La irrupción de Rosa Virginia Chacín como cantante en 1958, de la mano de Chelique Sarabia, tuvo tanto impacto mediático que los locutores más influyentes de la época, cautivados por el estilo de esa joven que le imprimía matices interpretativos muy especiales a las canciones románticas que su descubridor y mentor escribía para ella, que alguno de ellos comenzó a llamarla La voz más dulce de Venezuela, apelativo que todos acogieron y que ella convirtió en su santo y seña desde entonces.
A partir de su primer gran éxito, «Cuando no sé de ti» —uno de los más resaltantes de su transcurrir artístico—, la carrera de Rosa Virginia se fue cimentando con otras canciones emblemáticas que a través de los años definieron su repertorio. Títulos como «Ayúdame», «Necesito pensar», «Mi propio yo», «No te muerdas los labios», «Te necesito», «Sabor a no sé qué», «Ya no extraño tu ausencia», «Rumor de una cascada», «Chinita de Maracaibo», «Quiero contarte algo» y «Ha llegado el momento», entre otras muchas, las volverá a recrear el domingo 23 de junio, a las 11:30 am, en el teatro del Centro Cultural de Arte Moderno, en La Castellana (antes Centro Cultural BOD).
Tampoco dejará de interpretar temas de la inspiración de otros autores que escribieron para ella, como Luis Cruz, Hugo Blanco y Aldemaro Romero. Y no solamente eso, habrá igualmente una que otra versión de legendarias canciones internacionales que en su voz adquieren una dimensión especial.
En este concierto, a todas luces prometedor para el público que devotamente la ha seguido durante décadas, la acompañará un grupo de músicos de primera línea, integrado por Pedro Vilela (guitarrista y director), Luis Guillermo Rangel (cuatrista y guitarrista), David Peña (bajista), Andrés Briceño (percusionista), Henry Rubio (arpista) y Pedro López (piano y teclado).
“Afortunadamente, tengo un repertorio muy amplio y traté de escoger las canciones que mi público recuerda con cariño”, revela la cantante.
“A esta altura de mi carrera sigo pensando en que el artista debe andar siempre en lo que le gusta y no dejarse influenciar por modas ajenas. El arte del canto es un regalo de Dios, que agradezco y quiero seguir compartiendo mientras pueda”, puntualiza entusiasta la cantante, que a sus 84 años no piensa en el retiro. Sus condiciones vocales e interpretativas se mantienen impecables, y así lo demostrará en el espectáculo del próximo domingo 23 de junio.
Las entradas están a la venta en las taquillas del Centro Cultural de Arte Moderno, frente a la Plaza de La Castellana, así como también a través de la página web de Ticketmundo.
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