Han transcurrido 13 años desde que Art se presentó por primera vez en los escenarios venezolanos. Y este mes, dirigida por Héctor Manrique, la pieza de la dramaturga francesa Yasmina Reza vuelve a las tablas para contar la historia de tres amigos que se enfrentan a un terrible dilema que pone su relación fraternal sobre un lienzo en blanco.
Héctor Manrique le da vida a Sergio, un médico dermatólogo que ha comprado un cuadro por 50.000 dólares. No es una pintura cualquiera: se trata de una pieza de Antrios, cotizado pintor modernista. Sergio, un hombre que busca reafirmar sus credenciales como coleccionista de arte, se embarca en la compra de una obra que considera increíble.
“Para uno es un placer montar este tipo de obra que tiene una fuerte presencia dramática, y un fondo complejo, pero a la vez cae en el humor. Nosotros la pasamos muy bien a pesar de las dificultades que sufrimos como consecuencia de los apagones generales. Eso representó un gran desafío. Pero de eso se trata el teatro, de sobrellevar contratiempos y producir obras”, manifestó Manrique.
Marcos, un ingeniero neurótico representado por Sócrates Serrano, se maravilla por la adquisición de Sergio. “Es una mierda”, dice y se echa a reír. Sin embargo, a partir de que el cuadro es revelado comienza a complicarse la historia. La pregunta central es ¿qué es el arte? A lo que Sergio responde: es el viaje interno del artista. Una respuesta que no satisface a Marcos, que no logra entender cómo se puede gastar tanto dinero por una pintura blanca.
En su desesperación, Marcos busca la opinión del tercer amigo, Iván (Antonio Delli), un falso optimista con mala suerte en el amor y en el trabajo. Él es, aparentemente, débil de carácter y dirá lo que sea con tal de complacer a sus amigos. Pero su mundo interior se va transformando cada vez más, en uno complejo y atormentado.
Para Manrique, Art explora el mundo subterráneo de las amistades: “El hecho de ser sincero no es siempre una virtud. En las relaciones a veces es mejor tragarse las verdades para no herir al otro. Pero la obra plantea algo aún más importante, algo que debemos rescatar en estos tiempos: la tolerancia. No porque alguien vea algo donde, aparentemente no lo hay, se debe reprochar su opinión. Tenemos que valorar todas las visiones que existen dentro de la sociedad”.
Este triángulo de amistad se destruye con gritos, rabia, mentiras y, sobre todo, una fuerte crítica hacia los artistas plásticos. La obra de Antrios es el catalizador de aquello que se han callado Marcos, Iván y Sergio durante años. Las palabras son los colores que tiñen la obra de Antrios con conflictos.
¿Es posible recuperar una amistad luego de que opiniones extremas salen a la luz? Esa misma luz que, de acuerdo con Sergio, permite ver pinceladas y matices de colores sobre el cuadro blanco; esas luces que iluminan a cada personaje para romper con los diálogos y entablar monólogos completamente honestos con el público. Puede que sí.
Art
Trasnocho Cultural
Viernes, 6:00 pm
Sábado y domingo: 4:00 pm
Entrada: a partir de 9.280 bolívares
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