A Rodrigo Gonsalves no deja de sorprenderle que cada vez que anuncia un show como Rodrigo Solo, su proyecto solista, muchos van a verlo. «Eso me honra muchísimo», agradece el vocalista de Viniloversus, que no se presenta solo en Caracas desde 2018, cuando ofreció un show íntimo en los espacios de Cusica Live, en El Hatillo. Ahora, el cantante quiere retomar ese formato, pero de una forma más íntima: con guitarra y voz.
Entre los planes de Rodrigo no estaba hacer un concierto. Regresó a Caracas por asuntos personales y un amigo lo animó a hacer un show. «Él realmente fue el que tuvo la iniciativa y yo me monté en el tren porque me pareció buenísimo», cuenta el cantante sobre el concierto que ofrecerá el martes en el Centro Cultural BOD.
El concierto será la oportunidad de concretar algo que tenía muchas ganas de hacer: hablar de la historia detrás de sus canciones. «Se trata de reinterpretarlas (las canciones) y mostrarlas en su estado más embrionario, más puro. No sólo voy a tocar canciones de Rodrigo solo, sino también muchas de Viniloversus. Me interesa mucho contar las historias detrás de las canciones, muchas inéditas. Tengo una librería de canciones que quiero compartir y experimentar con el público».
El cantante considera que el formato de este concierto le permite experimentar con total libertad. «Quiero responder preguntas y contar las historia detrás de las canciones, que muchas veces en los shows (de Viniloversus), por la inmediatez, la energía, la estética y la manera en la que los armamos no me permite hacer como un storytelling de las canciones. Ese cuentacuentos de explicar cómo nacieron los temas y el significado de algunos de ellos es algo que me parece interesante», añade sobre el espectáculo en el que tendrá algunos invitados como Liana Malva, Gran Radio Riviera y José Hoek.
Aunque la dinámica del show le entusiasma, le preocupa que todo salga bien. El formato representa un reto para él y es una de las cosas que lo motivó a hacerlo. «Es algo que no había hecho antes y menos en un show tan largo. También me da miedo, una de las razones por las que me encanta, porque sé que me estoy poniendo en una posición incómoda y vulnerable, que es el tipo de situaciones en las que me gusta ponerme porque siento que es donde uno crece (…) Se siente como una mini aventura de ‘Uy, en qué peo me metí’ y después terminas súper agradecido de haber tomado el riesgo y te das cuenta de que no te ibas a morir. Todo lo contrario. De pronto sale una nueva faceta de ti, una que no habías descubierto».
Le emociona cada vez que se presenta como Rodrigo Solo, se siente –asegura– como si fuese un artista nuevo. Además le honra y agradece el apoyo que ha recibido de los fans de Viniloversus. «No es lo mismo que un concierto de Viniloversus, que es una banda con casi seis discos encima, a uno de Rodrigo Solo, que es un proyecto con un solo disco y que es una exploración mucho más ecléctica y acústica que se aleja mucho de Vinilo en su sonido. Siempre es emocionante porque se siente como ser un artista nuevo y eso es lo que me encanta», dice.
Rodrigo divide su tiempo entre varios proyectos musicales: Viniloversus, Arawato, Rodrigo Solo y Ota, el hipopótamo. Todos distintos. Desde el rock más pesado, pasando por un sonido más melódico y ecléctico hasta la música infantil. «Me parece divertido tener diferentes máscaras que ponerme y no aburrirme con una sola. La razón por la que nació el proyecto en sí es porque quería quitarme la etiqueta de ‘Ese chamo es rockero y eso es lo único que hace’. Me fascina el rock and roll y tener una banda de rock, pero no quiero ser un músico que se encasilla en una sola cosa. Precisamente por eso nació este proyecto que tiene una exploración mucho más ecléctica, más electrónica, más acústica; pasó lo mismo con Arawato, que es una exploración dentro del rock and roll pero en una dirección un poco más melancólica y melódica, incluso la música infantil, como Ota, el hipopótamo, que me ha permitido explorar lo divertido de hacer música para niños».
El cantante se siente contento con el apoyo que ha recibido por parte de los fanáticos de Viniloversus hacia esta faceta en la que explora un aspecto nuevo e importante de su vida. «A pesar de ser muy distinto a mis proyectos destinados a adultos, a satisfacer esas necesidades un poco más artísticas, de igual manera me motiva y me da el mismo nivel de felicidad porque me permite interactuar mucho con niños, ver su reacción y entrar en las casas con su familia. Incluso, hay fans de Vinilo que ahora tienen niños y les ponen Ota, el hipopótamo. Es un bonito círculo completo de demográficas».
Lo que más le gusta a Rodrigo de sus distintos roles musicales es que le permiten crecer artísticamente, diversificar su trabajo y ejercitar su creatividad. «Me permite tener diferentes plataformas para diferentes sonidos que quiero explorar, es como un actor que tiene varios roles. Por eso, tener varias bandas te permite brincar entre distintos roles que consideras importantes explorar y trabajar. En mi caso, me permite crecer y volver más fresco y con más emoción a los otros proyectos».
Aunque no tiene una estructura fija para determinar el tiempo que le dedica a cada proyecto, trata de trabajar en música nueva cada vez que puede. Lo importante para él es crear, luego decide en cuál proyecto encajan las canciones. «Cuando veo que tengo una ventana, que puedo avanzar, lo hago; en vez de ver televisión me pongo a componer y de avanzar una idea nueva. Una vez que esa idea nace identifico a dónde pertenece la canción si a Vinilo, Arawato o Rodrigo Solo, pero no es algo premeditado ponerme a componer para un proyecto específico».
Hasta ahora, el cantante sólo tiene un disco como solista, No estás solo (2014), pero le gustaría publicar otro. Reconoce que luego de ese álbum se centró en Viniloversus y sólo publicó algunos singles como Rodrigo Solo. «La canción más exitosa de mi carrera en solitario es ‘Roma’, que ni siquiera está en ningún álbum, es un sencillo. Entonces, creo que viene por ahí la intención de compilar todo en un álbum muy pronto y luego sacar un tercer álbum. Estoy un poco desorganizado con la estructura de cómo se supone debo publicar música, pero lo que quiero es publicar más. Hace dos semanas salió una canción llamada ‘Lonely Swimmer’; es un tema en inglés y realmente no tiene ningún tipo de atadura a un concepto de álbum y por eso también dejo que viva como sencillo. Pero sí, definitivamente está entre los planes hacer un álbum coherente con un concepto y una narrativa que se sostenga por sí solo”.
Quiere aprovechar los próximos meses, en los que tendrá tiempo libre, para trabajar en música nueva para su proyecto solista y para adelantar el sexto disco de Viniloversus. «No tengo la necesidad de tener que hacerlo, sino más bien es un deseo y si se da naturalmente y no se siente forzado lo haré. También hay gran foco en la continuación de los otros proyectos, no quiero que uno inhabilite al otro. Entonces es posible que el mes que viene me dedique mucho a avanzar el sexto disco de Viniloversus y cosas del Ota, el hipopótamo. Estoy haciendo malabarismos con muchos proyectos a la vez y no puedo dejar que ninguna pelota se caiga», afirma.
Sobre la escena musical, Rodrigo asegura que en sus últimas visitas al país la ha encontrado recuperada. «Veo una Venezuela mucho más tranquila. Cuando nosotros (Viniloversus) nos fuimos, hace 8 años, había mucha inseguridad y parte de la razón por la que la banda tomó la decisión de irse fue porque los locales nocturnos empezaron a quebrar, la gente tenía miedo de salir en las noches. Creo que el tema de la seguridad ha sido un factor determinante en la gente al momento de querer tener experiencias culturales dignas de cualquier país y es algo necesario para las generaciones más jóvenes que no han tenido esa experiencia de conciertos grandes. Ahora, Cusica y otras empresas han tomado la iniciativa de volver a hacer este tipo de emprendimientos en Venezuela como conciertos y festivales y me pareció buenísimo. Honestamente, más allá de tendencias políticas o la situación política, tiene que haber un espacio cultural para que la gente respire, para que sienta oxígeno. No hay nada más bonito que los conciertos porque son espacios donde las personas de diferentes pensamientos encuentran un espacio común cuando hay un artista que ambos disfrutan”.
Aunque celebra el regreso de los conciertos al país, reconoce que todavía hay cosas por mejorar. «Veo muchas cosas que todavía requieren infraestructura para que de verdad pueda haber una escena en la que los artistas puedan vivir de la música, porque realmente son pocos los que viven de ella en Venezuela; sin embargo, me motiva mucho todo lo que está sucediendo con los conciertos y el hecho de que están regresando artistas internacionales a Venezuela. Yo como uno de los muchos músicos que hay en Venezuela me siento muy agradecido de que haya un público al que tocarle, que haya vuelto la seguridad un poco como para que la gente no tenga miedo de salir a la calle e ir a los locales nocturnos. Veo definitivamente una mejora y mucho camino por recorrer, pero definitivamente estamos en la dirección correcta en cuanto a la organización de la escena cultural».
Rodrigo considera que aún hay muchos artistas talentosos en el país haciendo buena música. Admira y sigue el trabajo de Irepelusa, Gran Radio Riviera, Nani, Horus y Goe, a quien descubrió recientemente. «Me parece un chamo extremadamente talentoso. Actualmente, está haciendo una gira de bares por Venezuela, que me parece digno proceso de cualquier persona que está buscando levantar su nombre. Lo hice con Vinilo, toqué en todos los bares de Caracas».
En los próximos meses, además de trabajar en música nueva para su proyecto solista, Rodrigo también espera publicar nuevas canciones con Arawato. Además, está próximo a comenzar una mini gira de Viniloversus, con fechas en Madrid, Barcelona, Santiago de Chile, Buenos Aires y Carolina del Norte. «Nos emociona mucho. Estamos trabajando en el sexto disco que tiene canciones de las que estamos muy orgullosos, bien pesadas y bien rockanroleras. Con Arawato también estamos trabajando en música nueva, Dios mediante sacaremos una canción este año y con el proyecto de Ota, el hipopótamo ha sido un gran ejercicio de composición alejarse de toda la profundidad de estos proyectos e ir más a lo divertido, a lo humorístico, a lo que atrapa a los niños. Eso también me tiene muy emocionado», asegura.
Rodrigo está enfocado en seguir publicando música sin parar. Es su meta, ser constante. «Creo que lo que viene es seguir trabajando y mantener un poco el timón y la velocidad de crucero que tenía para estar presente. Obviamente, no tanto como me gustaría, como cuando tenía 20 años que podía estar de gira y no preocuparme por una familia. Esa no es la posición en la que estoy ahora, gracias a Dios, porque estoy muy feliz. Pero, definitivamente, mis circunstancias han cambiado al punto de que no tengo la misma disposición de girar que antes, pero siempre tengo ganas de publicar y hacer música de manera prolífica y trataré de hacer el resto de mi vida para seguir expandiendo mi repertorio y seguir creciendo como músico».