no hablarlo y pasarlo por alto. Muchas de esas historias lamentablemente son tan parecidas que parecen escritas con un libreto”, agrega el actor.

La Unión Europea conmemora anualmente el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En 2017 el capítulo Venezuela contactó a Volpe para que realizara un montaje con el que se recordaría la fecha a través de una actividad cultural y se realizaron montajes privados. “Después de presentarla pensamos que era una pieza con mucha fuerza que no se podía quedar con tan pocas funciones”, explica la directora, quien impulsó una propuesta más física que la escrita por La Ruina.

Alternados con las palabras dulces y los gritos de él, sobre el escenario también actúa una pareja de jóvenes bailarines, quienes potenciados por la acción dramática hacen explícitas las referencias simbólicas de cada diálogo. Francisca Becerra y José Lugo exhiben, a través de ágiles movimientos, cómo la pasión y el amor sincero se pueden transformar en un trastorno de sumisión y dolor. Polvo se presenta los viernes a las 7:00 pm, y sábados y domingos a las 6:00 pm.