Charly García, uno de los símbolos fundacionales del rock argentino, cumple este sábado 70 años conservando el amor de cuatro generaciones de seguidores, que continúan ovacionándole pese a los excesos del pasado.
Autor de canciones históricas como «Demoliendo hoteles», «Rezo por vos» y «Nos siguen pegando abajo», el músico porteño lleva casi dos años alejado de los escenarios por su mal estado de salud, una circunstancia que nunca perturbó su amor visceral por la música.
«Yo si no hay música, aunque sea la televisión… Es como que soy un pescado. La música es mi oxígeno», reconoció hace unos años sobre un arte, el de componer canciones, necesario para mantenerse a flote.
Mes de homenajes
Sin Charly García resulta imposible comprender el último medio siglo argentino: opositor acérrimo a la última dictadura cívico-militar (1976-1983), consolidó su popularidad como solista en los años 80 y 90, antes de sufrir los peores efectos de la drogadicción y copar las portadas de los diarios por sus salidas de tono.
Por la trascendencia histórica de su figura, que hoy aparece más o menos depurada de todo detalle escabroso, la ciudad de Buenos Aires puso en marcha durante el último mes diversas actividades para honrar sus 70 años, como exposiciones fotográficas, encuentros literarios y recitales.
El broche de oro será este mismo sábado con un «megaconcierto» de homenaje en el Auditorio Nacional, que contará con la presencia de más de cien artistas y una transmisión por streaming al mundo entero.
Estilo musical
Dueño de un «oído absoluto», esto es, la capacidad de identificar notas musicales sin partitura alguna, Charly García cuenta con casi treinta álbumes de estudio a sus espaldas, entre ellos piezas fundamentales del rock latinoamericano como Clics modernos (1983) y Say No More (1996).
Ahora bien, ¿cómo es realmente Charly como músico? En opinión del musicólogo Diego Madoery, que analizó su etapa más prolífica como compositor (1972-1996), la mayor particularidad de Charly es la conjunción que hace entre la «armonía clásico-romántica», derivada de sus primeros estudios de piano, y el rock.
«La capacidad de mezclar estos lenguajes generó una parte de su estilo muy importante, y que por lo menos en Argentina él es el que lo ha llevado con más personalidad», subraya a Efe por videoconferencia el experto, que compara en este aspecto a Charly García con los Beatles.
Como otros artistas de larga trayectoria, Charly evolucionó al compás de su carrera musical: si bien en sus primeros años arrecian las composiciones «bailables», como solista ideó canciones mucho «más austeras».
Contradicciones como artista
En ese sentido, las siete décadas de vida de Charly están atravesadas por una enorme contradicción, en apariencia irresoluble: ¿cómo ser un músico de masas, capaz de llenar estadios y cosechar los más altos galardones, sin perder un ápice de genialidad?
Esa «tensión» marcó gran parte de su producción artística, según manifestó Diego Madoery en su libro Charly y la máquina de hacer música (Gourmet Musical, 2021).
«Me parece que es un rasgo que lo tiene como diferente, bastante análogo a lo que puede ser un Spinetta, un Cerati o un Páez», afirma el experto.
Esa disputa interna de Charly le causó innumerables conflictos con la prensa especializada y con sus propios seguidores, hasta el punto de condicionar su creación musical: tras la publicación de discos criticados por su «alta exploración estilística», siempre venían otros más «rockeros» para levantar el vuelo.
Una búsqueda que está íntimamente relacionada con el «espíritu romántico» de Charly García, entendido no solo como una dirección artística, sino también como una «vida en conflicto».
«Creo que Charly es un artista bien romántico, en el sentido de tener muchas ganas de avanzar y autotitularse como la vanguardia y, por otro lado, tener una cierta melancolía de que lo nuevo que viene no es lo que le gusta a él», asevera Madoery.
El legado
Catapultado a la categoría de mito nacional, tanto por sus luces como, sobre todo, por sus sombras, Charly García es venerado por varias generaciones de argentinos.
«Cuando uno acude a los recitales de Charly, en esta última etapa, ve gente muy joven. Esos mismos chicos que por ahí están escuchando algún trapero, también gustan de Charly», observa Madoery.
De hecho, a sus 70 años Charly «ha desbordado» la categoría del rock nacional, con artistas procedentes del tango y del folklore que lo reconocen «plenamente».
«Hoy me animaría a decir que es reconocido casi como un Piazzola, músicos que estando dentro de una escena particular la desbordaron con su música», concluye el musicólogo.