Sharon Stone lo hizo de nuevo, pero diferente. La actriz recibió este fin de semana el premio a Mujer del Año por la revista masculina GQ, en Berlín. Allí recreó la escena de Bajos Instintos con la que llamó la atención de Hollywood en los noventa.
Frente al auditorio que la miraba expectante, terminó pronunciando un discurso en el que dejó claro qué sintió en el momento de la filmación y ofreció un mensaje de empoderamiento.
A propósito de los premios de la revista, Stone pidió una silla para sentarse sola en medio del escenario. Desde allí comenzó a hablarle a los presentes de la escena que le cambió la vida, pues su papel como Catherine Tramell le valió una nominación a un Globo de Oro y el reconocimiento mundial.
En el film que protagonizó junto con Michael Douglas en 1992, el personaje de Stone era una acusada de asesinato que al ser interrogada por los detectives se cruzaba de piernas varias veces, con una actitud muy provocadora.
“Hace algunos años, antes de que se nos permitiera ser quienes éramos en nuestros pequeños pueblos, yo estaba sentada en un estudio cuando mi director me dijo: ‘¿Me puedes pasar tu ropa interior?, porque la estamos viendo en la escena y no debería verse. Pero no veremos nada’. Y yo dije: ‘Sí, claro’. No sabía que este momento cambiaría mi vida”, relató Stone al hacer referencia a Paul Verhoeven, que dirigió la película.
Fue entonces cuando le pidió al público que imitara sus movimientos. “Lo que me gustaría que hicieran es que pongan los pies en el piso como lo estoy haciendo yo, todos ustedes. Quiero que se unan a mí en el momento que cambió mi vida. Listo, rodando”, dijo.
Stone cruzó las piernas y el público, entre risas, la imitó. “¿Se sienten empoderados? Puede ser que no. Hagámoslo de nuevo”, insistió, y cruzó otra vez las piernas. Finalmente se quedó mirando a la audiencia, que ya estaba en silencio.