A sus 25 años de edad, Salomón Ackerman está decidido a consolidar su carrera. Formado en la academia de la profesora Magdalena Frómeta -la hija de Billo Frómeta-, el abogado y también empresario lanzó en 2017 su primer álbum, Un día más, una producción no muy conocida de la que sonaron temas como “Un millón de cartas” y “Nada es suficiente”.
Porque me da la gana es el título de su segunda producción, que en mayo de 2020 estará disponible en todas las plataformas digitales. Un álbum que, dice Ackerman, no es tan arriesgado. Incluirá ocho canciones de las cuales tres son de su autoría y van del trap a la balada, el reguetón, el pop y la electrónica. Y, en un próximo disco, le gustaría interpretar boleros.
“Hay temas distantes uno del otro y cada uno tiene que dar una sensación diferente. Traté de ser menos intenso. No hay mucha metáfora o analogía en las letras. Quise tratar de alcanzar otras masas porque la gente necesita un mensaje en menos palabras, algo que se quede pegado”, refiere.
“Yo me enamoré” fue el primer sencillo del álbum que el cantante lanzó en noviembre del año pasado. Este mes dio a conocer “Te sigo esperando” y, en los próximos seis meses, publicará un nuevo tema con su video cada mes.
Ackerman le canta al amor. “Trato de que mis letras tengan contenido y no hablen de lo mismo que las de otros 50 artistas: sexo, drogas y el desapego a las emociones. Es un peligro grande que hay en el arte en estos momentos, esa necesidad de negar el amor como el sentimiento obligatorio para que el mundo siga avanzando. Eso es lo que hay que recuperar. Si en algún momento tengo que sacrificar eso sería difícil”, confiesa.
Primero rock alternativo, luego jazz, melodías afrocaribeñas y ahora ritmos urbanos son los géneros con los que el intérprete se asomó a la música. Inspirarse y escribir no son problemas para él, siempre que lo haga desde alguna emoción. “En altos estados afectivos es como puedo sentarme a escribir sobre el tema que sea”.
Cuando se le pregunta por sus referencias musicales, responde: “Me encantaría tener la capacidad de gerenciar un proyecto como el sistema de orquestas del maestro Abreu, de reinventarme como Los Beatles, de ser rebelde como lo fue Kurt Cobain y tocar todos los géneros como Ed Sheeran. Creo que tomo demasiado de cada persona que he escuchado”, destacó.
El joven caraqueño se prepara para debutar en el musical Los miserables, que se presentará en el Teatro Teresa Carreño a partir del 31 de octubre. Serán 10 funciones. “Hice el casting y al director le gustó mi voz para uno de los personajes, un estudiante. Este es un proyecto grande y de una inversión abrumadora, con un equipo muy fuerte. He trabajado sin parar. Para el 2 de septiembre entramos en una dinámica de lunes a sábado”, cuenta.
Presentaciones en Pizpa, La Quinta Bar, Teatro Bar y Cúsica ocuparán a Salomón Ackerman en los próximos meses. Y en noviembre tendrá conciertos en Panamá y Miami.