El escritor británico Salman Rushdie, cuyos textos lo volvieron blanco de amenazas de muerte iraníes, se encuentra con respirador y podría perder un ojo tras ser apuñalado varias veces este viernes en un evento literario en el estado de Nueva York.
Luego del ataque, ocurrido poco antes de las 11:00 locales (15:00 GMT), Rushdie fue trasladado en helicóptero a un hospital en donde fue sometido a una cirugía de emergencia.
«Las noticias no son buenas», declaró más tarde su agente, Andrew Wylie, a The New York Times. «Salman probablemente perderá un ojo, los nervios de su brazo fueron seccionados y su hígado fue apuñalado y está dañado», precisó.
El escritor estaba dando una conferencia en el anfiteatro de un centro cultural de Chautauqa, localidad en el noroeste del estado de Nueva York, cuando fue atacado.
Apuñalado en el cuello y el abdomen
La policía detuvo de inmediato al agresor, a quien identificó como Hadi Matar, de 24 años de edad, originario de Fairfield, Nueva Jersey, sin detallar sus motivaciones.
Rushdie fue apuñalado en el cuello y el abdomen, señaló la institución. Asistentes al evento se abalanzaron sobre el agresor antes de que lo detuviera un policía presente en el lugar.
Un doctor administró primeros auxilios al escritor antes de que llegaran los servicios de emergencia. Y un entrevistador que estaba en el escenario, Ralph Henry Reese, de 73 años de edad, sufrió una herida en la cara, pero fue dado de alta del hospital.
Carl LeVan, profesor de ciencias políticas que presenció el ataque, dijo a la AFP por teléfono que un hombre se lanzó sobre el escenario mientras Rushdie estaba sentado, «lo apuñaló violentamente varias veces» y lo «trató de matar».
Una década escondido
Rushdie, de 75 años de edad, saltó a la fama con su segunda novela Hijos de la medianoche en 1981, que cosechó elogios internacionales y el prestigioso premio Booker del Reino Unido por su descripción de la India posterior a la independencia.
Pero su libro de 1988 Los versos satánicos tuvo fuerte repercusión al provocar una fetua, o decreto religioso, que pedía su muerte por parte del líder revolucionario iraní, el ayatolá Ruhollah Jomeiní.
La novela fue considerada por algunos musulmanes como una falta de respeto al profeta Mahoma.
Rushdie, nacido en 1947 en Bombay en el seno de una familia de musulmanes no practicantes y ateo declarado, se vio obligado a vivir oculto cuando se ofreció una recompensa por su cabeza que aún sigue vigente.
El gobierno del Reino Unido, donde estudió y donde estableció su hogar, le otorgó protección policial luego del asesinato o intento de asesinato de sus traductores y editores.
Pasó casi una década escondido, mudándose de casa constantemente y sin poder decirle a sus hijos dónde vivía.
Recién comenzó a dejar su vida oculta a finales de la década de 1990, después de que Irán dijera en 1998 que no apoyaría su asesinato.
Actualmente vive en Nueva York y es un firme defensor de la libertad de expresión. Hizo una fuerte defensa de la revista satírica francesa Charlie Hebdo después de que un grupo de islamistas mataran a una parte de su plantilla en París en 2015.
La revista había publicado dibujos de Mahoma que provocaron furiosas reacciones entre los musulmanes de todo el mundo.
«Voz esencial»
Las amenazas y los boicots persisten contra los eventos literarios a los que asiste Rushdie. Su título de caballero en 2007 provocó protestas en Irán y Pakistán, donde un ministro del gobierno dijo que ello justificaba atentados suicidas.
Pero la fetua no logró acallar a Rushdie e inspiró sus memorias Joseph Anton, el nombre de su alias mientras estaba escondido, que están escritas en tercera persona.
Los libros de Rushdie fueron traducidos a más de 40 idiomas y su novela Hijos de la medianoche, que tiene más de 600 páginas, ha sido adaptada al teatro y el cine.
El primer ministro británico, Boris Johnson, se dijo «horrorizado» por lo ocurrido.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, mostró su respaldo al escritor. «Desde hace 33 años, Salman Rushdie encarna la libertad y la lucha contra el oscurantismo. El odio y la barbarie acaban de golpearle cobardemente», tuiteó. «Su combate es el nuestro, universal».
Suzanne Nossel, directora en Estados Unidos de la organización PEN, que aboga por la libertad de expresión, destacó su apoyo al «intrépido Salman», deseándole «una recuperación completa y rápida».
«Apenas unas horas antes del ataque, el viernes por la mañana, Salman me envió un correo electrónico para ayudar con las ubicaciones de los escritores ucranianos que necesitan un refugio seguro de los graves peligros que enfrentan», dijo Nossel en un comunicado.
«Su voz esencial no puede y no será silenciada».