ENTRETENIMIENTO

Silvio Rodríguez, el castrista empedernido que ahora se inspira sin rubor contra la homofobia y la censura

por Avatar El Debate

Las contradicciones del comunismo muchas veces se observan en las acciones de sus correligionarios. El cantautor Silvio Rodríguez lo es, comunista, y lo ha sido toda su vida, concretamente del comunismo de Fidel Castro, a cuyo lado permaneció siempre y ahora continúa, al lado de su régimen que perdura sin solución, o como solución de todos aquellos como él.

Lo sorprendente siempre es, como se decía al principio, las cotas de hipocresía que algunos, como el propio Silvio, 78 años le contemplan, son capaces de alcanzar. Rodríguez saca nuevo disco y en él dice que canta contra la homofobia, los dogmas y la censura: «Las hogueras de la homofobia, los vicios y dogmas y la censura de medios y artistas». Hace falta tener valor, desde luego. O más bien el descaro ya natural, practicado durante medio siglo de carrera.

Fidel Castro pronunció las siguientes palabras en 1963: «Muchos de esos pepillos vagos, hijos de burgueses, andan por ahí con unos pantaloncitos demasiado estrechos, algunos de ellos con una guitarrita, en actitudes elvispreslianas, y que han llevado su libertinaje a extremos de querer ir a algunos sitios de concurrencia pública a organizar sus shows feminoides por la libre (…) La sociedad socialista no puede permitir ese tipo de degeneraciones».

Eso dijo Fidel entre sonrisas en el año en que Silvio Rodríguez aún no era protagonista-artista del régimen. El fundador del partido revolucionario cubano, José Martí, inspiración de Castro y de Rodríguez, definió al homosexual como «un ser afeminado incapaz de construir una nación» y como «un inservible detritus del materialismo moderno». Todo aquello derivó en la represión de homosexuales, que fueron internados en campos de trabajo, practicada por Fidel Castro y el Che Guevara en los 60.

Artista del régimen

En los 70 se aprobó la llamada Ley de Ostentación Homosexual contra las muestras de afecto ente personas del mismo sexo. En los 70 Silvio Rodríguez ya estaba plenamente asentado como artista del régimen. Había presentado un programa en la televisión y pertenecía al Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, el Instituto Cubano de Arte y Cinematografía, junto a Pablo Milanés.

Los éxitos empezaron a llegar y ya no pararon, siempre bajo el paraguas castrista, bajo el que también fue, durante 15 años, diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba. Hace casi dos años murió su compañero Pablo Milanés, quien en los últimos años de su vida denunció el fracaso del comunismo y su represión, provocando el enfado de Silvio, obcecado en la consigna criminal: «Hasta la victoria siempre».

El régimen que construyó el dogma, lo censuró todo y represalió a los homosexuales, los tres temas en contra de los que ahora canta en su madurez Silvio Rodríguez, sin haber renunciado a ese régimen y sin el menor signo (lo habitual) de sonrojo, mientras opina que «Solo espero que nuestro futuro, el futuro de la Cuba de José Martí (aquel que calificaba de detritus a los homosexuales), no quede en el bolsillo del gobierno norteamericano».