Jennifer Walters le obsesiona la virginidad del Capitán América y no tiene ningún reparo de burlarse un poco de la vida sexual del superhéroe. La abogada de 30 años, soltera, ambiciosa y un poco intensa, lleva una vida normal y sueña con ser una abogada exitosa. Pero a la vez es prima de Bruce Banner, el científico al que los rayos Gamma convirtieron en Hulk.
Además del parentesco familiar, pronto ella descubrirá que tiene algo más en común con él, algo que la pondrá verde, pero no de la envidia.
Walter no quiere ser una superheroína, pero el destino la lleva a compartir la fuerza sobrehumana de Banner y una capacidad de transformación física (mucho más moderada, pero poderosa) resultado de la ira que se desprende ante una situación estresante. Así es el contexto que rodea a She Hulk: defensora de héroes, la nueva serie de Marvel alrededor de este personaje creado por Stan Lee y John Buscema y que apareció en el cómic Savage She Hulk en 1980.
La historia, desarrollada para la plataforma de streaming Disney+, y que se estrena este jueves 18 de agosto, cuenta la contradicción que tiene que lidiar la protagonista ante su nuevo rol de poder y su vida diaria, pero en un tono de comedia en el que muchas veces Walters hace gala de la ironía para contar sus desventuras en su doble vida. Sumado a batallas legales representando a otros superhéroes, de quienes entiende perfectamente muchos de sus conflictos.
Ella tiene más estilo en sus maneras –cuando el verde se revela en su piel y sus músculos se ensanchan– que su primo Hulk (que tras años de investigaciones, ensayos y errores pudo controlar la fuerza bruta que antes lo dominaba). She Hulk se toma sin tanto trauma su nueva condición y trata de lidiar con la fama, los peligros y hasta algunos gajes del oficio, como transformarse durante un juicio ante un ataque inesperado.
Verde pero muy humana
En la serie destila una confianza que soñaría tener cualquier gurú de la autoayuda y hasta rompe la cuarta pared (se dirige a la audiencia que la ve desde el otro lado de la pantalla) para hablarles de sus problemas y recordarles que aunque puede lanzar una roca gigantesca a miles de kilómetros, también puede ser frágil, impetuosa, irreverente, insegura… muy humana.
Mientras no deja de pensar en el despertar sexual del Capitán América, no tiene problema en mofarse del estilo de vida de su primo después de una insólita clase de yoga. Realmente es una serie de puro entretenimiento que pretende exponer más capas emocionales de su protagonista y no es apta para los amantes de los superhéroes traumatizados o con conflictos morales muy arraigados.
Jennifer Walters no viene de otro planeta, ni de otra dimensión, no fue escogida para un experimento secreto y ni siquiera es una deidad que baja a la Tierra para salvar a los humanos del caos o el apocalipsis.
La actriz Tatiana Maslany decidió encarar el reto de ser She Hulk. Ella tiene experiencia en eso de cambiar de piel y de estado de ánimo ya que se hizo famosa en el 2013 al protagonizar Orphan Black, en la que llegó a interpretar a una docena de personajes, ganando un premio Emmy y ganándose el reconocimiento de ser como un camaleón en su trabajo.
Aunque hay más técnica digital en su aventura con Marvel, era la indicada para manejar la escala en su nueva metamorfosis.
“Siempre buscamos encontrar un equilibrio entre el humor (que venía de los cómics) y la contradicción de tener superpoderes, pero perder un poco de lo que es la vida normal, con una narrativa visual como la que hace parte del universo cinematográfico de Marvel. Y todo el tiempo nos dedicamos a mantener estos elementos de comedia no están tan a menudo unidos en este tipo de historias”, dice Kat Coiro, quien dirigió seis de los ocho episodios de la serie, en una charla vía Zoom con El Tiempo Colombia.
Ella reconoce que está emocionada con el género de la serie. Cuando era niña se devoraba los cómics de She Hulk, antes de crecer y dejarse llevar por una carrera marcada precisamente por el humor, dirigiendo episodios de Brooklyn Nine-Nine, Mozart in the Jungle, It’s Always is Sunny in Philadelphia, Shameless, la comedia de Sofía Vergara Modern Family o la película Marry Me, que protagonizaron Jennifer López, Owen Wilson y Maluma.
Recientemente Coiro descubrió que su esposo tenía guardada una colección de cómics, en los que había algunos de She Hulk.
“Fuimos al sótano de su madre y tuve que volver a leerlos y me reconecté con esa emoción que me generaba esa superheroína: era audaz”, recalcó.
Frente al trabajo de Tatiana Maslany, la realizadora reconoce que “ella es capaz de adueñarse y de meter en su piel a muchos personajes, pero fue interesante que en She Hulk tuvo que asumir otro tipo de exploración actoral.
“Aquí ella es alguien que retiene su identidad cuando se transforma y eso la afecta mucho, porque quiere ser la de siempre, pero no es fácil cuando mides casi dos metros y tienes este color; el mundo te percibe diferente y tienes que encontrar la manera de lidiar con eso (a veces con humor, claro) y luchar con los villanos; Tatiana consiguió ser muy verosímil en ese conflicto”, aseguró.
Al igual que logró reflejar a una mujer con unas dinámicas familiares muy cotidianas y cercanas. Desde su buena relación con su primo Bruce Banner hasta su naturaleza de outsider con sus padres, quienes tienen que ayudarla en un momento de crisis ante su nueva condición.
“Nunca antes había interpretado nada parecido a un superhéroe, así que me tomó un poco de tiempo metérmelo en la cabeza”, confesó en una entrevista de Disney +.
“Estaba emocionada porque tenía ese elemento de humor que hacía el proyecto algo diferente, especial”, reconoció la actriz, que frente a la pantalla no se excede en el chiste y es capaz de ofrecer algunos trazos de drama que contrastan con la divertida dinámica que asume Jennifer con Hulk, que a su vez hizo regresar al actor Mark Ruffalo al papel más popular de su carrera.
“Hulk es como un mentor obligado para ella que no entiende lo que ha recibido y lo que eso conlleva. Él está tratando de prepararla lo mejor que puede. Tienen una gran relación y Bruce está simplemente emocionado de tener una persona que pueda relacionarse con él al nivel de Hulk”, explicó Ruffalo en una entrevista reciente y quien tiene además los momentos más divertidos de la serie, cuando comparte con Maslany: ellos se burlan de la típica relación del maestro y el aprendiz, así como de su naturaleza poderosa.
“Trabajamos usando unos trajes de captura de movimiento, pegados al cuerpo y con unos sensores que nos hacían ver como dos bebés que pelean todo el tiempo”, recordó Maslany de la indumentaria que luego hace posible su transformación física que se ve en las pantallas.
“Siempre he sido fanática de Marvel y sabía de alguna manera la gran escala visual y global de sus producciones, pero en realidad quiero que la gente pueda conectar con esta historia de cambios radicales, pero sobre todo de buenos momentos de humanidad y mucha diversión”, finaliza Kat Coiro.