La gala de los Emmy 2020 fue una para la historia, y no solamente por lo exitoso que resultó su inusual formato remoto como manera de sortear los peligros del coronavirus. Y es que a pesar de una victorias predecibles como la de Succession (HBO) en Mejor Serie Dramática y Watchmen (HBO) en Mejor Serie Limitada, nadie esperaba la completa dominación que tendría la serie Schitt’s Creek en las categorías relacionadas a la comedia.
La serie canadiense, creada y protagonizada por el equipo padre e hijo de Eugene y Daniel Levy, se llevó durante la gala siete estatuillas: Mejor Comedia, Actor (Eugene Levy), Actriz (Catherine O’Hara), Actor de Reparto (Dan Levy), Actriz de Reparto (Annie Murphy), Mejor Guion (Dan Levy) y Mejor Dirección (Andrew Cividino y Dan Levy).
A estos se le sumaron los dos premios creativos ganados en los días anteriores: reparto excepcional para una comedia y trajes contemporáneos destacados, los cuales dejaron a Schitt’s Creek con un total de nueve premios Emmy por una sola temporada, un récord en la historia de la ceremonia y una increíble despedida para la sitcom que culminó en abril de este año con su sexta temporada.
Para aquellos que no conocen sobre esta serie, Schitt’s Creek gira en torno a la adinerada familia Rose, conformada por el patriarca Johnny (Eugene Levy), su esposa, una exestrella de telenovelas Moira (Catherine O’Hara) y sus hijos, el extravagante David (Dan Levy) y la socialité Alexis (Annie Murphy).
Pero su vida privilegiada termina cuando la traición de unos de sus empleados significa el fin de la fortuna de los Rose. Privados de sus fondos, la familia se muda al pequeño pueblo de Schitt’s Creek, la única posesión que les queda. Es ahí donde sus excéntricas perspectivas chocarán con los habitantes de la localidad, dándole combustible a la comedia.
Según indicó Dan Levy en una entrevista con la revista Out, la idea del programa tras ver realities en la televisión como Keeping Up with the Kardashians. «Y me estaba concentrando en qué pasaría si una de estas familias adineradas perdieran todo. ¿Serían las Kardashian todavía las Kardashian sin su dinero?».
Dan acudió con esta idea donde su padre Eugene, reconocido por su rol en la franquicia American Pie, quien le ayudó a desarrollar el concepto e incluso le dio el nombre de Schitt’s Creek.
«Entonces, investigando en las maneras que las personas han perdido sus fortunas, encontramos algunas historias de personas que habían comprado pueblos», recordó Dan Levy. Inevitablemente en estas historias, la adquisición llevaba a sus dueños a la bancarrota. «Entonces pensamos, ¿qué pasa si esta familia, como broma para el cumpleaños 16 del hijo, encontró este pueblo llamado Schitt’s Creek, lo compró como broma por el nombre, y finalmente se vio obligada a vivir ahí?».
La premisa de personas privilegiadas obligadas a la vida pueblerina no es particularmente original -la vemos por ejemplo también en el reality de Paris Hilton The Simple Life, así como incontables películas de Hallmark-, pero la serie pronto evolucionó de sus orígenes para convertirse en una de los programas más enternecedores e hilarantes de la televisión, a la par que los integrantes de la familia Rose se relacionan con sus nuevos vecinos -un elenco en el que destacan Noah Reid, Emily Hampshire y Sarah Levy- y descubren la falta de autenticidad que experimentaban en sus antiguas vidas.
Esto solo se pudo debido a que los escritores de la serie pudieron hacer el increíblemente delicado acto de balancear la comedia con una genuina evolución de sus personajes, seres llenos de faltas que se les puede ver crecer como personas, formando una indudable conexión entre ellos y los espectadores. Es este tipo de habilidad algo más común en las series de hoy en día, pero cuya precisa mezcla solo la hemos visto realizada con éxito en The Good Place, otro de los contrincantes de Schitt’s Creek en los Emmy.
Otro aspecto por el cual el programa fue destacado es su normalización de las relaciones LGBT+. Sin adelantar demasiado de la serie, la tercera temporada introduce al personaje de Patrick Brewer (Noah Reid), quien primero se convierte en el socio de David para luego convertirse en su pareja. Es esta relación uno de los factores que permite el mayor crecimiento en el hijo de la familia Rose, permitiéndole crecer como persona.
Los promotores y miembros de la comunidad LGBT+ celebraron el hecho de que la serie tratara esa relación con respeto y seriedad. Por ejemplo, la serie fue nominada en 2019 a la categoría de Mejor Comedia en los GLAAD Media Awards -galardón otorgado por la Alianza de Gays y Lesbianas contra la difamación-, premio que se llevó en 2020.
A estos mismos aspectos hizo referencia su creador Dan Levy, también un miembro de la comunidad LGBT, durante la aceptación del premio a mejor comedia. «Nuestra serie, en su punto central, va de los efectos de transformación que tiene el amor y la aceptación. Eso es algo que necesitamos ahora nunca antes», afirmó visiblemente emocionado en una transmisión en vivo.
Su padre, que también habló durante la aceptación del discurso, felicitó a su hijo por convertir al programa en «una celebración de la inclusividad, un castigo a la homofobia y una declaración del poder del amor».
Desde sus comienzos en 2015, la comedia se produjo y transmitió en su natal Canadá por la CBC y en los Estados Unidos por PopTV (antes TV Guide Network), permitiéndole participar en los Emmy desde sus inicios. Pero fue después de su inclusión en el popular servicio de streaming Netflix que la serie empezó a ganar los suficientes adeptos para convertirse en un serio contrincante para los máximos premios de la televisión. Muestra de ello es que si bien a partir de la segunda temporada la serie fue aclamada por la crítica, fue solo en 2019, durante la quinta temporada, que la serie recién apareció en el panorama de los Emmy al ser nominada en cuatro categorías, incluyendo la de mejor comedia.
La influencia de su aparición en los servicios de streaming también fue reconocida por Eugene Levy durante los agradecimientos por el galardón al dar gracias, junto a los ejecutivos de CBC, Pop TV y sus distribuidores ITV, a «Netflix, que fue la chispa que al parecer comenzó todo».
Pero desafortunadamente para Latinoamérica no hay una manera fácil de ver esta serie. El único servicio de streaming que tiene esta serie es Paramount+ el cual no está disponible para ver por el navegador como sí están sus competidores Netflix y Prime Video. Adicionalmente, todos los capítulos disponibles están doblados al español, sin la opción de escucharl en el idioma original con subtítulos. Mientras tanto, aquellos que cuenten de programación por cable, el programa está disponible en Comedy Central.
Esto significa que la mayoría tendrá que esperar para ver episodios de esta serie de manera legal, o verlos doblados al español en Paramount+. Afortunadamente, con el mayor perfil de la serie, es inevitable que uno de los servicios de streaming termine por adquirirla.