Hollywood tenía una tarea pendiente con West Side Story. El eterno musical sobre la experiencia de los puertorriqueños en Nueva York apenas contaba con intérpretes puertorriqueños en su primera adaptación al cine, algo que Steven Spielberg se propuso enmendar en la nueva versión.
«Es la primera producción de West Side Story que cuenta con un reparto completamente latino para dar vida a los Sharks. Era algo que necesitaba corregirse», expresa el director en una entrevista con Efe.
Desde que se anunció el proyecto en 2014, Spielberg era consciente de la expectación que suponía llevar uno de los grandes musicales de Broadway de nuevo a la gran pantalla.
«Nunca veo mis propias películas. Es raro, pero no lo hago. Las ruedo y paso a otra cosa. Sin embargo esta vez, durante la premiere, me senté junto a mi esposa y disfruté de cada segundo«, reconoce. «Y creo que hemos hecho las cosas bien», añade.
Las primeras reacciones al filme, que se estrena este fin de semana en Estados Unidos, aplauden el resultado del veterano cineasta ante un desafío doble. Se trataba de su primer musical y, además, de una historia articulada en torno al racismo en un momento en el que las sensibilidades están a flor de piel.
A pesar de que la cinta de 1961 es una de las más laureadas de la historia gracias a sus diez premios Oscar, incluido el de Mejor Película, con el tiempo se ha convertido en uno de los ejemplos más esclarecedores de los problemas de representación que arrastraba Hollywood.
Natalie Wood, de origen ruso, tomó el papel de María; George Chakiris, de origen griego, dio vida a Bernado y la mayor parte de los personajes puertorriqueños estaban encarnados por actores blancos con maquillaje marrón.
En cambio, la única puertorriqueña destacada del reparto, Rita Moreno (que ganó el Oscar por su papel de Anita), fue maquillada con un tono mucho más oscuro que el suyo para exagerar su condición. «No es una corrección que se deba a esta nueva era woke (término que se refiere a la cultura de la cancelación), relata Spielberg. «Estábamos en deuda con el pueblo de Puerto Rico».
Así, el director de E.T. y Jurassic Park creó un papel específico para Moreno. Además, contó con ella como productora ejecutiva para que corrigiera los elementos del guion que no representaran de manera fidedigna la experiencia de los inmigrantes hispanos en Estados Unidos.
Un irrespeto
Como resultado, y junto al guionista Tony Kushner (Lincoln), el equipo ha potenciado el acento latino de la historia de West Side Story. En su versión original cuenta con varios minutos de diálogo que transcurren en español. Sin subtítulos.
«El español es el segundo idioma de Estados Unidos. Así que pensé que habría sido irrespetuoso subtitularlo, porque tiene que convivir con el inglés y sin ningún apoyo», subraya Spielberg.
De hecho, la fuerte presencia del español fue uno de los detalles que más llamó la atención durante la premiere celebrada en Nueva York.
Inmediatamente después Spielberg explicó que su objetivo es que durante las proyecciones se congreguen espectadores hispanohablantes y angloparlantes. La idea es que estos «escuchen risas de grupos que entienden ciertas cosas en español».
A pesar de los cambios descritos sobre el papel, la trama del nuevo filme permanece fiel al musical que escribieron y compusieron Leonard Bernstein, Arthur Laurents y el recientemente fallecido Stephen Sondheim. La banda sonora está dirigida por el director de orquestas venezolano Gustavo Dudamel.
La partitura original
Rachel Zegler, de origen colombiano, debuta en el cine con una interpretación algo más astuta de la cándida María mientras que Ansel Elgort entrega a un delicado y arrepentido Tony.
Entre el resto del reparto, brillan Ariana DeBose como una Anita «prieta» (afrolatina) y David Alvarez metido en el personaje de un Bernardo desencantado con el «sueño americano». Los dos intérpretes logran una enorme complicidad en «América», uno de los números musicales que más aplausos está recibiendo entre la crítica.
«Usé la partitura original del musical de Broadway de 1957. Pasé semanas con los auriculares haciendo guiones de todos los números», recuerda Spielberg.
Y, al igual que en la primera versión de este «Romeo y Julieta» moderno, el cineasta ha inmortalizado la ciudad de Nueva York como un personaje más de la película gracias a números imperecederos como «María», «Tonight» o «I Feel Pretty».
«Sencillamente, hemos vuelto a rodar la película para una nueva generación«, zanja Spielberg.