La plaza de Los Palos Grandes fue el sitio donde más de 40 poetas, escritores y artistas alzaron la voz por la libertad de Venezuela para celebrar del Día Mundial de la Poesía. Los versos sobre la escasez, el hambre, la migración, el exilio, la búsqueda de identidad y un mejor futuro unieron a los caraqueños la tarde del jueves. Un llamativo elemento colocado sobre las escaleras de la plaza llamó fuertemente la atención.
Fue un gran tapiz rojo con las inscripciones de los fallecidos en las manifestaciones, muy en sintonía con la cita del escritor Rafael Cadenas “Florecemos en un abismo”, que el movimiento ciudadano “Dale Letra” sostuvo durante el acto.
Elisabetta Balasso fue su creadora en un momento en el que ya no podía más. En 2017 las protestas antigubernamentales inundaron las calles de Venezuela. La indignación movió cada paso y cada consigna de la ciudadanía que exigía un país mejor. En tres meses, la represión cobró más de 100 vidas y ella comenzó a bordar el tapiz en memoria de los caídos.
Más de 250 nombres forman parte de la pieza Tapiz Rubedo. Sostenemos sus nombres, hecho por voluntarios que acudieron a la convocatoria realizada en redes sociales por la artista a mediados de 2017, indicó la artista.
Dijo que a cada persona se le asignó un nombre al azar, sin favorecer uno en específico, para ser bordado con hilo rojo y retazos del mismo color en las distintas tonalidades disponibles sobre una cortina de tul.
El uso del rojo, añadió, tiene dos significados: es el color de la fase alquímica de transmutación llamada Rubedo -que hace referencia a los procesos de transformación- y, además, simboliza el hilo de la vida, de acuerdo con una leyenda oriental.
Las diferentes tonalidades del mismo color sugieren la invisibilidad de algunas historias. “Al bordar retomamos el hilo, el hilo rojo de la vida; hilvanamos historias, creamos un registro”, señaló Balasso.
Esta expresión artística se conoce como craftivismo: la unión de artesanía y activismo | Foto: Elisabetta Balasso
No solo están bordados los nombres de los manifestantes fallecidos durante las protestas de 2017, sino también los de los guardias nacionales y policías que murieron en el mismo contexto, sin distinción política. “Quisimos hacer un trabajo inclusivo, compasivo, no de venganza, ni de exigir, sino simplemente de rogar”, indicó.
Esta expresión de craftivismo, que es la unión de artesanía y activismo, pretende generar un espacio de restauración del tejido social venezolano.
“Más allá de la rabia, la denuncia y la comprensible necesidad de justicia, cada vez era más fuerte la urgencia de disponer de un espacio en el cual pudiéramos dar cabida al duelo necesario, y comenzar a restaurar el tejido rasgado”, expresó Balasso.
El «Tapiz Rubedo» también tiene una versión digital | Foto: Yajaira Paiva.
Y concluye: “Aquí están todos los fallecidos en el contexto de las protestas desde el año 2002 hasta 2018. Lastimosamente, no hemos terminado. Creímos que el año pasado podríamos cerrar el capítulo; sin embargo, vamos a tener que bordar ahora los de 2019. Esperamos, en algún momento, poder terminar el trabajo”.