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Shannen Doherty sobre su batalla contra el cáncer: “No quiero morir”

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Shannen Doherty reveló el miércoles que a principio de este año tuvo que someterse a una terapia de radiación para extirpar un tumor cerebral. «Estoy atravesando un cáncer de mama en etapa 4 que se propagó a mis huesos. Me lo imagino como un Pac-Man», resumió la actriz.

Y agregó: «El tratamiento es realmente bueno y está funcionando bien. Es una cuestión de ir superando día a día, mes a mes, año a año». La protagonista de Charmerd, de 52 años de edad, realizó estas declaraciones en una entrevista publicada por People en la que, además, adelantó algunos de los temas que abordará en el podcast Let’s Be Clear with Shannen Doherty, que se estrenará el 6 de diciembre y que espera que funcione como una especie de diario íntimo.

«Descubrí en enero que había células cancerígenas en mi cerebro, así que tuvimos que aplicar una terapia de rayos para poder extirpar uno de los tumores, al que llamé Bob. Finalmente, pudo ser removido y fue diseccionado para establecer su conformación. Luego, tuve que seguir con la terapia de rayos un tiempo más. Así que ha sido un viaje. Definitivamente, fue una de las cosas más aterradoras que me ha tocado vivir», se sinceró.

Shannen Doherty

Pero la pesadilla no terminó cuando salió del quirófano. Después de la cirugía, dice Doherty, tuvo problemas con su mano derecha y no pudo sostener un vaso o un tenedor durante tres o cuatro meses. «Te recetan muchos esteroides. Es para reducir cualquier inflamación cerebral. Y tengo una reacción horrible a los esteroides, así que traté de reducirlos… Luego, el cerebro se hinchaba un poco más y la mano dejaba de funcionar por completo», recordó. Nada de eso la amedrentó. «La primera vez que un vaso se me resbaló de la mano, pensé: ‘No, no, no, no, no. Esto no está sucediendo. Voy a trabajar en esto’. Y así lo hice», explicó. «Uno piensa: ‘¿Podrían haber contraído más ese tumor en particular?’. Pero se necesita perseverancia, mucha dedicación y fe para superar ciertas cosas. No soy alguien que se dé por vencida».

Doherty asegura que heredó la tenacidad de su madre, Rosa. A la mujer, nacida en el sur de los Estados Unidos, le diagnosticaron un aneurisma cerebral cuando su hija tenía apenas 8 años, y le aseguraron que tenía solo 10% de posibilidades de sobrevivir. Una mañana, al despertar, sintió que tenía parte del rostro paralizado, y no paró de hacer ejercicios hasta que logró recuperar la movilidad. «Vengo de una mujer decidida. Ella me inculcó un mensaje trascendental cuando era muy pequeña: ‘No te rindas’. Solo tienes que trabajar duro en eso que te molesta o te cuesta», afirmó.

Rosa tenía su propio centro de belleza. Thomas, el padre de Shannen y su hermano Thomas, era asesor financiero y murió en 2010, a los 66 años, casi un año después de haber sufrido un derrame cerebral en Nochebuena. «Creo que siempre fui una luchadora», aseguró Doherty, cuando recuerda su infancia en Los Ángeles. «Me criaron de esa manera, para que fuera muy fuerte y pudiera hacer cualquier cosa que me proponga», indicó.

A la protagonista de Beverly Hills 90210 le diagnosticaron cáncer de mama por primera vez en 2015, y después de haberse sometido a una mastectomía, y sesiones de quimio y radioterapia, anunció en 2017 que el cáncer había entrado en estado de remisión. Tres años más tarde, la enfermedad regresó y se extendió, por lo que los médicos le explicaron que había entrado en etapa 4.

«Lo que me gusta decirle a todos, incluyéndome a mí, es que se trata de seguir adelante durante los próximos dos, tres, cuatro y cinco años; porque en ese período de tiempo habrá otro nuevo protocolo, un nuevo ensayo clínico. Siempre hay algo. Así que solo hay que intentar llegar a ese punto», explicó.

Mientras sigue enfrentando los altibajos en su tratamiento, Shannen agradece estar rodeada de afecto. «Creo que no hubo ni habrá ninguna decisión que no haya consultado con mi madre. La amo y le estoy totalmente agradecida por ser una mamá increíble. También cuento con el apoyo incondicional de mi hermano y sus hijos, mi perro y mis otros animales».

A pesar de los golpes, Doherty asegura que no le teme a la muerte: «Sé adónde voy. Conozco a las personas que voy a ver. Creo que tendría miedo de morir si no fuera una buena persona, pero lo soy», explicó. Y señaló: «No quiero morir. Esa es la diferencia. No tengo miedo de morir. Simplemente, no quiero hacerlo».

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