Desde niña persiguió un objetivo: hacer las cosas bien, ser fiel a sus valores pero, sobre todo, a sí misma. Lo anotaba en sus diarios, aquellos en los que comenzó a escribir sus primeras canciones. Taylor Swift se repetía una y otra vez: «Haz lo correcto, sé una buena chica». Soñaba con ser reconocida, además de por su talento, por hacer las cosas bien. Era lo único que le importaba a aquella joven de Pensilvania que, con apenas 13 años de edad, comenzaba a abrirse camino en una industria en la que se toparía con personas que años más tarde, sin razón aparente, la atacaron sin piedad, sin importar qué tan buena fuera o qué tan bien hiciera las cosas. Sobreponiéndose a los obstáculos, la cantante ha demostrado no sólo que es una de las mejores artistas de la escena pop actual, sino que también se ha convertido en todo un fenómeno por el efecto que causa en el público, en la industria, en la economía, en la moda, en la cultura pop… Así ha quedado demostrado en The Eras Tour, su más reciente gira.
The Eras Tour comenzó en marzo de este año en Estados Unidos con 53 fechas. En agosto, tocó puerto por primera vez en América Latina con cuatro shows en México y aún faltan tres en Argentina y seis Brasil, todos en noviembre. En 2024, la gira seguirá por Japón, Australia, Singapur, Francia, Suecia, Portugal, España, Reino Unido, Irlanda, Países Bajos, Suiza, Italia, Alemania, Polonia y Austria para luego regresar a Estados Unidos y finalizar en Canadá. En total, 146 shows, todos agotados. De acuerdo con estimaciones de Pollstar, revista especializada en análisis de ingresos de la industria musical, el tour de Taylor Swift, el sexto de la cantante, podría recaudar cerca de 1.400 millones de dólares, lo que la convertiría en la gira más lucrativa de la historia y así destronaría Elton John, actual poseedor del récord con su gira de despedida, que recaudó 939 millones de dólares.
En sus primeras 22 presentaciones en Estados Unidos, Taylor Swift recaudó más de 300 millones de dólares, lo que convirtió a The Eras Tour en la gira con mayores ingresos de Norteamérica y el mundo desde el 17 de noviembre de 2022 hasta el 17 de mayo de 2023, según Pollstar. Además, es el doble de grande que la gira de Bruce Springsteen & The E Street Band, la segunda con mayores ingresos alrededor del mundo, que recaudó $142 millones en 36 fechas, y la de Harry Styles, Love On, que ocupa el tercer puesto con $124 millones en 34 presentaciones.
Desde que se anunció el regreso a los escenarios de Taylor Swift desde Reputation (2018) y tras la cancelación de su Lover Fest por la llegada de la pandemia, The Eras Tour se convirtió en un fenómeno que trasciende la industria del entretenimiento. El año pasado, cuando salieron a la venta las entradas, la página web de Ticketmaster colapsó; sin embargo, pese a las fallas, el 15 de noviembre de 2022 la gira batió el récord a la mayor cantidad de ventas en un día, con más de 2,4 millones de boletos adquiridos. Desde entonces, el tour no ha dejado de batir marcas.
El impacto de la gira, la más grande en la carrera de la artista hasta ahora, ha sido comparado con la beatlemanía por el furor que genera en sus fans, quienes viajan de ciudad en ciudad, e incluso países, para ver el show de la intérprete de «Red». Por esto, acoger un concierto de la cantante, más allá de ser una experiencia artística, se convirtió en un fenómeno capaz de dinamizar la economía local, como ha ocurrido en ciudades de Estados Unidos como Filadelfia, donde Swift ofreció tres conciertos en mayo por el que se registraron los mayores ingresos hoteleros desde el inicio de la pandemia, indicó un informe de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Los espectáculos en la ciudad más grande de Pennsylvania lograron reunir cada noche cerca de 68.000 espectadores. De acuerdo con datos de STR y Visit Philadelphia, se reservó 95% de las más de 14 mil habitaciones disponibles.
Ocurrió igual en Las Vegas y Chicago, donde la visita de la artista rompió el récord de ocupación hotelera en la historia de la ciudad, con 44 mil habitaciones ocupadas que dejaron ingresos de 39 millones de dólares. De acuerdo con la firma de investigación QuestionPro, The Eras Tour sumará 5.000 millones de dólares a la economía global.
El impacto en la economía es tal que políticos como Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, y Gabriel Boric, presidente de Chile, le han pedido a Swift que se presente en sus países. En un verano de grandes giras de artistas como Beyoncé, Bruce Springsteen y Drake, la de Taylor Swift destaca por su dimensión, conceptualización y puesta en escena. Cada concierto, de más de tres horas de duración, es un viaje musical en el que la cantautora de 33 años de edad recorre, en más de 40 canciones, las distintas etapas de su carrera: desde su disco homónimo, pasando por Fearles (2008), Red (2012) y 1989 (2014), hasta Reputation (2017), Folklore (2020) y Midnights (2022).
El espectáculo reúne a público de todas las edades. Desde los más fanáticos –conocidos como swifties, quienes intercambian brazaletes de amistad con nombres de canciones como símbolo de unión entre la comunidad y la artista– hasta personas curiosas que sólo conocían uno o dos temas pero que intentan comprender el fenómeno en el que se ha convertido la cantante. El show, alabado por la crítica estadounidense, está dividido en diez actos, en los que la cantante mezcla su habilidad musical y performativa con elementos visuales que generan una experiencia sensorial única en el público. «La gira de Taylor Swift es el epítome de la música en vivo», reseñó Christina Fuoco, de Pollstar.
The Eras Tour no solo ha destacado por su impacto cultural y económico, sino también por algunas decisiones que ha tomado la cantante que comenzó su carrera haciendo música country. Por ejemplo, el gesto que tuvo con los transportistas que movilizaron los equipos para sus shows en Estados Unidos, a quienes les dio bonos de 100 mil dólares. Pero no fueron los únicos. De acuerdo con la revista People, la cantante destinó un total de 55 millones de dólares en bonos para su grupo de trabajo, desde bailarines hasta técnicos de sonido.
Desde que comenzó la gira, en marzo, el número de streamings en todos los discos de Taylor Swift subió, de acuerdo con Billboard. Incluso, siete de sus discos se ubicaron en simultáneo en el Top 40 del Billboard 200, lo que la convirtió en la segunda artista en la historia en lograrlo después de Whitney Houston. El fenómeno que ha generado es tal que medios de comunicación estadounidenses, como Tennessean y USA Today, están contratando periodistas especializados en la cantante para cubrir todo lo relacionado con su música y su gira.
Un camino tortuoso y empinado
Taylor está en el mejor momento de su carrera, pero el camino hacia la cima no ha sido sencillo para la artista que, desde los 13 años, comenzó a trabajar para construirse una carrera en una industria que la atacó, señaló y cuestionó sin motivo.
Todo comenzó en 2009, cuando la cantante, de entonces 20 años de edad, recibió el premio a Mejor Video Femenino por You Belong With Me, en los VMAs. Un momento que debió ser de alegría y orgullo, se convirtió en una humillación pública para la artista. Cuando subió al escenario para recibir su premio y dar su discurso de agradecimiento fue interrumpida por Kanye West, ahora llamado Ye, quien le quitó el micrófono para decir que el galardón lo merecía Beyoncé. No ella. El incidente fue el primero de muchos ataques que recibió la intérprete de «Blank Space».
Aquel incidente abrió la puerta a un sinfín de críticas hacia la cantante, primero, por sus relaciones amorosas y, segundo, por su apariencia física. De hecho, la marca de ropa Abercrombie & Fitch llegó a comercializar una camisa con la frase «Más novios que T.S», que luego retiraron del mercado por la reacción de los fans de la artista.
Taylor Swift comenzó su carrera escribiendo canciones sobre historias de amor ficticias, inspiradas en películas o experiencias de otros; pero con el paso del tiempo, se inspiró, como muchos artistas, en experiencias propias. Así surgieron temas como «Back to December», «All Too Well» o «Last Kiss». Por esto, durante mucho tiempo la cantante también fue duramente criticada, tanto en redes sociales como en medios de comunicación. Cansada de los comentarios, que señaló como sexistas, dijo, en una entrevista radial en 2013: «Nadie dice eso sobre Ed Sheeran. Nadie dice eso sobre Bruno Mars. Todos escriben sobre sus ex, sus novias actuales, su vida amorosa y nadie ve nada malo ahí».
En esa época parecía que el mundo se había cansado de Taylor Swift. Incluso, se hizo una campaña en redes sociales con el hashtag #FakeTaylor, luego de la publicación del tema «Famous», de Kanye West, en el que la llamaba zorra. En ese entonces, el rapero aseguró que la artista le dio permiso de hacerlo; ella lo negó. Desde ese momento, Kim Kardashian, entonces esposa del intérprete de «Stronger», se refirió a la cantante con el emoji de serpiente. Esto desató una ola de odio y desprestigio hacia la artista que, años después, respondería a los ataques en su álbum Reputation (2018) con temas como «Look What You Made Me Do», en cuyo video usa de forma irónica serpientes que la obedecen.
El disco marcó una nueva etapa en la carrera de Taylor Swift, quien dejó de preocuparse por lo que decían de ella y se enfocó en las causas que le interesaban, como los derechos de la comunidad LGBTIQ+ y el feminismo, movimiento en el cual comenzó a tener más presencia por las letras de sus canciones, muchas sobre igualdad y empoderamiento femenino como «The Man«, en el que habla de cómo se juzgaría su éxito si fuese hombre.
La cantante, como muchas mujeres, ha sido víctima de abusos. En 2013, el DJ y locutor David Mueller tocó de forma indebida a la artista mientras se tomaban una foto, por lo que –años después– lo demandó por asalto sexual. La intérprete de «22» ganó la disputa legal en la que sólo exigió un dólar como compensación para que su caso sirviera de ejemplo para que otras mujeres no se quedaran calladas. «Reconozco que he sido una privilegiada en la vida, en la sociedad y al haber podido afrontar los enormes costos de defenderme en un juicio como este. Mi esperanza es ayudar a las voces que también deberían ser oídas. Por eso, en un futuro próximo, haré donaciones a organizaciones que ayudan a defenderse a las víctimas de asaltos sexuales», dijo en ese entonces.
Cuando todo en la vida de la cantante parecía ir por buen camino, entró en un conflicto legal con su primera disquera, Big Machine Records, por los derechos de sus canciones.
En 2019, el sello discográfico vendió los derechos de los temas de sus primeros 6 álbumes por 300 millones de dólares a Scooter Braun, productor musical y manager de artistas como Ariana Grande y Justin Bieber, quien –denunció Swift– la acosó e intentó manipular durante años. «Scooter me ha despojado del trabajo de mi vida, que no se me dio la oportunidad de comprar», dijo en ese momento. «Música que escribí en el piso de mi habitación y videos que soñé y pagué con el dinero que gané tocando en bares, luego clubes, luego arenas y luego estadios», agregó.
Tras la compra de la antigua Big Machine, Braun le impidió a la artista interpretar sus canciones en los American Music Awards de 2019 y utilizarlas en su documental de Netflix, Miss Americana (2020). Cansada de la injusticia que estaba sufriendo, Taylor decidió aprovechar un vacío legal en su contrato con la disquera, sobre nuevas versiones de su música, y anunció que regrabaría y relanzaría todos los álbumes anteriores a 2018, seis en total. Desde entonces, se ha embarcado en el proceso de regrabar su música. Hasta el momento ha publicado Fearless (Taylor’s Version), Red (Taylor’s Version), Speak Now (Taylor’s Version) y se espera que 1989 (Taylor’s Version) esté disponible a partir del 27 de octubre.
Impacto cultural
Las regrabaciones, además de permitirle ser dueña de su música, le da la oportunidad a la artista –la primera mujer en tener más álbumes en el puesto N°1 de la lista Billboard 200, con 12 en total– de que sus canciones lleguen a más personas. Y es que el impacto de sus composiciones ha sido tal, que universidades alrededor del mundo han abierto cursos para estudiar sus letras, como la Universidad Estatal de Arizona, que ofrece la clase «Psicología de Taylor Swift: Temas Avanzados de Psicología Social», o la Universidad Adolfo Ibáñez, en Chile, que ofrece el taller «Taylor Swift: La poesía en la era de Spotify», dictado por el venezolano Alejandro Martínez, académico de la Facultad de Artes Liberales de la institución, quien considera que el potencial de su obra radica en cómo logra reflejar poéticamente experiencias universales con las que su audiencia se identifica y que, además, podría motivar a las nuevas generaciones a interesarse por obras de la literatura universal.
«Con cada acorde y verso, Taylor Swift revive esta tradición milenaria. Por ejemplo, ‘Love Story’ resucita el romance prohibido de Romeo y Julieta de William Shakespeare. En ‘The Lakes’ hay ecos de la rica imaginería del poeta romántico Samuel Coleridge. ‘All Too Well’ juega con imágenes evocadoras sobre una relación amorosa del pasado en la que la propia Taylor Swift hace referencia al poema 20 de Pablo Neruda. Y en su álbum Evermore, Swift dialoga con la introspección de Emily Dickinson y la narrativa atmosférica de Daphne du Maurier», detalla Martínez en un artículo de opinión publicado por The Clinic.
La carrera de Taylor Swift no sólo ha destacado por su música, también por su transición al cine. El año pasado se conoció que la cantante, que ha actuado en filmes como Valentine’s Day (2010) y Cats (2019), se embarcaría en su primer largometraje, del que no se conocen detalles, como guionista y directora para el estudio Searchlight Pictures, responsable de producciones como La forma del agua, de Guillermo Del Toro. Aunque es su primera película, la artista ya tenía experiencia como directora en algunos de sus videos musicales como el de All Too Well: The Short Film, que presentó en el Festival de Cine de Toronto y en el Festival de Cine de Tribeca. Además, recientemente, se anunció que su gira The Eras Tour llegará a los cines.
El documental sobre la gira de Taylor, que se estrenará el 13 de octubre en Estados Unidos, está batiendo récords. De acuerdo con la cadena de cines estadounidense AMC Theatres, desde que las entradas estuvieron a disposición del público, el filme vendió 26 millones de dólares en boletos en un día, superando a Spider-Man: No Way Home, que vendió 16,9 millones de dólares en su primer día de preventa en 2021.
Taylor Swift ha demostrado que su talento y su afán por hacer las cosas bien, un principio de vida, pudieron más que todo el odio que recibió y los cientos de obstáculos que se interpusieron en su camino para cumplir su sueño de ser una gran artista, esa en la que tanto desea convertirse de niña. Tiene apenas 33 años de edad. Esto apenas comienza.