Este jueves la cantante colombiana Shakira acudió a la justicia española por presunta evasión fiscal entre los años 2012 y 2014. La cantante intentó demostrar que no residió en España hasta 2015, cuando escolarizó a su hijo Milan y empezó a construir algo parecido a una “familia tradicional” junto al defensa del Barça Gerard Piqué.
El pasado mes de diciembre la Fiscalía acusó a la artista del impago de 16,4 millones de dólares en impuestos y de un total de 6 delitos fiscales en que habrían incurrido ella y su asesor económico en Estados Unidos.
Shakira negó este jueves cualquier mala práctica en su comparecencia ante un juez español dentro de una investigación sobre supuesta evasión fiscal.
La cantante colombiana declaró durante aproximadamente una hora y veinte minutos ante el juzgado de instrucción número 2 de Espulgues de Llobregat (Barcelona, noreste).
“Shakira ha cumplido en todo momento, incluido en el periodo comprendido entre 2011 y 2014, con sus obligaciones tributarias en todos aquellos países en los que ha trabajado. Tan pronto como conoció el importe que, según la Agencia Tributaria Española, debía abonar (…), Shakira procedió a pagar la cantidad en su totalidad”, afirmó el comunicado de su agencia.
Shakira justificó que sus ausencias de España no eran «esporádicas» –como señala la Fiscalía–, y trató de demostrar que realmente residía en el extranjero al detallar su agenda de conciertos y su participación en el programa televisivo The Voice en Estados Unidos.
En su querella, la Fiscalía argumentó que los asesores de Shakira crearon una “estructura societaria” en paraísos fiscales para ocultar sus ingresos. A preguntas de su abogado, la artista explicó que el diseño de esa red de empresas, en 2007, fue obra de su ex pareja, Antonio de la Rúa. La relación se rompió cuando Shakira conoció a Piqué y De la Rúa siguió instalado en la casa que antes compartían en Bahamas.