El retrato de la señorita Lieser, una de las últimas obras del pintor modernista austríaco Gustav Klimt (1862-1918), alcanzó el miércoles un precio de 32 millones de dólares en una subasta en Viena, mucho menos de lo esperado.
La pieza, que había sido valorada en hasta 53 millones de dólares, fue encargada por una familia judía y quedó inconclusa cuando Klimt murió en febrero de 1918, y ha estado desaparecida durante casi 100 años.
La palabra «decepción» fue la más repetida en la sala de im Kinsky, la casa de subastas vienesa que el otoño pasado recibió el encargo de organizar la venta por el actual propietario, que había heredado la pieza de unos parientes.
La subasta, que empezó con 30 millones de dólares, solo tuvo tres ofertas antes de llegar a los 32 millones finales, después de repetidas apelaciones a más pujas por parte del subastador.
La subasta había generado mucha expectativa y se había especulado con que la puja pudiera llegar hasta los 75 millones de dólares, debido a que a la pieza se le perdió la pista en 1925 y a la calidad artística de un cuadro que anunciaba ya una nueva etapa pictórica del maestro austríaco.
Claudia Mörth-Gasser, una de las expertas de im Kinsky, aseguró a EFE que la valoración del cuadro en entre 30 y 50 millones de euros había sido muy «moderada» y adelantó que era posible que se diera la «sorpresa» de un precio final mucho más alto.
En junio de 2023 la Dama con Abanico de Klimt se subastó en Londres por 107,5 millones de dólares, y se convirtió en la obra de arte más cara vendida nunca en Europa.