No es la primera vez que hacen teatro, pero sí se estrenan como directores y productores de sus propios montajes. Jonathan Collet, Mateo Cestari, Joe Justiniano y Andreína Salazar decidieron renovar el formato de los festivales para jóvenes creadores. Piezas de Henrik Ibsen, Charlotte Brontë e Ida Gramcko son los textos que se escenificarán hasta el 1º de octubre en el Teatro Luis Peraza.
Viaje Teatral es el nombre que escogieron para englobar, en formato de festival, cuatro propuestas escénicas que mezclan el teatro experimental con textos universales. “Esta no es una competencia. Somos cuatro creadores que decidimos lanzarnos a las tablas con propuestas propias y poco dinero”, explica Collet, quien abrió el ciclo a principios de agosto.
Collet había escrito Dos segundos para un formato corto, el Microteatro. Luego, alargó la pieza para postular al Festival de Jóvenes Directores del Trasnocho Cultural, pero no participó en la última edición. Ahora, el director asegura que el montaje, que versa sobre una conversación de un hombre consigo mismo en diferentes etapas de su vida, ha mejorado, y que el público puede identificarse con los sentimientos del personaje principal interpretado por los actores Antonio Delli y Julián Izquierdo.
Salazar estudia en el Centro de Creación Artística TET. Decidió reescribir una obra de Ibsen que retituló Eleonora. Casa de muñecas. “Es una pieza emblemática. Nora es un personaje arquetipal que nos ayuda a pensar en la manera en que la sociedad moldea lo que pensamos”, asegura la directora que se ha formado en la puesta en escena con maestros como Guillermo Díaz Yuma y que estrenará su propuesta el 22 de septiembre.
Salazar comenzó a trabajar Casa de muñecas en el Gimnasio de Actores, un taller para la creación escénica del Banco del Libro. En el mismo lugar, Cestari se enamoró de la prosa de Brontë y decidió escribir una versión del clásico Jane Eyre, que estrena este viernes.
“Yo quería que la gente se identificara con lo lejano. El mundo ha cambiado en perspectiva, pero el mensaje de la pieza se mantiene vigente”, explica el director sobre el montaje en el que hay casi 20 personajes en escena, cuyos vestuarios fueron producidos con el apoyo del Teatro Teresa Carreño.
Justiniano cierra el Festival con La dama y el oso de Ida Gramcko. El director asegura que la obra mantiene una estrecha vinculación con el público. “Estamos en un contexto político muy claro, pero la pieza es pertinente porque no toca ninguno de los temas que están en la palestra. No habla de política, de economía o de crisis sino de amor y de ausencia, que también son sentimientos con los que nos vinculamos los seres humanos sin importar el contexto”, indicó sobre su montaje que se estrena el 8 de septiembre.
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional